02 de junio de 2016
Crédito: TelesurTv
El
Gobierno provisional de Michel Temer está preocupado por la
posibilidad de no conseguir los votos necesarios para la destitución
definitiva de la presidenta Dilma Rousseff.
El
ministro de la Casa Civil del Gobierno provisional de Brasil, Eliseu
Padilha, aseguró que el mandatario Michel Temer está “preocupado”
con la posibilidad de que la presidenta Dilma Rousseff retome su
cargo, al no conseguir los 54 votos necesarios para concretar el
juicio político que inició el Senado en su contra.
"Preocupa,
sí. Hay preocupación", declaró Padilha en una rueda de
prensa, luego de que se conociera que algunos senadores podrían
cambiar su posición sobre el juicio político contra Rousseff
y votarían en contra de su posible destitución.
"Hemos
escuchado muchas manifestaciones aunque en teoría, no esperábamos
que sucediera", añadió el ministro de Temer. Por otro lado,
apuntó que el Senado “acaba haciendo” lo que los brasileños
quieren y aseguró que no tiene “ninguna duda de que no hubo cambio
(de opinión) en la sociedad brasileña con respecto a este tema”.
Padilha
indicó que el Gobierno de Temer también “debe hacer su parte” y
recobrar la confianza de la sociedad y los inversores en el futuro de
Brasil y sus instituciones.
El dato: El Senado de Brasil, en medio de disputas, decidió este jueves no votar por el calendario del juicio político a la mandataria Dilma Rousseff, por lo que la comisión especial decidió esperar la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF).
La comisión especial de juicio político contra la presidenta brasileña rechazó la utilización por parte de la defensa de las grabaciones difundidas en los últimos días, en la que dos ministros del presidente provisional Michel Temer criticaban la investigación Lava Jato.
En
contexto
Desde
que salió a la luz pública el caso de corrupción en
Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta
Dilma Rousseff y a los miembros del Partido de los Trabajadores (PT)
para impedir que se mantengan al frente del Gobierno.
Pese
a la falta de una base legal para realizar un juicio político en
contra de Rousseff, el pasado 17 de abril la Cámara de
Diputados aprobó el pedido de impeachment con 367 votos a
favor, 137 en contra, siete abstenciones y dos ausentes.
Posteriormente,
el Senado de Brasil aprobó el proceso de juicio político contra la
presidenta el pasado 12 de mayo con 55 votos a favor, 22 en
contra y 1 abstención (de 78 de los 81 miembros del cuerpo
colegiado).
En
este lapso las autoridades brasileñas deberán encontrar las
pruebas contra la mandataria que no fueron presentadas ni en la
Cámara baja ni en el Senado.
La
acusación central de la oposición contra Rousseff para justificar
un juicio político es la supuesta violación de normas fiscales al
maquillar el déficit presupuestario de 2015.
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