05 de septiembre de 2016
Crédito: Resumen Latinoamericano
Marina Pérez Damil
Marina Pérez Damil
En
la tarde del jueves, el politólogo argentino Atilio Borón disertó
durante dos horas en un café en el barrio de Flores sobre la nueva
ofensiva neoliberal en el continente por parte de Estados Unidos. El
analista fue consultado por Notas sobre la situación en
Brasil tras la derrota de Dilma Roussef luego del impeachment
orquestado por el senado.
En
una didáctica charla llevada a cabo en el café “La Forja”,
Borón comenzó contextualizando el desarrollo del imperio
estadounidense durante los últimos siglos. En relación al siglo
XXI, resaltó que Estados Unidos no se esperaba una alianza
estratégica como la que llevaron a cabo dos potencias mundiales en
recursos como Rusia y China, arruinando los planes de dominio mundial
de la Casa Blanca.
En
ese sentido el analista desmitificó el hecho de que Latinoamérica
esté en el “último puesto de prioridades” de las áreas de
interés tal como afirman funcionarios estadounidenses. Como explicó
Borón, la primera doctrina que creó Estados Unidos para el mundo
estuvo dedicada a Latinoamérica, a través “doctrina de Monroe”,
y recién luego esbozó su política exterior para Europa.
Para
el sociólogo, el interés de Estados Unidos en Latinoamérica tiene
que ver con la abundancia de recursos naturales como litio,
biodiversidad, petróleo y agua con la que cuentan los países
sudamericanos. Refiriéndose a éste último recurso señaló que el
agua será decisiva para las futuras batallas geopolíticas que se
libren a nivel mundial, dado la escasez que hay en otros países que
ni siquiera tienen acceso él.
Atilio
Borón mencionó que ocurrió algo impensado para Washington durante
los últimos años en Latinoamérica, que tuvo que ver con las
“políticas contrarias para Estados Unidos” que comenzaron a
tener los gobiernos progresistas de la región. Esto comenzó a
suceder a partir de la victoria de Chávez en 1999, Lula y Néstor
Kirchner en 2003; en el 2005 la victoria del Frente Amplio y la de
Evo en Bolivia, la de Correa en 2006, Cristina en 2007, Lugo en
2008, que produjeron para Borón “un efecto dominó”.
Según
el investigador todos estos gobiernos estuvieron unidos en un
“proyecto común muy importante”. Éste se tradujo en la creación
de la Unasur, en la CELAC, Telesur, el Banco del Sur,
Petrocaribe, y en un sentimiento latinoamericanista muy fuerte que
tuvo su máxima expresión cuando en noviembre de 2005 se derrotó al
ALCA en Mar del Plata. “Entonces Estados Unidos empezó a darse la
tarea de intentar de sacarse de encima a estos gobiernos”, afirmó
el politólogo.
Como
narró el profesor, primero lo intentaron realizando un golpe de
Estado a Chávez en 2002, luego en 2008 se ensañaron con Evo Morales
no solamente para acabar con él sino producir la partición de
Bolivia; en el 2009 bajaron a Zelaya porque el país había entrado
al ALBA; en el 2010 fueron por Correa y les salió mal; en el 2011
hubo una ofensiva muy fuerte en la Argentina con corridas bancarias;
en el 2012 fueron por Lugo y en el 2015 recibieron el “regalo de
los dioses” que fue la derrota del kirchnerismo.
“Con
la Argentina asegurada, y Venezuela al borde del knock
out quedaba Brasil”, sentenció. Según el académico, Estados
Unidos “fogoneó toda esta ofensiva en contra de Dilma, pero
también contra el gobierno de Lula, porque acá el objetivo es
impedir que Lula pueda ser candidato en las próximas elecciones”.
Situación
en Brasil
“El
PT sale muy mal herido de toda esta experiencia. Hubo políticas
seguidas por el PT que fueron contraproducentes. La primera y
principal fue la de desmovilizar a un partido de masas y
transformarlo en una simple base electoral”, admitió Atilio Borón
ante la pregunta de Notas sobre la caracterización del PT
y las posibles formas de resistencia ante la avanzada neoliberal.
“Ya
durante la primer presidencia de Lula no había en la calle nadie que
pudiera repartir un volante. Para que lo repartiera había que
pagarle. Cuando vos desmovilizás un partido te quedás inerme ante
las grandes corporaciones y la lógica del mercado” dijo el doctor
en Ciencia Política de la Universidad de Harvard.
El
pensador explicó que el entramado institucional del sistema
capitalista siempre funciona a favor de la derecha a pesar de que
tengas un gobierno de izquierda. “En la Argentina lo hemos visto.
Néstor Kirchner le propuso a Taiana, cuando lo designó canciller,
que haga estallar la cancillería y no lo pudo hacer”, ejemplificó.
“El
estado capitalista es como un auto que solamente gira hacia la
derecha. Aunque tenga un conductor de izquierda, el aparato estatal
siempre va a funcionar siempre por derecha”, continuó.
“¿Por
qué no se puso en marcha el Banco del Sur? No se puso en marcha
porque Lula, Cristina, Néstor, Correa estaban todos de acuerdo, pero
cuando llegaron las segundas y terceras líneas -que son los que te
manejan el aparato- empezaron a recibir palos en la rueda. El aparato
estatal del capitalismo está planeado para reproducir el
capitalismo, no para alterarlo”, planteó Borón.
Según
el intelectual, el error de Lula fue que no pudo contrarrestar ese
efecto en las calles. “¿Por qué no se cayó Maduro y se cayó
Dilma, siendo que la situación en Venezuela es muchísimo peor?
Porque Maduro tiene todos los días la gente en la calle, es la única
diferencia. Cuando Dilma sale al balcón para ver quién podía
ayudarla ante los corruptos que la enjuiciaron, no había nadie”,
argumentó.
En
relación a los métodos de resistencia, Borón planteó que “hay
que pensar caminos extra institucionales -no digo la lucha armada-
para tener el poder. Pero sí desobediencia cívica masiva, huelga
generalizada, marcha general”.
Como
conclusión de la charla, que logró dar una perspectiva de cómo no
claudicar ante el avance de la derecha, Atilio Borón sintetizó: “Si
vos sos capaz de poner un millón de personas sentadas en la plaza no
hay gobierno que te resista”.
El
ejemplo de esta resistencia planteada por Atilio Borón lo fue en el
día ayer Venezuela, en el que el chavismo logró llenar masivamente
las calles para contrarestar las movilizaciones de la derecha, y hoy
todavía nos queda un desafío por cumplir a los argentinos en la
Marcha Federal. ¿Logrará nuestro pueblo ser ejemplo de resistencia
para Brasil, y el resto de Latinoamérica como lo fue ayer la gesta
bolivariana? ¿Se podrá contrarestar el efecto a favor del
capitalismo que se ha propagado en todo el continente? Son algunos de
los interrogantes que la militancia deberá atravesar el día de hoy
y en esta etapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario