21 de marzo de 2016
Crédito: CATDM
Yorgos Mitralias
Yorgos Mitralias
Una
interrogación planea a partir de ahora sobre los Estados Unidos de
América, y por consiguiente sobre el mundo entero: ¿El sobresalto
popular sin precedentes provocado por la campaña de Bernie Sanders
podrá transformarse en un movimiento popular organizado que va a
sacudir el corazón de la superpotencia imperialista y cambiar el
curso de la historia?
Sin
duda esta interrogación va a sorprender al lector: ¿Un movimiento
popular en EEUU? ¿Y además “organizado”? ¿Que va a sacudir el
corazón de la superpotencia imperialista? ¿Pero es posible que
tales acontecimientos históricos se produzcan en EEUU y que nadie
diga una palabra en Europa? Es absolutamente normal que el lector se
muestre incrédulo. No es su culpa si falta tan cruelmente la
información: Es víctima de una auténtica campaña de
desinformación bien organizada a nivel planetario. Por cierto, no es
casualidad que incluso los más entendidos, aquellos que profundizan
en las informaciones, no hayan podido enterarse de que un senador
americano un poco “excéntrico”, que se presenta como
“socialista”, llamado Bernie Sanders, dé sorpresas una detrás
de otra y dificulte un poco el camino de Hillary Clinton hacia la
“nominación” del Partido Demócrata y hacia… la Casa Blanca. Y
punto…
¿Qué
diríais entonces si os dijera que des hace meses, este mismo Bernie
Sanders no para de proclamar que “esta campaña no es para que
Bernie Sanders sea elegido presidente. Es para que se cree en este
país un movimiento político popular” .
Y como él mismo explica cada día, el objetivo principal -si no
exclusivo- de su campaña es extraer de la marginalidad de la vida
política y social a los trabajadores y las trabajadoras, jóvenes,
minorías nacionales y sexuales oprimidas, a las mujeres, a los
agricultores pobres y medios, para que todos y todas juntas tomen
consciencia de su enorme fuerza para tomar las riendas de su destino
formando parte del “proceso político” ¡y creando un “movimiento
de masas” que hará posible la “revolución política”
predicada por el senador de Vermont!
Es
evidente que todo esto no tiene nada que ver con la imagen simplista,
incluso de los más informados de entre nosotros, que limitan el
“fenómeno Sanders” a sus sucesivas victorias electorales siempre
“imprevisibles” y a la progresión geométrica de su popularidad,
la cual hace un año no superaba el 3%, mientras que ¡hoy alcanza el
40-47%! Así que hay que hablar claro: No se trata de ver a Bernie
Sanders en la Casa Blanca, una eventualidad totalmente irrealista
(porque bastaría una de esas…. balas asesinas que jalonan las
tradiciones políticas americanas para que tal “milagro” fuera
evitado in extremis), sino de la perspectiva de ver despertarse a la
sociedad norteamericana y que se convierta en realidad el movimiento
de masas de sus ciudadanos oprimidos y hasta ahora mudos y
atomizados.
Evidentemente,
la creación de tal movimiento popular organizado constituye una
empresa gigantesca y terriblemente difícil. A propósito, su éxito
no depende solamente de la buena voluntad y disposición de Bernie
Sanders, como él mismo no para de repetir cuando advierte
cotidianamente a sus seguidores de no creer en los diversos
“salvadores”, sino solamente en sus propias fuerzas:
“Estas
elecciones no son para Bernie Sanders. Podéis tener el mejor
presidente de la historia del mundo -alguien valiente, inteligente y
audaz-. Esa persona no estará en condiciones de gestionar con éxito
las grandes crisis a las que nos enfrentamos si no hay un movimiento
político de masas -una revolución política- en este país” .
Lo
que es muy alentador es que ya hay miles de seguidores que sienten la
urgencia de tal movimiento independiente y se ponen a ello no sólo
en la teoría sino también en la práctica. Así asistimos desde
hace meses a la radicalización espectacular de sus partidarios y al
aumento continuo del número de quienes se declaran decididos a
abandonar el Partido Demócrata (la prensa da cuenta de varias
decenas de miles) o que no van a votar a Hillary Clinton ni a otro
candidato del “establishment” en el caso de que Bernie Sanders no
esté presente en la confrontación final de las elecciones
presidenciales. Según un sondeo reciente, ¡representan actualmente
un tercio (33%) de los partidarios de Sanders, mientras que no
superaban el 14% hace tres meses!
Lo
que es aún más importante es que actualmente se multiplican las
redes y las estructuras organizativas de toda condición de los
partidarios de Sanders que quieren seguir, coordinarse y actuar de
manera independiente, incluso después de las elecciones
presidenciales. De modo que por fuera de las estructuras
organizativas (más o menos “clásicas” en las campañas
electorales, pero que en este caso a menudo tienen congresos
nacionales con elecciones de delegados de base) reagrupando a todos
aquellos que están “con Bernie” como las “Mujeres”, los
“Jóvenes”, los “trabajadores”, los “veteranos”, los
“Africanos”, los “Latinos”, los “Socialistas” o los
“Judíos con Bernie”, los seguidores de Sanders se encuentran
también en numerosas organizaciones radicales como por ejemplo
“Revuelta contra la Plutocracia” o “Movement4Bernie”. Tanto
éstas como las organizaciones preexistentes de extrema izquierda o
ecosocialistas, los sindicatos obreros, los movimientos sociales como
por ejemplo el potente “Fight for $15” (Lucha por el salario
mínimo de 15 dólares) y redes sociales locales de ciudadanos
¡declaran abiertamente que ambicionan dar una continuidad
organizativa y movimentista a la campaña de Bernie Sanders!
Según
todos los sondeos y otras encuestas sobre su campaña (y las hay por
decenas), Bernie Sanders está apoyado por una gran mayoría de
ciudadanos de menos de 50 años, ¡y este apoyo se acerca o incluso
sobrepasa el 80% en la franja de edad entre 18 y 35 años! Cabe
destacar que este apoyo no es pasivo, sino entusiasta y activo.
Sin estos jóvenes activistas, la campaña de Bernie Sanders habría
sido prácticamente imposible, ya que ha arrancado sin un duro y ha
sido casi totalmente ignorado por los medios americanos…
Tras
los jóvenes, el segundo gran pilar de la campaña de Bernie Sanders
son los trabajadores. Se trata principalmente de “trabajadores
blancos” que, en la mayoría de los casos, desconfían de unas
burocracias sindicales que han optado o por apoyar a Hillary Clinton,
o por permanecer neutrales. No obstante hay que remarcar que muy
recientemente, se ha visto crecer espectacularmente la parte de los
trabajadores “Latinos” que se han pasado al bando de Sanders,
mientras que se asiste a un principio -muy alentador- de emancipación
de los trabajadores afroamericanos del “establishment” del
Partido Demócrata en el norte industrial del país.
Como
afirma la prestigiosa revista americana de izquierdas The
Nation (¡fundada en 1865!) en una larga y detallada encuesta
centrada en el Estado de Florida, la
campaña de Bernie Sanders tiene tres pilares: el movimiento Occupy
Wall Street, el ala izquierda del movimiento sindical y los
“Progressive Democrats” .
Por tanto, no es casualidad que estos “tres pilares” y sus
activistas ¡trabajen ya por la transformación de la campaña
electoral en movimiento radical de masas independiente del Partido
Demócrata! Según el reportaje de The Nation (con un
título y un subtítulo evocadores “Vencedora o vencida, la campaña
de Sanders está construyendo un movimiento en Florida - Cuando
Sanders dice que no se trata de la elección de un presidente, lo
piensa realmente, como sus seguidores”), ¡este movimiento está
incluso preparándose para presentar a sus propios candidatos a las
diversas elecciones locales que se avecinan!…
En
general, lo que impresiona al ciudadano de izquierdas europeo
acostumbrado desde hace siglos a los mítines -electorales y otros-
rutinarios, esqueléticos, indoloros e incoloros de su propia
Izquierda, es el extraordinario entusiasmo de los participantes en
los mítines de Bernie Sanders, que ¡se cuentan a menudo por decenas
de miles! ¡Y hay que tener en cuenta que este Sanders de 74 años
(!) ha dado cientos, hasta 4-5 al día, recorriéndose los EEUU de
una punta a otra! Se trata, sin duda, de una auténtica explosión
popular que combina la combatividad con una emoción debida al hecho
de que la gente tiene el sentimiento de participar en un
acontecimiento esperado desde hace largo tiempo de dimensiones
“históricas”. Y todo esto sin demagogia ni consignas fáciles,
sino con un Bernie Sanders dirigiéndose al instinto de clase y a la
inteligencia de los participantes y siempre martilleando que no hay
que creer en los “salvadores”, sino sólo en la fuerza colectiva
de “los de abajo”. |1|Traduccion:
Fatima Martin
Notas
|1|
Como siempre es preferible juzgar, aquí van dos enlaces de los
discursos de Bernie Sanders. El primero es el vídeo, de una duración
de 5,5 minutos, de su rueda de prensa en el Senado americano, a
finales de julio de 2015, y dedicada por completo a la crisis de la
deuda griega, a la tragedia del pueblo griego, y a sus verdugos,
entre los cuales se encuentra el FMI (ver también nuestro artículo
de noviembre pasado
: http://cadtm.org/Bernie-Sanders-el-Sr-Voutsis-y-el). El
segundo vídeo, de una duración de 15 minutos, es de un discurso
electoral, como tantos otros, que aclara el contenido y la forma de
la campaña de Bernie Sanders. Los dos vídeos están en inglés con
subtítulos griegos:
https://www.youtube.com/watch?v=-FH...
https://youtu.be/hnaZ3F6C5Go
No hay comentarios:
Publicar un comentario