22 de mayo de 2016
Crédito: RT
Las
medidas de la OTAN contra Rusia no son de carácter defensivo. El
despliegue del sistema antiaéreo Aegis Ashore en Europa Oriental
representa un verdadero cambio en el juego, opinan analistas.
"Como
era previsible, el infierno de la Guerra Fría 2.0 se desató de
nuevo", estima el analista geopolítico Pepe Escobar. En
su artículo titulado 'Cuidado con sus deseos: Rusia está
preparada para una guerra' hace eco de los últimos acontecimientos
del panorama internacional, como el ingreso de Montenegro a la OTAN y
las recientes declaraciones del secretario general de la Alianza,
Jens Stoltenberg, sobre Afganistán, Irak, Libia, Siria y Turquía
durante la reunión en Bruselas. A su modo de ver, aparte de buscar
más financiación, el Pentágono quiere "elevar la apuesta
hasta tal grado que Moscú dé marcha atrás".
La
instalación del sistema antiaéreo naval Aegis Ashore en Rumania la
semana pasada, que según la OTAN es un medio de protección contra
la "amenaza" de misiles balísticos de Irán, y los planes
de desplegarlo en Polonia en 2018, en realidad no tiene carácter
defensivo, opina Escobar. "Es un verdadero cambio en el juego.
No es de sorprender que el presidente ruso Vladímir Putin tuvo que
aclarar que Rusia respondería de manera adecuada a cualquier amenaza
para su seguridad", señala.
Según
Escobar, el Pentágono quiere "atrapar a Rusia en guerras
subsidiarias" (conocidas como 'proxy' en inglés) y asfixiar al
país hasta la muerte paralizando sus ingresos de la venta de
petróleo y gas natural. El analista precisa que Rusia no quiere ni
necesita guerra (para la cual está preparada mucho mejor que la
OTAN), pero los discursos sobre la denominada "agresión rusa"
nunca paran.
"Si Rusia se defiende, esto estará 'expuesto' como una provocación inaceptable"
Rusia
está a alrededor de cuatro generaciones por delante de Estados
Unidos en el desarrollo de misiles hipersónicos, en particular por
los sistemas de defensa antiaérea S-300, S-400 y S-500, destaca
Escobar, quien supone que los militares estadounidenses tardarán al
menos 10 años para desarrollar un sistema de armas de nueva
generación.
"La
narrativa de amenaza determina que Rusia meramente tiene que aceptar
estar rodeada de la OTAN. No se le permite responder. En cualquier
caso la respuesta será tachada de 'agresión rusa'. Si Rusia se
defiende, esto estará 'expuesto' como una provocación inaceptable",
concluye el periodista, quien duda que la retórica de la OTAN cambie
y supone que la Alianza incluso puede crear un pretexto para realizar
un ataque preventivo contra Rusia.
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