01 de abril de 2016
Crédito: BBC Mundo
La
deuda privada puede suponer mayor problema que la pública en América
Latina y en el mundo. América Latina se preocupa sobre todo de la
deuda pública. Pero la externa del sector privado se triplicó en
los últimos diez años y llegó a los mismos niveles que la del
público.
Según datos del Banco Mundial recopilados por la ONG
Jubileo, en 2000 la deuda del sector privado era de US$218.000
millones. Hoy es de US$611.000 millones.
La
diferencia entre deuda pública y privada no viene dada sólo por el
emisor (gubernamental o no), sino por la transparencia. Se habla
mucho de la deuda pública, pero la privada también es preocupante.
La deuda estatal está contabilizada en el presupuesto, y la
información es generalmente pública.
La
privada está mucho más dispersa entre todos los actores que pueden
tomarla a nivel individual (bancos, multinacionales o corporaciones).
Es difícil de rastrear y por lo general no tiene el respaldo en
última instancia de un Estado. Según Patricia Miranda, de Jubileo,
que lucha por una reformulación del tema de la deuda, el estallido
financiero mundial de 2008 marcó un punto de inflexión.
"A
partir de ese año se observa un incremento constante de la deuda
privada, que hizo que en 2013 llegara prácticamente al mismo nivel
que la pública", le dijo a BBC Mundo.
América
Latina y todos los países del mundo ha tenido a lo largo de su
historia recurrentes crisis de deuda externa que han terminado en
cesaciones de pago y recesión. La más recordada es la de los años
80. Los países que más "defaults" han tenido en la
historia ( no son Grecia ni Argentina).
En
este siglo XXI, gracias al viento a favor de los precios de las
materias primas, la relación de la deuda externa pública con el
Producto Interno Bruto (PIB) bajó de un promedio del 90% a uno de
menos del 20%.
Pero
este indicador no incorpora en la medición al sector privado.
Además, es deuda externa que deberá ser pagada en divisa
extranjera, generalmente en dólares.
Cuatros
grandes retos económicos de América Latina en 2016
Según
Pablo Mareso, investigador del CEFID (Centro de Economía y Finanzas
para el Desarrollo de la Argentina), este factor es un fuerte
condicionamiento económico. "La evolución en América Latina
muestra que hay un creciente problema en la relación entre la deuda
y las exportaciones", le explicó Mareso a BBC Mundo.
"Este
vínculo indica la solvencia que tiene un país para generar los
ingresos en divisa extranjera que necesita para pagar deuda en una
moneda que no es la que emite el banco central". "El actual
panorama internacional agrava esta situación", completó.
Todas
las predicciones hablan de estancamiento económico global: el
desplome de la bolsa china a principios de 2016 confirmó este
panorama pesimista. Según la CEPAL (Comisión Económica para
América Latina y el Caribe), las economías de la región se
contrajeron un 0,4% en 2015 y este año sólo crecerán un 0,2%.
Los
más afectados. El aumento de la deuda privada afectó a los 21
países que monitoreó Jubileo. Un análisis más pormenorizado
muestra que cinco naciones Brasil, Guatemala, Nicaragua, Paraguay y
Perú tienen un comportamiento diferenciado. Países de América
Latina con mayor deuda externa privada. En relación con la deuda
pública. 1 Paraguay: la deuda privada triplica la pública. 2 Brasil
y Perú: la deuda privada duplica la pública. 3 Nicaragua y
Guatemala: la deuda privada supera en un tercio la pública.
Este
grupo es el que tiene más deuda privada en términos de porcentaje
del PIB, pero esos países son los únicos en los que el
endeudamiento privado ha superado al del sector público. En el caso
de Paraguay la deuda privada es casi tres veces más grande que la
pública. Brasil y Perú prácticamente la duplican, mientras que en
Guatemala y Nicaragua la diferencia es de un tercio.
La
proyección de Brasil y Perú va más allá de la región. Según el
periódico económico estadounidense The Wall Street Journal, se
encuentran entre los seis países con mayor aumento de deuda privada
de todos los mercados emergentes entre 2004 y 2014. En Brasil, la
deuda privada de largo plazo (más de un año) prácticamente se
triplicó desde principios de siglo, superando en 2014 los US$320.000
millones. Según indicó la firma calificadora Fitch, Brasil es el
país con el perfil de deuda privada más riesgoso de los países
emergentes.La deuda privada de Brasil es motivo de preocupación para
el ministro de Finanzas Nelson Barbosa.
Datos
del Banco Central del Brasil muestran que la deuda
multinacional-subsidiaria, es decir intrafirma, conforma un 43% del
total de la deuda privada.
Mientras
tanto, Fitch calcula que en Perú continuarán "las rebajas en
las perspectivas crediticias", que pasarán de "estables"
a "negativas" para empresas como Andino Investment, Alicorp
y Los Portales. Otra calificadora de riesgo, Standard and Poor's,
acaba de rebajar la calificación crediticia a cinco bancos peruanos:
Banco de Crédito, BBVA Continental, BanBif, Interbank y MiBanco.
¿Quién
paga los platos rotos?: el caso argentino
En
teoría, en un sistema capitalista el sector privado puede generar
fortunas exorbitantes o caer en la quiebra: éxito y fracaso son dos
caras de una moneda que afecta a una empresa y sus accionistas. En la
práctica, muchas veces el Estado paga los platos rotos, como se vio
con el estallido financiero de 2008.
"En
caso de crisis no se debe perder de vista que el Estado puede
convertirse en el garante de última instancia, como ha ocurrido
tanto en América Latina en los 80 como en la actual crisis europea",
advirtió Patricia Miranda, de Jubileo.
Uno
de los países históricamente más golpeados de la región por
sucesivas crisis de deuda, Argentina, es un ejemplo de este rescate
público del sector privado. En 1982 el gobierno militar decidió
estatizar una deuda privada de unos US$14.000 millones que afectaba a
cientos de empresas, entre ellas poderosas nacionales y
multinacionales.
De
un plumazo, la deuda pública pasó a unos US$40.000 millones, lo que
asfixió la economía argentina durante los 20 años siguientes.
La
estrategia de Brasil
Según Pablo Mareso, Brasil ya ha estado
haciendo algo similar con el más moderno mecanismo del mercado de
futuro del dólar. "El gobierno interviene en los mercados de
futuros del tipo de cambio, forzando a la baja el precio futuro del
dólar para disminuir el costo del endeudamiento de las firmas",
afirmó el experto.
"De
esta forma, las empresas suscriben contratos que les permiten evadir
el riesgo cambiario y evitar el impacto de una devaluación como la
que ocurrió el año pasado". "Sin esta protección, la
devaluación del real podría generar un riesgo sistémico de
quiebras ya que las compañías tienen ingresos en moneda doméstica,
pero los préstamos están nominados en moneda extranjera",
agregó.
"Como
el que se hace cargo de la diferencia entre el precio pactado y el
precio efectivo es el Banco Central, esto tiene un costo para el
Banco", le dijo a BBC Mundo. El propio Fondo Monetario
Internacional (FMI) ya ha advertido sobre este mecanismo.
Recientemente alertó que "los mercados emergentes se deben
preparar para un alza en las quiebras corporativas".
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