23 de junio de 2016
Crédito: Aporrea.org
Este
jueves, la Organización de Estados Americanos (OEA) terminó la
sesión de debate sobre la aplicación o no de la Carta Democrática
a Venezuela sin tomar ninguna decisión al respecto, lo que en la
práctica diplomática podría tomarse como "asunto
archivado".
La reunión se desarrolló entre las
fuertes acusaciones por parte de las representaciones de Venezuela, a
cargo de la canciller Delcy Rodríguez, Bolivia y Nicaragua al
secretario general, Luis Almagro, quien en algunos momentos provocó
sorna general con sus risas destempladas y fuera de lugar cuanndo
intervenían los representantes de gobiernos progresistas de la
región, como fue el bochornoso caso denunciado por Ecuador en plena
sesión.
Los 34 estados miembros escucharon el cuestionado
informe de Almagro, de 125 páginas, sobre la crisis social y
política en Venezuela y recibió serias observaciones en torno a la
no inclusión de datos oficiales de organismos como Cepal, así como
hasta de su redacción misma.
Agotadas las intervenciones
no se llamó a votación para decidir si se prosigue con el proceso
de la Carta.
En el aire quedó si este debate se retomará
y, en caso de hacerse, cuándo sería, porque la sesión se levantó
sin ningún anuncio al respecto. Es decir, fue una sesión para la
nada en cuanto a las intenciones de Almagro quien, dicho sea de paso,
impidió con esta reunión que la OEA estuviera presente en Cuba para
la firma del cese al fuego bilateral entre las Farc y el gobierno de
Colombia.
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