23 de septiembre de 2016
Crédito: TelesurTv
La
trata de personas reporta unas ganancias de 32 billones de dólares
al año, de los cuales el 76 por ciento proviene de la explotación
sexual.
Cada
23 de septiembre se conmemora el Día Internacional contra la
Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Su
objetivo es denunciar que la trata de personas constituye el
negocio transnacional más lucrativo después del tráfico de drogas
y de armas, y que en ella, las mujeres, niñas y niños son
utilizados como meras mercancías para el consumo, a través de las
redes de trata que les someten a régimen de esclavitud y la
explotación sexual.
Este
día fue establecido durante la Conferencia Mundial de la Coalición
Contra el Tráfico de Personas en coordinación con
la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka,
Bangladesh, en enero de 1999. Se escogió esta fecha porque evoca
la aprobación de la primera norma legal en el mundo contra la
prostitución infantil, conocida como “Ley Palacios”, la
cual ocurrió en Argentina el 23 de septiembre de 1913.
EL DATO - El legislador argentino Alfredo L. Palacios propuso colocar un castigo de hasta quince años de prisión para aquellos que avalaban la prostitución infantil. Fue aprobado por la ley 9143, esta primera legislación implementa el delito de lenocinio o proxenetismo, y buscaba penalizar a sus responsables y colocar a Argentina en la vanguardia legislativa de la época.
Actualmente,
el El Protocolo de Palermo, el protocolo de las Naciones
Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas,
Especialmente Mujeres y Niños, define la trata de personas en
su artículo 3 como:
“La
captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de
personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras
formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o
recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de
una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.
Esta explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la
prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los
trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas
análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de
órganos”.
La
trata de personas es un grave delito de la delincuencia
organizada transnacional y exige de los Estados Partes
de las Naciones Unidas (ONU) una mayor coordinación y
articulación de los esfuerzos nacionales y regionales para la
creación de mecanismos normativos e institucionales efectivos para
prevenir y sancionar el delito y para proteger a las
víctimas.
Estadísticas
en el mundo y en América Latina
Se
estima que existen 2,4 millones de personas que se ven obligadas
a realizar trabajos forzosos, según datos de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). En la mayoría de los casos, el 80
por ciento son mujeres o niñas, que se ven forzadas a algún tipo de
explotación sexual.
El
porcentaje de niñas, lamentablemente, ha aumentado en los en el
período 2007-2010, y se sitúa ahora entre el 15 y el 20 por ciento
de las féminas explotadas, así lo ha especificado el Informe
Mundial sobre la Trata de Personas 2012 de la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
La
trata de personas es el tercer negocio más lucrativo
a escala mundial, despúes del narcotráfico y la
venta de armas. De acuerdo con los datos de la OIT, las
ganancias ilícitas totales que reporta la esclavitud del siglo
XXI son deunos 32 billones de dólares al año, de los cuales el 76
por ciento proviene de la explotación sexual.
Sin
embargo, los procesos judiciales y las condenas contra quienes
comenten este delito son cifras insignificantes, sin llegar
apenas a 3 mil 500 condenas para 2008.
Con
respecto a la trata de personas como tal, en el panorama
internacional se observa que en África, Oriente Medio
y Asia Pacífico, se da un número elevado de trabajos forzosos.
En América Latina, Europa y Asia Central, en
cambio predominan los casos de explotación sexual, sobre
todo en América Latina.
América
del Sur no es solo es un corredor para la trata, sino que además
son países de origen, de tránsito y de destino para la trata
de personas tanto interna como a nivel internacional. En las últimas
décadas, incluso, se ha experimentado un auge en la industria
del denominado turismo sexual, sobre todo entre "clientes"
de América del Norte.
El
país más "famoso" y solicitado para este tipo de turismo
es Costa Rica. Nicaragua, en cambio, es uno de los más
destacados proveedores de la trata, sobre todo de menores. Honduras,
Guatemala y México son los puntos de encuentro y luego son enviadas
a un tercer país, con mayor frecuencia a Estados Unidos y a
Canadá, por motivos de cercanía y reducción de costos.
Solo
en España este mal negocio es capaz de mover miles de millones
de euros al año. Se calcula que en ese país europeo
industrializado hay unas 50 mil personas víctimas de
la trata de personas, de las que el 95 por ciento son
mujeres.
Las
luchas en América Latina contra esta forma de crimen
En
países subdesarrollados, se pugna por defender los derechos de la
mujer.
Por
ejemplo, en Venezuela, con la llegada de la Revolución
Bolivariana, se promulgó la Ley Orgánica sobre el Derecho de
las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que establece en el
capítulo III, artículos 14 y 15, la definición y formas de
violencia contra la mujer.
Para
esta ley existen 21 formas de violencia contra la mujer, y en su
artículo 15.18 define el tráfico de mujeres, niñas y
adolescentes como una de ellas. El "reclutamiento o
transporte dentro o entre fronteras, empleando engaños, coerción o
fuerza, con el propósito de obtener un beneficio de tipo financiero
u otro de orden material de carácter ilícito” y quien cometa
este delito, será sancionado o sancionada de 15 a 20 años de
prisión, según su artículo 56.
En Brasil durante
el período 2008-2010 se creó un Plan De Acción
Nacional centrado en aumentar el apoyo a las víctimas, mayor
investigación e incremento de las condenas. Durante el período
2012-2015 fue mucho más ambicioso y realizó un extenso
análisis que profundiza en la visión, amenazas y expectativas de la
trata, con el objetivo de prevenir este fenómeno, pero también
se ocupó de la persecución de sus causantes y de la protección de
las víctimas.
En Haití,
Las Naciones Unidas asentó una misión de estabilización en el país
(MINUSTAH), que desde 2007 colabora con las autoridades nacionales
porque se estaban dando numerosos casos de menores que habían sido
víctimas de trata dentro del propio país y hacia República
Dominicana. Otros países como Jamaicay Trinidad y
Tobago ya han emprendida planes de lucha contra el tráfico.
Colombia ha
aprobado una Estrategia Nacional elaborada de manera
conjunta por los Ministerios de Interior y de Justicia. Consta de
cuatro enfoques centrales: legal, de género, de protección y
regional. Ecuador desarrolló es 2006 un pla ambicioso
que entre sus objetivos se encuentra cambiar el entorno
sociocultural y generar capacidades que prevengan factores que puedan
llevar a la trata y al tráfico.
En México la
legislación todas las formas de explotación, pero solo dos personas
fueron condenadas en 2010, siendo un lugar de captación o
paso de víctimas hacia Estados Unidos o Canadá. En este caso, la
lucha contra la trata no parece estar dirigido de manera
efectiva.
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