04 de marzo de 2016
Crédito: Barómetro Internacional
Ante
el comportamiento de la derecha uno queda perplejo. La
capacidad de sorpresa parece inagotable ante tanto caradurismo con
que se nos presentan. Aquí y más allá son iguales. Rajoy, sigue
con sus iracundos ataques en contra de nuestro país, mientras, por
su mal gobierno, ya le es imposible lograr otra investidura y en
pocos días será un ingrato recuerdo para los españoles. Más acá,
en el sur, un tal Macri, antes y después de ganar la
presidencia de su país no deja de lanzarnos sus venenosos
dardos. Como ven, para nombrar solamente dos joyitas.
En
estos días el premio del cinismo y caradura es para el diputado
Julio Borges. Desmemoriado, patán, chabacano y engreído como sus
compinches. Piensa él que los venezolanos son desmemoriados como él.
Se olvida, como sus compañeros de partido de cuanto han dicho en
contra de la Misión Vivienda y del resto de las Misiones, que tanta
satisfacción les ha dado a los venezolanos en estos años de
Revolución. Tanta descalificación y burla de este diputado a la
Misión Vivienda para pretender liderar una Ley que
convertiría, según él, en propietarios “de verdad” al más del
millón de beneficiados. De viviendas, entonces, y no de las maquetas
conque hizo campaña electoral.
Pero
hay muchas inmoralidades de estos patiquines. No asumen ante el país
su responsabilidad como mayoría en la Asamblea Nacional. Ya el
sólo hecho de ser diputados los involucra en una función
constructiva, positiva y no destructiva como lo hacen. Ser mayoría
los debe comprometer más, pero ocurre que tienen manía opositora.
Mientras el Presidente Nicolás Maduro, de acuerdo con la crítica
situación que vive nuestro país, por la baja de los precios del
petróleo, presenta en su seno un Decreto de Emergencia Económica.
Ellos, comportándose como los mismos zagaletones, no solamente
lo niegan sin proponer nada al respecto, sino que responden con la
aprobación de una Emergencia Sanitaria. ¿Qué tal?
De
manera que nada positivo podemos esperar de quienes integrados en la
llamada MUD y siendo mayoría en la A.N, no tienen otro propósito
que acabar con la Revolución Bolivariana y emprender un plan
mercantilista con sus logros. Vienen por el plan de eliminar las
misiones y privatizarlo todo. Al menos esa es la orden que les viene
del gobierno estadounidense y el compromiso adquirido con los Macri y
Rajoy, entre otros mercaderes que los financian.
A
ellos todos los conocemos porque históricamente han demostrado sus
ímpetus antipopulares. Peor aún, vienen por el revanchismo.
Continúan con aquella amenaza a Diosdado Cabello en el 2002,
creyendo que estaba en la Embajada Cubana, de comerse los
cables y los muebles. Ya en el 2016, no cambian, y su plan es que
todos los venezolanos comamos lo que Diosdado no llegó a comer. Para
ellos se frotan las manos deseando que el precio del petróleo llegue
a cero. ¿Cínicos, perversos, qué más son?
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