28 de marzo de 2016
Crédito: Aporrea.org
José Vicente Rangel
José Vicente Rangel
1) Dejemos
de lado las sutilezas. La situación ha llegado a tal extremo que se
impone un ejercicio de sinceridad. Se impone llamar las cosas por su
nombre y eludir las trampas semánticas con las que se pretende
encubrir lo que cada día es más evidente: los planes que están en
marcha para violentar el orden constitucional. Para derrocar al
presidente electo por el pueblo, Nicolás Maduro, con más de siete
millones y medio de sufragios.
2) Desde que Maduro
fue electo la oposición se trazó ese objetivo con carácter
prioritario. Tal actitud ha estado presente en numerosos episodios en
los cuales se expresa la voluntad del sector de desconocer las reglas
del sistema legal y democrático. El mandato popular es cuestionado
abiertamente, tanto en el discurso como en las acciones de calle. El
ataque a la economía es brutal, así como el desconocimiento de las
instituciones, la descalificación de los Poderes públicos,
Ejecutivo, Tribunal Supremo, Consejo Nacional Electoral, Fiscalía
General, al igual que la Contraloría General y el Banco Central. Una
persistente campaña de descrédito promovida, dentro y fuera del
país, con el objeto de proyectar una imagen caótica de Venezuela
-contada con falsedades de todo tipo-, es parte de la conjura que se
trama, de la que no hay precedentes. Nunca se había visto tanto
descaro para promover un golpe contra el Estado de derecho. Nunca el
lenguaje del liderazgo opositor tuvo la desfachatez de plantear el
derrocamiento de un presidente legítimo y constitucional como ocurre
en la actualidad.
3) La intención de salir, como
sea, de Maduro se manifiesta sin tapujos. Plantearlo se ha convertido
en rutina. Dirigentes políticos calificados y columnistas no pierden
oportunidad para señalar que la única solución a los problemas
nacionales es que Maduro abandone Miraflores. No importa la forma, ni
el mecanismo a utilizar, aún cuando por razones obvias se suele
acompañar la amenaza con la promesa tranquilizadora de que la vía
será "pacífica, democrática y constitucional". La
aclaratoria tiene la finalidad de engañar a la opinión pública,
pero si se escarba en lo que se propone aflora como único propósito
saltarse la Constitución para derrocar al Jefe del Estado.
4) El
guión del golpe contempla una etapa de saturación a través de los
medios de comunicación, redes sociales, partidos políticos, ciertas
instituciones, grupos económicos y la injerencia extranjera. No hay
ninguna novedad en su desarrollo, basta con remitirse a lo que fue la
conspiración, en 1973, contra el presidente Allende en Chile. Desde
luego, se han afinado ciertos aspectos de la operación, sobre todo
lo mediático y la plena vinculación del factor oposición interna y
centros de poder mundiales como EEUU y la Unión Europea. Al respecto
cabe señalar la actitud de Barack Obama. A sabiendas de que el plan
conspirativo avanza, pero que ciertos plazos y disposiciones legales
pudieran entrabar su ejecución, el presidente norteamericano decide,
de pronto, prorrogar su decreto declarando a Venezuela "amenaza
inusual y extraordinaria" para la seguridad de EEUU. Tal
decisión coincide con el incremento de los llamados de la oposición
interna a desalojar a Maduro de Miraflores. No se necesita mucha
agudeza política para detectar que la insólita señal, groseramente
injerencista del jefe de la potencia mundial, busca apresurar el
desenlace final. Seguramente que la decisión de Obama respecto al
decreto -y las posteriores declaraciones urgiendo a la instauración
de un nuevo gobierno en Venezuela-, fue influenciada por el
nerviosismo y la angustia que se ha apoderado de la oposición en las
últimas semanas instrumentalizada desde el norte. El golpe contra la
Constitución tiene la peculiaridad de esa relación espuria entre el
imperio y los pitiyanquis que estigmatizara, acertadamente. Mario
Briceño Iragorry. Es la última fase del golpe permanente, su
expresión terminal, cocinada a fuego lento.
LABERINTO
¿Se
gesta una mediación en el enfrentamiento gobierno nacional-oposición
a través de Unasur, recurriendo a la participación del expresidente
del gobierno español y dirigente del Psoe, Rodríguez Zapatero? Se
habla de avances en esa dirección, lo cual explicaría las descargas
de los grupos radicales de la oposición que apuestan al
derrocamiento de Maduro. Algunos comentaristas, columnistas y voceros
no oficiales de la MUD, han desatado fuertes críticas hacia la
política que adelanta este organismo. Lo acusan de no ejercer a
fondo la oposición, de debilidad ante el gobierno, de transar y de
evitar que la confrontación se agudice. Algo similar a lo que
ocurrió el 11-A: los radicales se impusieron y la oposición tomó
el atajo de la violencia con los resultados deplorables que todo el
país conoce…
Lo que sucede desde que asumió la
presidencia Nicolás Maduro, la rutinización de la conspiración, se
reproduce -casi con las mismas características- en Brasil. Sacar a
Dilma de la presidencia, apelando a la cloaca política, y cortar la
posibilidad de que Lula opte de nuevo a la presidencia, es el plan de
la derecha. En un impactante discurso con motivo de la designación
de Lula como ministro, la presidenta anunció que "el golpe está
en desarrollo". La respuesta de los trabajadores, las
organizaciones sociales y el PT, fue inmediata: millones de personas
se echaron a la calle…
A propósito de lo que sucede en
Brasil, que provoca el histerismo en la derecha latinoamericana, el
expresidente de Uruguay, "Pepe" Mujica, suministró a los
medios del sur una declaración de la que extraigo un pasaje: "La
derecha perdió toda racionalidad. No quiere entender que comiendo un
poco menos, igual sigue comiendo mucho. No quiere a Lula y al PT
porque rechaza la necesidad de que haya que repartir aunque sea un
poco. Están enceguecidos, están rabiosos. Cuando la derecha se
desmadra se hace fascistoide, y con su apuro por voltear al gobierno
no le dejan salida al país. Desde la humildad de mi vocecita le digo
a la derecha brasileña que sea un poco más inteligente, que sea
menos apasionada contra Lula". El mensaje es para toda la
derecha latinoamericana, y en torno a él debiera reflexionar,
especialmente, la venezolana…
El empresariado
tradicional, parasitario, beneficiado prioritario del rentismo
petrolero, debe estar preocupado por la actitud del nuevo tipo de
empresario que está surgiendo. Que responde con espíritu patriótico
a las medidas anunciadas por Maduro. También, por razones obvias,
debe preocupar a la MUD…
Durante el primer trimestre de
este año se intensificó una política de los EEUU hacia el Caribe y
Centroamérica, apuntalada en las Fuerzas Armadas, con visitas del
Comando Meridional/Sur y del Comandante de las Fuerzas Militares. De
esta manera, lo que se conoce con el nombre de "programas de
asistencia en seguridad", que comenzó en Honduras con la
participación del nuevo Jefe del Comando Sur, Almirante Kart Tidd, y
luego se proyectó en Jamaica con una reunión con líderes de 18
naciones caribeñas, El Salvador, y la presencia del general Joseph
Dunford, Comandante de las Fuerzas Militares de EEUU en Colombia. Un
aporte valioso para el conocimiento de este plan destinado a influir,
por la vía militar, en Centroamérica y el Caribe, es el libro del
General José Antonio Barrios, Director de la Escuela de Inteligencia
y Contrainteligencia "Daniel Florencio O’Leary", titulado
Compilación de Documentos Doctrinarios de los EEUU…
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