06 de junio de 2016
Crédito: TelesurTv
A
continuación operaciones brutales de la CIA que nos deja en claro
que hoy Estados Unidos sigue con sus mismas actitudes.
La
CIA tiene una historia larga de intervenciones violentas en
demasiados países alrededor del mundo. Utilizan a ONG disfrazadas
de organizaciones para la democracia, libertad y desarrollo
económico. Pero lo que hacen en realidad es sobornar a personas
influyentes y claves dentro de los países que quieren explotar, ya
sea por sus riquezas naturales, por su geografía estratégica o por
sus posturas anti-estadounidenses.
Para
lograr sus objetivos recurren al secuestro de líderes, incluyendo
sociales, políticos, económicos y militares. De ser necesario, los
asesinan. Si esto no funciona, se infiltran en los todos los rincones
de la sociedad para causar desestabilización, incitar a la violencia
y causar crisis sociales y económicas para provocar disturbios e
irritación de los pueblos en contra de los gobiernos que quieren
derrocar.
Todo
está comprobado en documentos desclasificados o que se han filtrado
a los medios. WikiLeaks, por ejemplo, ha hecho una gran labor de
informar sobre estas operaciones con documentos que han obtenido de
fuentes anónimas.
A
continuación 10 grandes operaciones sucias de la CIA en
Latinoamérica:
1.
Guatemala en 1954
En
1944, la violenta y sangrienta dictadura de Jorge Ubico, apoyado por
Estados Unidos, fue derrocada por un levantamiento popular, harto de
las brutales injusticias. En realidad, el país había sido gobernado
hasta ese momento por la The United Fruit Company, una compañía
títere de Washington que tenía esclavizada a la población. Le
arrebataron sus tierras a los campesinos y los obligaron a trabajar
sus propias parcelas por migajas. El que no obedecía era brutalmente
castigado por una fuerza policial a la orden de la presunta empresa
agrícola estadounidense.
La
tranquilidad volvió a Guatemala, pero duró 10 años solamente antes
que el presidente Dwight Eisenhower implementara el plan para
derrocar al gobierno. En 1954, la CIA lanzó PBSuccess. La capital
guatemalteca fue bombardeada por aviones estadounidenses. El joven
Ernesto Che Guevara le tocó ver la brutalidad de primera mano.
Cientos de líderes campesinos fueron ejecutados por los títeres
militares de Washington. Y entonces se vino la Guerra Civil
Guatemalteca y muchas comunidades campesinas e indígenas mayas
fueron masacradas. Al final de la intervención dirigida por la CIA
habían muerto 200 mil personas. Las empresas estadounidenses
volvieron a ser lucrativas en el país centroamericano y Washington
estaba feliz.
2.
Haití en 1959
Haití es
igual de estratégico para Estados Unidos como lo son República
Dominicana y Cuba, así que Washington no titubea cada vez que mengua
su poder en la región caribeña. Por ningún motivo Estados Unidos
permitiría que los gobiernos de la zona se inclinen hacia la
izquierda, y de eso que no suceda se encarga la CIA. Claro, Cuba es
un ejemplo de resistencia y desde 1959 se ha resistido a los embates
estadounidenses. En 1959, en Haití un levantamiento popular surgió
contra el brutal títere dictador de Estados Unidos, Francois
Duvalier. La CIA lo impidió. Duvalier creó un ejército con apoyo
de Washington para actuar con violenta represión en contra de
comunidades provincianas. Duvalier y su hijo, Jean Claude Duvalier,
quien heredó la dictadura, ordenaron masacres difíciles de
describir por su profunda y sangrienta crueldad. Más de 100 mil
personas fueron asesinadas. Cuando en 1986 se vino una rebelión
incontrolable ahora sí, un avión de la Fuerza Aérea de Estados
Unidos rescató a Jean Claude Duvalier y se lo llevó a vivir
tranquilamente a Francia.
3.
Brasil en 1964
El
año 1964 fue un año de cambios increíbles en Brasil. El presidente
democráticamente electo, Joao Goulart, implementó su “Plan
Básico de Reforma”. Aunque Estados Unidos siempre ha basado su
control sobre pueblos ajenos al suyo en mantenerlos en la ignorancia,
había un cambio que de verdad le molestó: un reforma fiscal
que menguaría las ganancias de las corporaciones
multinacionales de Estados Unidos y sus aliados. Claro, también les
molestaba que otra reforma devolviera tierras a sus dueños legítimos
y repartiría otras a personas pobres.
Entonces,
la CIA entró en acción y derrocó al gobierno de Goulart en 1964 e
instaló una dictadura brutal más que duró 19 años. Durante el
régimen, miles fueron torturados y cientos ejecutados. También se
encargaron de eliminar a todos aquellos que tuvieran pensamientos
izquierdistas, y en especial, marxistas.
4.
Uruguay en 1969
Durante
los sesenta, movimientos revolucionarios se esparcían por
Latinoamérica. Uruguay estaba hundido en una crisis. Surgieron los
enemigos más grandes de Estados Unidos en este país
latinoamericano: los Tupamaros, una guerrilla revolucionaria urbana.
José Mujica formaba parte de ella y su esposa Lucía
Topolansky también. Washington se empeñó en detenerlos
por la influencia y poder que estaba adquiriendo el grupo. Nelson
Rockefeller fue a Uruguay para observar que efectivamente se extendía
un sentimiento anti-yanqui y regresó a Washington para alertar que
algo necesitaba hacerse con carácter de urgente. Y la CIA respondió
enviando a su agente Dan Mitrione al país Sudamericano. Entrenó a
las fuerzas policiales en tortura y otras cosas macabras,
indescriptibles. Entonces, con ayuda de la CIA se instaló un
dictadura militar a la orden de Juan María Bordaberry, quien gobernó
Uruguay bajo instrucción directa de Washington durante 12 años.
Mató a cientos de personas, torturaron a decenas de miles. La
represión era tan brutal que los uruguayos tenían miedo hasta de
bailar.
5.
Bolivia en 1971
Las
riquezas mineras de Latinoamérica es la envidia de Estados Unidos y
hacen todo en su poder para controlarla. Por décadas, las
corporaciones estadounidenses mantuvieron vastas regiones de Chile,
Bolivia y Perú en la esclavitud absoluta. Cuando los esclavizados se
atrevían a rebelarse eran aniquilados de inmediato por montones. El
Che Guevara viajó a Bolivia y se encargó de incitar a la revolución
en 1967. Para esas fechas, las mineras extraccioncitas de Estados
Unidos mantenían en la esclavitud hasta los hijos de sus peones. Dos
años después, el Che fue asesinado por la CIA. Y luego, ya si un
líder que les estorbara de por medio, Estados Unidos instauró
una junta militar.
Pero
de nuevo las cosas se les voltearon a los de Washington. Tomó el
poder el general Juan José Torres y trajo consigo reformas para los
trabajadores y los pobres. Los bolivianos estaban ilusionadísimos,
pero la CIA no y para llevar a cabo sus sucias instrucciones
reclutaron al general Hugo Banzer. Él lideró un golpe contra Torres
y en 1971 inició su violenta dictadura. Mandó a torturar a un
sinnúmero de opositores y a ejecutar a cientos de líderes políticos
influyentes. Encarceló a otros 8,000, todo bajo anuencia de
Washington.
6.
Chile en 1973
Otro
país brutalmente explotado por las corporaciones estadounidenses.
Otro país hundido en la miseria por Washington. Otro país más en
que la CIA movió todo para desprestigiar en los medios de
comunicación nacionales e internacionales al gobierno del presidente
Salvador Allende. Extorsión, tortura, encarcelamiento y asesinato
como medida para acallar a los anti-yanquis. Provocar escasez para
que el pueblo confrontara al gobierno no deseado por Estados Unidos,
particularmente, porque nacionalizó lo que ese país norteamericano
más envidia de los demás: sus riquezas mineras. Pero también le
irritó muchísimo a Estados Unidos que Allende les diera casa y
educación a millones de personas. Entonces, lo mismo que hoy sigue
haciendo en todo el mundo: planear un golpe de estado y, de ser
necesario, antes causar miseria en todo el país. Y el 11 de
septiembre de 1973, general Augusto Pinochet lideró el golpe de
estado con toda el apoyo de la CIA, incluyendo armas y equipo militar
blindado.
Aviones
de guerra bombardearon el palacio presidencial. Asesinaron a Allende,
quien antes de morir diría a su pueblo: ¡Yo no voy a renunciar!
Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad
del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que
hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos,
no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán
avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el
crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los
pueblos.” Pinochet gobernó los siguientes 17 años. Mandó
encarcelar a 80 mil personas; tortura a 30 mil, y asesinar a 3 mil
200.
7.
Argentina en 1976
Los
argentinos vivieron la dictadura más sangrienta de América del Sur.
Es traumante el simple hecho de leer las atrocidades que se
cometieron. Campos de concentración, centros de tortura, masacres,
violaciones, golpizas a mujeres embarazadas y ejecuciones de niños y
niñas. En total, 30 mil personas fueron ejecutadas. Detrás de todo,
la CIA. En 1973, Argentina resistía una crisis política tan grave
que el presidente Juan Perón se desmoronó y murió de un ataque al
corazón en 1974. Su esposa, Eva Perón, tomó el poder sólo
para enfrentar conflictos hasta dentro de su propio partido
Peronista.
La
CIA esperó sigilosamente hasta 1976, cuando la situación que la
agencia misma generó era tan grave que su intervención sería
pan comido. No podía faltar un reclutamiento clave de costumbre. En
este caso, el general de nombre Jorge Rafael Videla. Y, de
nuevo, un golpe de estado en otro país latinoamericano y otra
dictadura títere de Estados Unidos. En esta ocasión, aparece como
supervisor de la desgracia el infame secretario de Estados, Henry
Kissinger. Lo demás es otra historia de genocidio y abusos de
derechos humanos con la anuencia de los desvergonzados e hipócritas
dueños del poder de Washington.
8. El
Salvador en 1980
Este
país centroamericano no sufrió menos bajo la intervención
estadounidense bajo la supervisión de ya sabemos quién: la CIA. Ya
Washington había apoyado una dictadura brutal que duró exactamente
50 años entre 1931 y 1981. Campesinos e indígenas fueron aplastados
sin piedad y a sangre helada. Más de 40 mil fue la cantidad de
masacrados.
Las cosas eran tan graves que se dio algo insólito
prácticamente. Sí, hasta la iglesia Católica intentó intervenir a
favor de los pobres. En esos entonces, El Salvador era controlado por
13 familias mafiosas que se habían apoderado de 50 por ciento del
territorio nacional. Las 13 familias estaban muy estrechamente
vinculadas adivinen a quién. ¡Cierto! A Washington. Y la CIA, por
si las moscas, entrenó bien al ejército y lo dotó de todo el
equipo letal necesario. Cuando la CIA se enteró que jesuitas
ayudaban a las masas, los mandaron a matar, pero también le pidieron
a Juan Pablo Segundo que hablar con el Arzobispo Oscar Arnulfo Romero
para pedirle que desistiera. Romero se negó y lo mataron durante una
misa en 1980. El Salvador fue hundido en una guerra civil de 12 años
que fue subvencionada por lka CIA. Para cuando terminó el flagelo,
más de 75 mil personas habían sido asesinadas, pero Estados Unidos
estaba feliz.
9.
Panamá en 1989
Insólito
también. Un agente de la CIA se vuelve dictador. Estamos hablando
del presidente Manuel “Cara de Piña” Noriega. Obvio que por su
ubicación geográfica, Panamá era de suma importancia para Estados
Unidos. Cuando el presidente Omar Torrijos intentó sacar a los
gringos del Canal de Panamá, la CIA colocó una bomba en su avión y
punto final al conflicto con él. En 1983, Noriega tomó el poder. Él
era narcotraficante además de agente de 30 años de la CIA. Para
Washington, no había problema con todo eso mientras Cara de Piña le
obedeciera. De hecho, presuntamente fue instrumental en el
Irán-Contra-Gate, mediante el cual se llevaba a vender cocaína a
comunidades Afro-Americanas de Los Ángeles para comprar armas en
Irán y entregárselas a los contras nicaragüenses.
Pero
el dinero y poder lo cambió a Noriega y se pensó por arriba de
todo. Obsesionado con el ese poder, Noriega desconoció al que sería
presidente que Estados Unidos quería para Nicaragua en 1989, es
decir, Guillermo Endara. En su lugar, Noriega designó a Francisco
Rodríguez y lo impuso a través de elecciones fraudulentas. También
hostigó a las bases militares de Estados Unidos en su país. Claro,
Estados Unidos no lo iba a permitir e invadió Panamá en diciembre
de 1989 y se llevó detenido a Noriega para encerrarle en una cárcel
estadounidense, pero antes mataron a 3 mil 500 civiles inocentes y 20
mil fueron desplazados.
10.
Perú en 1990
Por
último llegamos a Perú. Pero hay que entender que este sólo es el
final de esta lista, pero no de las acciones que sigue llevando a
cabo la CIA en toda Latinoamérica. Estos 10 caso que sirvan para
entender que Estados Unidos siempre ha sido igual y nunca cambiará.
Tomará las medidas que sean necesarias para ejercer su brutal,
violento, descarado, desmedido y genocida dominio en esta y todas las
regiones que considere pertinente.
En
Perú, otro agente de la CIA. Se trata de Alberto Fujimori que en
1990 resultó electo. Cómo ganó es una pregunta que todos deben
hacerse por qué se dice que era un mediocre en toda la
extensión de la palabra. No tenía ni preparación, ni ideas, ni
estrategias. Es más, no tenía ni influencia política ni mucho
menos carisma. Sin embargo, sí tuvo la inteligencia de hacerse
acompañar por un hombre de mucha inteligencia, un abogado de nombre
Vladimiro Montesinos, quien también era agente de la CIA Lo nombró
jefe del Servicio de Inteligencia Nacional. Se montó un grupo
paramilitar para asesinar a izquierdistas y marxistas. Disolvió al
Congreso y encarceló a todos los miembros de la Suprema Corte de
Justicia. La CIA financió todas las atrocidades. Ahora, Fujimori
está tras las rejas.
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