08 de marzo de 2016
Crédito: RT
Donald
Trump es "EE.UU. despojado de los bordados, la finura y los
bellos envoltorios", afirma el periodista y analista John Wight.
Los
analistas estadunidenses aseguran que Donald
Trump es una aberración, un candidato que está en
contradicción con la moral alta y las ideas asociadas a la Casa
Blanca y a EE.UU. en general, escribe el periodista John Wight. Sin
embargo, se equivocan: "En verdad, Trump no representa la idea,
sino la realidad de América, la fea realidad de un país y una
sociedad sin máscaras", señala en Wight en un artículo
para RT
Trump representa la realidad de América, la fea realidad de un país y una sociedad sin máscaras
"¿Que
es EE.UU. sino un lugar brutal donde reinan la avaricia, la
arrogancia y la crueldad? ¿Y quien es Donald Trump sino un hombre
cuya vida entera ha sido testimonio de esos atributos particulares?",
pregunta.
En
2008, el joven y desconocido senador de Chicago, Barack
Obama, predicó la esperanza, unidad y cambio para un país
"maltratado y magullado por los dos mandatos de George Bush".
Y ahora, recuerda Wight, siete años después, "la decepción
sentida por muchos cuando se trata de Obama es imposible de negar".
"De hecho, la brecha entre la promesa de su presidencia y la
realidad ha sido sin duda la más amplia de ninguna otra
Administración en la historia reciente", subraya.
Y
aunque su presidencia ha tenido logros notables como la normalización
de relaciones diplomáticas con Cuba o el acuerdo nuclear con Irán,
"no obstante Obama no pudo cumplir con las expectativas que
sembró en los corazones y las mentes de los que creyeron en él, no
solo en EE.UU. sino en todo el mundo", escribe.
A
su juicio, si colocamos estos éxitos al lado del colapso de
prestigio de EE.UU. y su influencia en Oriente Medio, la desigualdad
dentro del país, la incapacidad de vencer al 'lobby' de las armas,
el hecho de no combatir el racismo institucional en el cumplimiento
de la ley o el fracaso a la hora de reformar el sistema de justicia
criminal racista del país, aquellos "palidecen
significativamente".
"Obama
habló el lenguaje de la esperanza y el cambio antes de entrar en la
oficina presidencial, ninguno de los cuales se materializó en
cantidades significativas", afirma el analista. Ahora, en 2016,
entre los candidatos para reemplazar a Obama se encuentra el
multimillonario Donald Trump, "a lo mejor la figura antisistema
más improbable que haya habido nunca".
Según
señala Wight, "es despiadado, cruel con sus oponentes, ávido
de éxito y fama y dispuesto a hacer lo que sea necesario para
ganar". "En otras palabras, Trump, en vez de una
aberración, es el ejemplo modelo para EE.UU. y el sueño americano.
Él es EE.UU. despojado de los bordados, la finura y los bellos
envoltorios", concluye.
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