11 de junio de 2016
German Saltrón Negretti
Existe
la creencia que el hambre mundial que nos afecta, se debe al sistema
capitalista salvaje e injusto que vende los alimentos producidos por
las transnacionales, en la bolsa de valores de Nueva York con
sobreprecio, a infraestructuras insuficientes y problemas
ambientales. Estas dificultades influyen en el problema, pero esta
situación lo agrava más el gobierno imperialista de EE.UU, porque
utilizan el hambre como arma de guerra para derrocar gobiernos que
consideran sus enemigos.
Desde
que surgió el imperio romano, esa táctica de guerra se viene
empleando. No requiere mayores gastos en armas y en poco tiempo se
someten a poblaciones. Se utiliza hoy, con asedios económicos y
financieros. Los países imperiales manipulan la caída de los
precios de sus productos de exportación para tal fin. Estos países
organizan dentro del país asediado, a empresas nacionales y
extranjeras que fomentan la guerra económica interna para
desestabilizar la economía del país que le interesa, caso Venezuela
en las actuales circunstancias, para apoderarse de sus reservas
petroleras.
Los
Estados progresistas del Medio Oriente ha sido victimas de estas
guerras imperiales, los combatientes mercenarios usan cada vez más
el hambre como arma. En Siria, Yemen e Irak, hay millones de personas
sumidas en la hambruna, que apenas sobreviven con la poca ayuda
internacional que les llega. Los niños y niñas están en estado de
desnutrición y los padres venden sus bienes para conseguir
suministros elementales. Las personas en medio de su desesperación
buscan cruzar el mar Mediterráneo en balsas y han muertos
aproximadamente 10 mil personas entre 2015 y 2016. Se considera que
los refugiados por las guerras causadas por EE.UU y la OTAN, en el
Medio Oriente pueden alcanzar 100 millones de personas.
El
Derecho Internacional Humanitario prohíbe utilizar el hambre, como
método de guerra pero, EE.UU continúan aplicándolos. A la
República Bolivariana de Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador y
Bolivia nos mantienen en asedio político y económico. Cuba tiene más
de 50 años de bloqueo económico, pero los pueblos Latinoamericanos
y Caribeños junto con la comunidad internacional lucharemos por
nuestra independencia y con la ayuda de los países soberanos del
mundo, venceremos.
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