02 de junio de 2016
Crédito: alai
Agencia Latinoamericana de Información
Agencia Latinoamericana de Información
El
pasado 20 de mayo los cancilleres de Uruguay, Chile y Argentina
exhortaron al “reencuentro nacional” en Venezuela asegurando que
de ningún modo pretenden interferir en los asuntos internos, pero
que se ven interpelados a actuar como mediadores en virtud de las
“crecientes tensiones entre el presidente Nicolás Maduro y la
oposición, que busca su salida del Gobierno”[1]. Según Reuters,
esta exhortación se dio a conocer en el momento en que las Fuerzas
Armadas venezolanas realizaban ejercicios militares, arrojando dudas
sobre lo que podrían llegar a hacer en apoyo al presidente[2].
Con
respecto al pedido de los cancilleres, es llamativo el modo en que se
hace referencia con total impunidad al hecho de que la oposición
busque la salida de Maduro del gobierno. Esta solicitud, hasta ahora
muy clara por parte del gobierno de EEUU y de la derecha española[3],
ahora encuentra eco en países del Cono Sur, lo que muestra un cambio
importante en el escenario regional al que merece estar atentos. Por
el momento, es importante aclarar que el apoyo al pedido de la
oposición venezolana atenta contra las bases de la democracia
liberal procedimental (pues Maduro fue elegido por la mayoría de los
venezolanos por medio de elecciones libres) y se realiza en el marco
de la presión de la Asamblea Nacional (donde la oposición es
mayoritaria) para llevar a cabo un referendo que permita apartar al
presidente de su cargo. Como bien se ha publicado y especificado,
esto es poco probable considerando los tiempos institucionales que
requiere este proceso[4]. Tal vez por eso suenan con más estruendo
los “tambores de guerra” de la oposición que ha encontrado un
fuerte aliado en la prensa internacional que construye y difunde una
realidad sobre Venezuela que es asumida como indiscutible. Desde The
New York Times hasta The
Guardian,
pasando por El País, dedican espacio en sus publicaciones para
criticar, la mayoría de las veces sin fundamento, al gobierno
venezolano. El diario El Mundo de España, apunta que es hora de que
“la comunidad internacional intensifique las presiones diplomáticas
y políticas (…) y trate de aislar al régimen de Maduro para
obligarle a renunciar (…) En caso contrario, existe el riesgo real
de un estallido de la violencia”[5]. Si de veras hubiera
preocupación por parte de la “comunidad internacional” sobre el
devenir de Venezuela, deberían por lo menos buscar preservar la
democracia y dejar de invocar el derrocamiento del presidente de
turno.
En
cuanto al ejercicio de militares venezolanos, si lo que preocupa es
el potencial rol de las FFAA venezolanas en procesos
“antidemocráticos”, habría que considerar entonces los
siguientes datos que figuran en la declaración ante el Congreso
estadounidense del Jefe del Comando Sur, Almirante Kurt Tidd, en
marzo de 2016 donde se especifican las operaciones de este Comando
durante el 2015 en América Latina [6]. Recordemos que las
Fuerzas Armadas estadounidenses son fuerzas extranjeras “cooperando”
en territorio latinoamericano. A continuación se enumeran algunos
objetivos, programas y actividades, señalando aspectos que nos
parecen sugerentes:
-
Contrarrestar el Crimen Trasnacional Organizado: se llevaron a cabo
entrenamientos tácticos en Guatemala, Honduras y El Salvador en
control de fronteras; actividades de puestos de comando; apoyo en
información; operaciones de logística (p. 27). Caben serias dudas
sobre a qué se refieren con “contrarrestar” este tipo de crimen,
cuando lo que se percibe en la región es un exponencial aumento del
mismo junto con un incremento de la violencia.
-
Cooperación en Información sobre seguridad: se realizaron
intercambios, charlas de especialistas y reuniones bilaterales con
militares de Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia, Chile y Perú
para mejorar la capacidad en la recolección de información (p. 27).
Esto implica que, por ejemplo, las FFAA de EEUU podrían tener acceso
directo a información de lo que ocurre en las fronteras de estos
Estados.
-
Relaciones cívico-militares: se realizaron intercambios con Brasil,
Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Perú, Colombia y Chile
(p.27). Estos encuentros de “capacitación” pueden ser también
entendidos como “adoctrinamiento”, no sólo en materia militar
sino respecto de los “valores” que hay que proteger –que tal
vez tengan poco que ver con las necesidades y deseos de los pueblos
latinoamericanos.
-
Asistencia Humanitaria: el US
Army South del
Comando Sur llevó a cabo 21 proyectos en 2015 para “responder a
desastres naturales y otras crisis, reforzar la seguridad ciudadana y
mantener la estabilidad en países determinados a lo largo de la
región” (p.28). Es fundamental subrayar que en el marco de la
asistencia humanitaria está el objetivo de mantener la
“estabilidad”. Eso levanta sospechas sobre por qué FFAA
extranjeras tienen capacidad para decidir qué es inestabilidad y
tomar decisiones al respecto.
-
El programa Nuevos Horizontes en Honduras: el Air
Force South del
Comando Sur entrenó a 120 militares y desplegó una serie de tareas
asistencia humanitaria (p. 31). De hecho el Comando Sur tiene su
mayor presencia en América Latina en la base Soto Cano, Palmerola.
Honduras. Recientemente han proliferado las denuncias sobre el
vínculo entre la militarización de Honduras y la criminalización
de militantes y movimientos sociales.
-
Cooperación en escenarios de Seguridad: para compartir los objetivos
de seguridad en el combate al crimen transnacional organizado se
brindó entrenamiento a los países socios, con una presencia
permanente de equipos de cooperación en seguridad en Belice, El
Salvador, Guatemala y Honduras. Esto fue llevado a cabo con el apoyo
del cuerpo de Marines Colombianos por medio del Plan de Acción de
EEUU y Colombia (p. 32). Es clave la articulación entre FFAA
estadounidenses y FFAA colombianas, de cara a los Procesos de Paz y
considerando el cerco a Venezuela.
-
Destacamento de Marines: El Marine
Corps Forces South desplegó
35 marines en Guatemala y Hondura en apoyo a las fuerzas
estadounidenses del Comando Norte (p. 32). Los marines operan en
Centroamérica del mismo modo que si estuvieran en territorio
estadounidense.
UNITAS-Amphibious
2015: entre el 14 y el 25 de noviembre de 2015 aproximadamente 1000
militares de Brasil, Canadá, Chile, Colombia, México, Paraguay,
Perú y los EEUU participaron en ejercicios de entrenamiento en
tierra combinados en Ilha do Governador e Ihla de Marambia en Brasil,
para mejorar las operaciones en asistencia humanitaria y en caso de
desastres naturales. Estos ejercicios financiados por EEUU
desarrollan y mantienen relaciones que mejoran la capacidad de las
fuerzas de seguridad de alcanzar las metas de seguridad regional
deseadas (p.33). Es sugerente el rol primordial de Brasil en los
ejercicios de entrenamiento conjunto y lo relativo a lograr las
mencionadas metas ¿cuáles serán estas? y ¿deseadas por quiénes?
Tradewinds
fase II: llevado a cabo en junio de 2015 en Belice, con la presencia
de Canadá y países del Caribe. Se trata de ejercicios de
entrenamiento de campo combinados para combatir al crimen organizado
y promover las operaciones multinacionales. Participaron 400
militares en ejercicios durante nueve días destinados a
entrenamiento en: comando y control, tácticas en la selva, apoyo
militar a la implementación de la ley, tiro instintivo, entre otros
(p. 33). Considerando que buena parte del entrenamiento de los
militares de diferentes países de América Latina se orienta a la
lucha antinarcóticos, es sugerente que el narcotráfico continúe
creciendo exponencialmente en la región. Varios think-tanks
estadounidenses y académicos de ese país advierten sobre el fracaso
y los tremendos daños “colaterales” de la militarización para
combatir al narcotráfico.
En
agosto de 2015 se realizó la Conferencia de los Marines Líderes de
las Américas en Cartagena (Colombia) para promover el intercambio
entre las fuerzas navales del hemisferio. Los anfitriones fueron
marines de Estados Unidos y Colombia y asistieron marines de 15
países del Hemisferio (p. 33). Se visualiza nuevamente en este caso
la mancuerna EEUU-Colombia, que emana del supuesto “éxito” del
Plan Colombia para combatir el narcotráfico (¿o será el éxito
para combatir a todos aquellos grupos, movimientos y sujetos que se
oponen al neoliberalismo en Colombia?).
Otro
evento anual fue el PANAMAX, en el que se realizaron ejercicios
financiados por el Comando Sur para garantizar el apoyo de 19 países
aliados a Panamá para la protección de lo que transita por el Canal
y para “asegurar” la neutralidad y soberanía de este país (p.
35). Lo de la soberanía panameña deja mucho que desear y lo que
queda claro es que EEUU sigue controlando militarmente Panamá.
Por
último pero muy sugerente, en el marco de programas de “Construcción
de capacidades para los países socios” se realizaron prácticas
entre fuerzas anti-terroristas de EEUU y de Brasil para operar en
escenarios complejos y EEUU asistió a las Fuerzas Armadas brasileñas
para mejorar su preparación de cara a los Juegos Olímpicos (p. 34).
Habrá que estar atentos al rol que asumen la policía y las FFAA
brasileñas frente a las previsibles protestas durante las
Olimpíadas, ahora que la derecha se ha apropiado de los aparatos del
Estado de ese país.
A
esto debemos sumar la preocupante noticia sobre la preparación del
Comando Sur desde Honduras para una posible invasión a Venezuela.
Según trascendió, las Fuerzas Especiales estadounidenses
concentradas en la mencionada base militar de Palmerola en Honduras,
serían trasladadas para intervenir en Venezuela, tal como lo expresa
Kurt Tidd en un documento firmado por él en febrero de 2016 bajo el
título "Operación Venezuela Freedom-2” –que es la
continuación de los operativos contra Venezuela implementados
durante la gestión de John Kelly como Comandante del Comando Sur[7].
Claro que esto no aparece en la declaración al Congreso que hemos
revisado, donde Tidd solo hace referencia a que la Fuerza de Tareas
Conjuntas Bravo en Soto Cano: “todo tipo de tareas vinculadas a
combatir el narcotráfico, asistir en caso de desastres naturales y
asistir en salud y otros aspectos de “desarrollo” (p. 26).
Además, en la Operación Venezuela Freedom 2, se establecen las
acciones que debe desarrollar la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
para facilitar la intervención extranjera en Venezuela y los aportes
que se harán desde los EEUU[8]. Esto último puede ayudar a disipar
las dudas sobre “qué tiene que ver el gobierno de EEUU con la
derecha venezolana”.
El
otro dato es la posible apertura de bases militares estadounidenses
en Argentina, en la triple frontera y Tierra del Fuego[9]. Esto se
suma a las más de 70 bases militares con presencia estadounidense en
la región, en clara continuidad con el escenario –supuestamente
caduco– de Guerra Fría.
Lo
enumerado hasta aquí deja mucho que desear con respecto a la
visibilidad y acoso perpetrado contra el gobierno de Maduro y la
escasa o nula mención a la presencia de fuerzas militares
extranjeras en territorios nacionales, como lo es el caso de las FFAA
estadounidenses a través del Comando Sur. Por otra parte, si lo que
preocupa es el “estallido de violencia” y la inestabilidad en
Venezuela, los datos expuestos nos llevan a preguntarnos si no será
justamente ese escenario el deseado por las FFAA estadounidenses y
sus aliados para justificar una nueva intervención “en nombre de
la democracia” en América Latina.
Notas
[1] Vale
destacar que esta posición de los Cancilleres no coinciden
necesariamente con la postura de diversos sectores políticos en
dichos países. Por ejemplo, el 25 de mayo representantes de los
partidos Socialista y Comunista de Venezuela y Uruguay se reunieron
este miércoles en Montevideo para estrechar lazos de unión. En la
reunión participaron dirigentes del Partido Comunista de Uruguay y
del Movimiento de Participación
Popular http://www.telesurtv.net/news/Toldas-socialistas-de-Venezuela-y-Uruguay-fortalecen-relaciones-20160525-0050.html
[5]http://www.elmundo.es/opinion/2016/05/16/5738bc75468aeb26418b4592.html?cid=MNOT23801&s_kw=maduro_lleva_a_venezuela_al_borde_del_estallido_social
[9] http://www.elcomercial.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=199640:autorizarian-una-base-militar-de-estados-unidos-en-la-triple-frontera&catid=9:edicion-digital&Itemid=65
Silvina
M. Romano/CELAG
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