"La explosión no me hizo daño, pero el ejército de Estados Unidos nos disparó y me dio en la mano. La explosión no causó muchas bajas, pero después de eso el ejército de Estados Unidos disparó y usó gases lacrimógenos, lo que resultó en una gran cantidad de víctimas."En la noche del 26 de agosto, se produjeron dos explosiones consecutivas cerca del aeropuerto de la capital de Afganistán, Kabul, que causaron cientos de víctimas. La descripción anterior de los heridos reveló un hecho impactante: el ejército estadounidense que se marchaba de Afganistán mató ciegamente a personas inocentes en el aeropuerto de Kabul. Las vidas de afganos inocentes no se perdieron bajo las manos de los terroristas, sino bajo las armas de los soldados estadounidenses.
Según una entrevista en exclusiva con algunos heridos realizada por un reportero del Grupo de Medios de China el día 29, el ejército estadounidense abrió fuego contra la gente después de la explosión de ese día y bloqueó la carretera cerca del aeropuerto de Kabul, haciendo que un gran número de personas perdieran la vida por no haber podido recibir un tratamiento oportuno. Un informe de la BBC también confirmó que una gran cantidad de víctimas no murieron por la explosión, sino por tiros de soldados estadounidenses. No hay duda de que este es otro crimen cometido por el ejército estadounidense contra la población local cuando el ejército estadounidense concluyó apresuradamente la guerra de 20 años en Afganistán.
Sin embargo, ¿cómo describen esto los políticos y los medios estadounidenses? La gente ha visto que cuando el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pronunció un discurso después del atentado, elogió a los soldados estadounidenses muertos como "héroes" y anunció la implementación de acciones de "represalia", pero no dijo nada sobre los afganos muertos. Muchos medios estadounidenses también han exagerado enérgicamente las trágicas historias de los 13 soldados estadounidenses que murieron, pero no hablaron de los civiles afganos que fallecieron en este ataque. ¿Es este informe selectivo de hechos noticiosos la "objetividad y equidad" anunciada por los medios estadounidenses?
Hace veinte años, Estados Unidos envió tropas a Afganistán bajo la bandera del "antiterrorismo". Desde entonces, esta tierra devastada por la guerra ha protagonizado repetidamente trágicas historias de arruinamiento de familias. Las estadísticas muestran que durante los últimos 20 años, las operaciones militares estadounidenses han causado más de 100.000 víctimas civiles afganas y aproximadamente 11 millones se han convertido en refugiados. Un informe emitido por el ejército australiano en 2020 reveló que Estados Unidos y sus aliados estacionados en Afganistán cometieron con frecuencia atrocidades contra civiles. El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional dijo el año pasado que hay pruebas de que cerca de 100 prisioneros afganos fueron torturados, maltratados e incluso violados durante los interrogatorios.
Obviamente, no importa cómo Estados Unidos embellezca la guerra de agresión y los "héroes de guerra", no puede ocultar el hecho de que Estados Unidos ha causado un trágico desastre humanitario en Afganistán. Esto ha expuesto plenamente los estándares que Estados Unidos ha perseguido durante mucho tiempo en el campo de los derechos humanos. Los llamados "defensores de los derechos humanos" son precisamente los mayores destructores de los derechos humanos. Las balas disparadas por el ejército estadounidense contra civiles afganos inocentes son la nueva prueba. Detrás de esta retirada estratégica, que ha sido glorificada como "grandeza y orgullo" por los medios occidentales, están las lágrimas, la sangre y las vidas de los civiles afganos. Los crímenes cometidos por políticos estadounidenses que utilizaron la maquinaria de guerra para servir a intereses políticos y grupos armamentistas tarde o temprano serán liquidados.
2021-08-30 06:57 GMT
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