miércoles, 21 de mayo de 2014

SURÁFRICA NEGRA

Por: Los Domingos de Eleazar Díaz Rangel. 

Para entregarle el poder al negro electo, los blancos negociaron con tal fuerza que impusieron todos sus criterios. Supongo que habrán leído informaciones sobre Suráfrica a propósito de sus elecciones parlamentarias. Se deslizaban hechos desconocidos como, por ejemplo, que hoy existe más desigualdad, más corrupción y desempleo (24%) que hace 20 años. Entonces, 20% de la población estaba desempleada, hoy es 25%. 80% de las tierras está en manos de los blancos, pese a que 80% de la población es negra. En general, las condiciones de vida de la mayoría son peores de las que tenían al terminar la segregación y ser electo Nelson Mandela como su primer Presidente negro.

El partido Congreso Nacional volvió a ganar, con más de 50%, pero esta vez se presentó dividido, y el presidente que seguramente será reelecto, Jacob Zuma, está acusado de corrupción. Naomi Klein, en La doctrina Shock, el auge del capitalismo del desastre (libro que les recomiendo ampliamente), en el capítulo sobre el gobierno de Mandela, “La democracia que nació encadenada”, afirma que en enero de 1990, prisionero en la isla de Robben, escribió: “La nacionalización de las minas, la banca y los monopolios, y cualquier cambio o modificación de nuestras opiniones en este sentido es del todo inconcebible. El empoderamiento económico de los negros es una meta que suscribimos y promovemos sin reservas y, en nuestra situación, el control estatal de ciertos sectores de la economía es inevitable”. Dos semanas después, Mandela salía de prisión (…)

Para entregarle el poder al negro electo, los blancos negociaron con tal fuerza que impusieron todos sus criterios, el Banco Central y el Ministerio de Finanzas, por ejemplo, quedaron en manos de los mismos que los habían dirigido durante la segregación. Nada de redistribuir tierras, de planes de salud, de mejorar el empleo, de construir viviendas y escuelas, aumentar el salario mínimo, en fin, que las principales elementales reivindicaciones del partido del Congreso (ANC) las echaron por tierra, el presupuesto había que emplearlo en pagar una enorme deuda. 

Uno de los líderes negros, Rassool Snyman, le describió la trampa a Klein: “Nunca nos liberaron. Lo único que hicieron fue quitarnos la cadena del cuello para ponérnosla en los tobillos”. Apenas electo presidente, Mandela reconoció “En nuestras políticas económicas no hay una sola referencia a cuestiones como la nacionalización, y eso no es por accidente”, por eso The Wall Street Journal escribió: “…el señor Mandela se ha mostrado estos días más próximo a Margaret Thatcher que al socialista revolucionario por el que antaño se le tenía”.

En los primeros 12 años de gobierno se duplicó el número de personas con ingresos diarios inferiores a un dólar; pasó de 2 millones en 1990 a cuatro millones en 2006, pero “…quizás la siguiente sea la estadística más impactante de todas: desde 1990, año en que Mandela salió de la cárcel, la esperanza de vida de los surafricanos ha descendido en 13 años” (NK).

Parece que, en realidad, la única conquista de la Suráfrica negra fue la igualdad racial y creer que tenían el gobierno. El poder sigue en manos de la minoría blanca. 

SITUACIÓN POLÍTICA EN VENEZUELA. 

El Departamento de Estado estudia sanciones contra Venezuela y contra funcionarios del Gobierno. Lo anunció en la Comisión de Política Exterior del Senado Roberta Jacobson, la subsecretaria de Estado para Asuntos Interamericanos, y les dijo que tienen en suspenso esas medidas por petición de la oposición venezolana, aunque otros opositores están de acuerdo con las sanciones. De manera que, guiados por los primeros, aplazaron la decisión. Reaccionó la MUD, le pidió a Roberta que aclarara, pues ellos no habían opinado sobre ese asunto. Seguramente es así, pero el Departamento de Estado recibió opiniones de miembros de la MUD a favor y en contra. Por supuesto, no les responderá.

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