lunes, 26 de septiembre de 2016

Obama desconoce ante ONU carácter injerencista de política exterior de EEUU

21 de septiembre de 2016
Crédito: PSUV.org
Agencia Venezolana de Noticias (AVN)



Durante su intervención en la 71º Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este martes que no considera que su nación “pueda o deba imponer su modelo a otros países”, lo que contradice la política injerecista que ha ejercido durante los ocho años en que ha estado al frente de la Casa Blanca.

Obama, quien llegó 20 minutos tarde a su última participación como representante de Estados Unidos en la ONU, se contradijo en su discurso al obviar las intervenciones militares lideradas por su gobierno en Libia, Siria, Afganistán; los decretos y sanciones perpetradas contra Irán y Venezuela, y el bloqueo que por más de 50 años mantiene Washington sobre el pueblo cubano.

Asimismo, olvidó su alocución ante la academia militar estadounidense de West Point realizada en 2014, cuando aseguró que EEUU “debe liderar siempre en el escenario mundial. Si no somos nosotros, nadie más lo será. Estado Unidos es la única nación indispensable, y la cuestión a la que nos enfrentamos no es si lideraremos, sino cómo lideraremos”.

En sus palabras, que se extendieron por 45 minutos, 30 por encima del tiempo reglamentario, el presidente norteamericano sostuvo que “en un lugar como Siria no se puede alcanzar una victoria militar”, por lo que llamó a “continuar con la difícil tarea de la diplomacia que se propone interrumpir la violencia y hacer llegar ayuda a aquellos que la necesitan”.

Este mensaje contrasta con el ataque militar que Estados Unidos propinó tres días atrás a las fuerzas del Ejército Árabe Sirio en la localidad de Al Tarda, al este del Siria, y que produjo el asesinato de 83 militares de la nación árabe y un centenar de heridos.
Con este ataque, el imperio norteamericano violó el acuerdos suscrito con la Federación Rusa en Ginebra (Suiza) el pasado 9 de septiembre, en el que ambas naciones se comprometieron a establecer una tregua en Siria.

Estados Unidos calificó el bombardeo como un “producto de un simple error”, se negó a que esta acción se discutiera en seno de las Naciones Unidas y rechazó la decisión de Rusia de convocar una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque Obama exhortó a las naciones del mundo “a poner fin a las guerras que llevan al desorden”, y “poner nuestro dinero donde están las promesas”, pasó por alto que Estados Unidos es el país con mayor gasto militar del mundo, al destinar un promedio de 600 mil millones de dólares al año en armamento.

Racismo y pobreza

El discurso de Barack Obama ante la plenaria de la ONU, en Nueva York, también se plegó de contradicciones en temas referentes a la política y situación social de la nación norteamericana.

En su intervención denunció el “capitalismo despiadado que sólo beneficia a unos pocos” y se refirió a la importancia de “hacer aún más para reducir las diferencias entre los ricos y pobres”.

Este mensaje contrasta con el hecho de que 46 millones de norteamericanos viven en la pobreza, y que uno de cada cinco niños sufre de hambre.

Asimismo, el 1% más rico de ese país abultó su fortuna al capturar el 85,1% del crecimiento total de los ingresos que se produjeron en la nación entre 2009 y 2013.

El mandatario norteamericano hizo un llamado a rechazar cualquier forma de fundamentalismo y racismo, y a “abrazar la tolerancia y el respeto entre todos los seres humanos, porque la discriminación socava los lazos de la civilización”, cuando constantemente se reseñan manifestaciones y cuestionamientos a los casos de represión y discriminación racial impunes, así como a las acciones de cuerpos de seguridad contra jóvenes afroamericanos, que se han recrudecido desde 2014.

Agresión contra Cuba

Aunque Obama mencionó ante la ONU que el restablecimiento de las relaciones con Cuba constituye uno de los logros de la diplomacia ejercida, durante sus ocho años de gobierno, pasó por alto que hace una semana renovó la Ley de Comercio con el Enemigo, cuyo fin es mantener vigente el bloqueo económico aplicado contra la nación antillana.

Esta disposición violatoria de los derechos humanos, impuesta por la Casa Blanca en 1960 y que ha ocasionado más de 750 mil millones de dólares en pérdidas al pueblo cubano, es rechazada por la gran mayoría de las naciones que integran la ONU.

El presidente, que culminará su mandato en enero de 2017, criticó la propuesta del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México y manifestó que “hoy en día, una nación rodeada de muros solo conseguiría encarcelarse a sí misma”.

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