Miércoles 12/02/2014
El presidente Obama reconoció en su
discurso ante el Congreso el día 24/01/2014 que EE UU se encuentra en una grave
crisis y le planteo los enormes sacrificios al que será sometido el pueblo estadounidense
para superarla. Hago una síntesis del discurso con lo más importante de su
exposición, para evaluar los riesgos que corre la economía de EE UU y la economía mundial. El presidente empezó: “Todos
sabemos que nuestra economía se encuentra en crisis, porque la viven todos los
días.
“Insistió en la urgencia de renovar
los subsidios a los desempleados de larga duración, que expiraron a finales de
diciembre, y propuso extender un beneficio fiscal del que disfrutan las
familias de bajos ingresos, una idea bien vista por algunos republicanos y
economistas conservadores”.
“Es el empleo que pensaron que
tendrían los desempleados, el negocio con el que soñaron y que ahora pende de
un hilo; la carta de aceptación a la universidad que su hijo tuvo que volver a
guardar en el sobre. El impacto de esta recesión es real y está por todas
partes”.
“El hecho es que nuestra economía no
comenzó a deteriorarse de un día para
otro. Tampoco comenzó cuando el mercado de la vivienda colapsó o nuestra bolsa
de valores se desplomó. Sabemos desde hace décadas que nuestra supervivencia
depende de encontrar nuevas fuentes de energía. Sin embargo, importamos más
petróleo ahora que nunca antes. El costo del cuidado de salud devora más y más
de nuestros ahorros todos los años, sin embargo continuamos retrasando las reformas”.
“Nuestros niños competirán por empleos
en una economía mundial para la cual demasiadas de nuestras escuelas no los
prepararon. Y aunque todos estos desafíos continúan sin una solución, logramos
gastar más dinero y acumular más deudas, tanto como personas y como gobierno,
que nunca antes”.
“En otras palabras, hemos vivido una
era en la que demasiado a menudo, las ganancias a corto plazo eran apreciadas
más que la prosperidad a largo plazo; en la que no miramos más allá del próximo
pago, el próximo trimestre o las próximas elecciones. Un superávit se convirtió
en excusa para transferir riqueza a los acaudalados en vez de una oportunidad
de invertir en nuestro futuro”.
“Bueno, ha llegado el día del ajuste
de cuentas, y éste es el momento de hacernos cargo de nuestro futuro. Éste es
el momento de actuar de forma audaz y sensata, no sólo para reactivar esta
economía, sino para sentar nuevas bases para una prosperidad perdurable. Éste
es el momento de impulsar la generación de empleo, reactivar los préstamos e
invertir en sectores como el de energía, cuidado de salud y educación, que
harán que nuestra economía crezca, incluso a la vez que tomamos las difíciles
decisiones de reducir nuestro déficit”.
“También quiero que sepan que el
dinero que han depositado en los bancos de todo el país está a salvo, que su
seguro no está en peligro y que pueden confiar en que nuestro sistema
financiero continuará funcionando. Esto no debe ser causa de preocupación alguna.
Lo que nos preocupa es que si no reanudamos los préstamos en este país, nuestra
recuperación estará destinado a fallar sin siquiera haber empezado”.
“Vean, el flujo de crédito es lo que
le da vida a nuestra economía. La capacidad de conseguir un préstamo determina
la posibilidad de financiar todo, desde una casa hasta un auto y los estudios
universitarios; es la manera en que las tiendas renuevan su inventario, las
granjas compran equipo y las empresas pagan sus planillas. Pero ese crédito ya
no fluye como debería. Demasiados préstamos impagos resultantes de la crisis
hipotecaria han afectado los balances contables de demasiados bancos. Con tanta
deuda y tan poca confianza, ahora estos bancos temen prestar mas dinero a las
personas, empresas y a otros bancos. Cuando no hay préstamos, las familias no
pueden comprar casas ni autos. Entonces las empresas se ven obligadas hacer los
despidos. Luego nuestra economía sufre aun más, y hay menos crédito
disponible”.
“Por eso, este gobierno está actuando
rápida y enérgicamente para romper este ciclo destructivo, restaurar la
confianza y reanudar los préstamos. Lo haremos de varias maneras. Primero, crearemos
un nuevo fondo de préstamos que representa un esfuerzo jamás creado a fin de
promover el financiamiento para los vehículos, estudios universitarios,
préstamos a pequeñas empresas para los consumidores y empresarios que hacen que
esta economía funcione. Segundo, he propuesto un plan de vivienda que ayudará a
las familias responsables pero en peligro de una ejecución hipotecaria a cumplir
sus pagos mensuales y refinanciar sus préstamos hipotecarios. Tercero,
actuaremos con toda la fuerza del gobierno federal para asegurar que los bancos,
de los que dependen los estadounidenses tengan suficiente confianza y
suficiente dinero para otorgar préstamos incluso en tiempos más difíciles”.
Cuando nos enteremos de que uno de los
principales bancos tiene serios problemas, les pediremos cuentas a los
responsables, los obligaremos a hacer los ajustes necesarios, les
proporcionaremos apoyo para sanear sus balances contables y aseguraremos la
continuidad de una institución sólida y viable para beneficiar a nuestra gente
y a nuestra economía”.
“Comprendo bien que Wall Street
preferiría que les diera a los bancos dinero para rescatarlos sin imponerles condiciones.
Pero un enfoque así no resolvería el problema. Y nuestro objetivo es hacer que
pronto llegue el día en que volvamos a otorgar préstamos al pueblo
estadounidense y a las empresas estadounidenses, lo cual acabará con esta
crisis de una vez por todas. Tengo la intención de pedirles a estos bancos que
rindan cuentas de toda la ayuda que reciban, y esta vez, deberán demostrar
claramente cómo se usan los dólares de los contribuyentes a fin de generar más
préstamos para el contribuyente estadounidense. Esta vez, los directores
generales no podrán usar el dinero de los contribuyentes para engrosar sus
talones de pago ni comprar costosas cortinas o desaparecer en un avión privado.
Eso no volverá a suceder”.
“Este plan requerirá recursos significativos
del gobierno federal, y sí, probablemente más de lo que ya hemos destinado para
esto. Pero aunque el costo va a ser alto, les puedo asegurar que el costo de la
inacción sería mucho mayor, porque podría tener como consecuencia una economía débil
no sólo por meses o años, sino tal vez por una década. Eso sería peor que
nuestro déficit, peor para las empresas, peor para el pueblo y peor para la
siguiente generación. Y me resisto a permitir que eso pase”.
“Junto con las medidas ejecutivas
anunciadas, el presidente volvió a pedir al Congreso, al igual que hizo en su
discurso de 2013, que apruebe un aumento del salario mínimo (actualmente en 7,25 dólares la hora) para los
trabajadores, así como un programa para expandir los programas y la financiación
de la educación preescolar”. Asimismo, el Presidente Obama
urgió al Congreso a aprobar la reforma migratoria "este año".
En conclusión, el gobierno estadounidense
continuará fabricando dólares sin respaldo de ningún tipo, inorgánicos como
dicen los economistas y exportándolo su inflación al resto de todos los países
del planeta. ¿Hasta cuando los países del mundo seguiremos subsidiando a los
Estados Unidos? ¿Dejándonos chantajear por ellos, con la amenaza de una guerra
nuclear? Ese es el dilema a resolver por
todos los gobernantes y pueblos del mundo. Por estas razones, continúan cayendo
las bolsas mundiales.
Germán Saltrón Negretti
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