El New York Times publicó este comentario en agosto: "para salvar la imagen negativa de la retirada de las tropas estadounidenses en Afganistán, altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos han esperado a que el personal de transporte aéreo sea el centro de la historia, con la esperanza de crear una buena imagen: decenas de miles de personas evacuadas de Kabul de forma segura, sin bajas".
Pero, desde un principio, esta retirada apresurada estaba destinada a tener un resultado contraproducente. En las últimas dos semanas se han publicado varios vídeos en los que miles de afganos aguardan desesperadamente fuera del aeropuerto de Kabul. El ejército de Estados Unidos decidió despegar aún sabiendo que varios afganos se habían aferrado al avión, causando que cayeran al vacío y murieran. Cada vez surgen más pruebas que apuntan a que los que mataron a las víctimas del ataque terrorista del 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul fueron los soldados estadounidenses.
La guerra de 20 años en Afganistán, mezclada con la sangre de innumerables muertos y lágrimas de los vivos, tuvo un final extremadamente vergonzoso.
Escapar de Afganistán: una tragedia real en el aeropuerto de Kabul
En julio, Biden señaló en la Casa Blanca: "los afganos que han ayudado a Estados Unidos no serán abandonados".
Los afganos creyeron en las palabras de Biden. Más bien, no tenían otra opción en la que creer, así que cuando los talibanes entraron en Kabul, miles de personas acudieron al aeropuerto de Kabul como última esperanza para escapar de Afganistán. En los últimos 10 días, el aeropuerto de Kabul ha sido el centro de atención mundial y el escenario de innumerables tragedias. Al menos 40 personas murieron en estampidas y tiroteos tan solo 2 días antes del comienzo de la evacuación.
Los pocos periodistas de medios de comunicación que lograron estar dentro de los aviones militares que aterrizaron en el aeropuerto de Kabul y a los que se les permitió filmar desde dentro escribieron esto en el informe después de ver lo que pasaba:
“La gente espera bajo el sol abrasador, a diario la gente se cae por falta de energía física, se sacan cadáveres del aeropuerto de Kabul cada día.”
El famoso escritor afgano Khaled Hosseini describió una vez a su patria como "mil tragedias por kilómetro cuadrado" en su obra "Y las montañas hablaron". Lamentablemente, como protagonistas de esta tragedia realista, la mayoría de ellos están destinados a no poder abandonar el país. Incluso los medios de comunicación estadounidenses tienen que admitir que muchos serán abandonados sin ninguna piedad.
Durante la evacuación, las personas han tenido que esperar fuera de las puertas los aeropuertos, y las visas especiales de inmigración de Estados Unidos, consideradas un salvavidas por los afganos, son un pedazo de papel de desecho que no permite a la mayoría entrar al aeropuerto sin problemas. Los pocos "afortunados" a los que se les permite entrar en el aeropuerto, a menudo se enfrentan a situaciones crueles antes de comenzar la nueva vida que imaginan.
Los medios de comunicación filmaron una escena desgarradora: dos niños fueron abandonados fuera del aeropuerto, indefensos, llorando y gritando a sus padres, pero nadie les prestó atención. Sólo sus padres recibieron permiso para entrar en el aeropuerto.
Niños afganos separados de sus familias fuera del aeropuerto de Kabul.
Ataque terrorista en el aeropuerto de Kabul: ¿las bajas fueron causadas por las fuerzas estadounidenses?
El 26 de agosto fue una auténtica pesadilla para los afganos. El aeropuerto de Kabul sufrió una serie de ataques suicidas de grupos extremistas que han acabado con la vida de más de 200 personas. Una zanja fuera del aeropuerto estaba llena de cadáveres y manchada de sangre. En las emergencias y las calles principales de la ciudad de Kabul, las sirenas de las ambulancias nunca se apagaron, y los heridos por vehículos fueron trasladados al hospital en camillas, muchos de los cuales nunca salieron vivos.
El aeropuerto de Kabul sufrió una serie de ataques suicidas de grupos extremistas que han acabado con la vida de más de 200 personas.
Por otra parte, la muerte de 13 soldados estadounidenses también convirtió esa fecha en el día más mortífero en Afganistán en casi una década para las tropas estadounidenses. Ese mismo día, en una conferencia de prensa, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció en la Sala Este de la Casa Blanca que los grupos extremistas responsables pagarían el precio.
Pero tan solo un día después, la historia dio un giro que conmocionó al mundo.
Estados Unidos ha estado atacando a grupos extremistas durante varios días, pero en una serie de visitas e investigaciones realizadas después del ataque, averiguamos que muchos de los muertos fueron disparados por soldados estadounidenses. El ejército estadounidense también bloqueó las carreteras cerca del aeropuerto después de la explosión, provocando que algunos de los heridos murieran porque no pudieron ser trasladados al hospital a tiempo.
Lo que es más sorprendente es que hay una secuela de esta tragedia.
En la noche del 29 de agosto, hora local, las fuerzas estadounidenses utilizaron drones para llevar a cabo un "ataque de precisión" contra un coche bomba cerca del aeropuerto de Kabul, pero al menos 10 civiles afganos, incluidos seis niños, murieron en el ataque. Según Estados Unidos, había muchos terroristas y explosivos en el vehículo. Las víctimas civiles se vieron afectadas por una segunda explosión. Pero cuando visitamos ese lugar el 30 de agosto, varios testigos dejaron claro que no había señales de la segunda explosión mencionada por las fuerzas estadounidenses. El presunto terrorista es un ingeniero que ha servido a instituciones extranjeras durante 17 años. En el ataque de las fuerzas estadounidenses murieron todos sus familiares, de entre las 9 víctimas, una estaba preparando su boda y la más joven solo tenía 2 años. Antes de esto, la familia esperaba una llamada para embarcar en un avión de evacuación en el aeropuerto de Kabul.
Las víctimas civiles se vieron afectadas por una segunda explosión.
Una vez más, las mentiras estadounidenses han sido desenmascaradas, pero los medios occidentales todavía están exagerando la trágica historia de los 13 estadounidenses muertos, filtrando deliberadamente a los civiles afganos fallecidos en esos incidentes. Una realidad que ellos no quieren admitir es que las llamadas represalias de Estados Unidos no acabarán con los grupos extremistas de las tierras afganas, sino que arrastrarán a un número cada vez mayor de civiles locales inocentes a otro atolladero sin fondo.
Una evacuación desordenada, un final embarazoso
Cada vez son más las voces críticas que señalan que la razón principal por la que la evacuación fue ineficaz fue la falta de lógica básica y de sentido común por parte de los que tomaron las decisiones. Fue la evacuación silenciosa de Estados Unidos en julio lo que convirtió la base de Bagram donde estaban estacionadas las tropas estadounidenses en una ciudad vacía durante la noche, lo que hizo que la posterior evacuación en el aeropuerto de Kabul fuera caótica.
También se nos informó, y a otros medios de comunicación, de que los visados especiales de inmigración expedidos por Estados Unidos a los afganos que habían prestado servicios para ellos eran en realidad una foto sin el nombre ni la identidad del titular.
Provistos de fotocopias, numerosos afganos que en un principio no cumplían con los requisitos se amontonaron en el aeropuerto. Los soldados estadounidenses en el aeropuerto no tenían la capacidad de verificar la información del personal uno por uno. Y en medio del caos, Estados Unidos rompió su promesa de ayudar a los afganos a salir del país y cambió su política para permitir que sólo los ciudadanos estadounidenses titulares de tarjetas verdes y ciudadanos de los países de la OTAN ingresaran en el aeropuerto de Kabul.
Los llamados "visados" proporcionados por Estados Unidos a los afganos no contienen información sobre el nombre ni la identidad de los titulares.
De hecho, si bien durante una docena de días, incontables aviones estadounidenses despegaron y aterrizaron en el aeropuerto de Kabul, la evacuación de todas las personas calificadas para abandonar Afganistán antes del 31 de agosto estaba destinada a ser una tarea inconclusa. A las 9 de la noche del 30 de agosto, cuando el último avión estadounidense despegó de la pista del aeropuerto de Kabul, los talibanes entraron en el aeropuerto y descubrieron que todavía quedaban varios aviones y equipos en el lugar. Debido a la falta de tiempo para llevárselos, todo fue destruido por las propias tropas estadounidenses.
Helicóptero dejado por las tropas estadounidenses en el aeropuerto de Kabul.
Los talibanes dispararon esa noche a modo de celebración, y su portavoz Zabiullah Mujaheed anunció solemnemente en redes sociales que el último grupo de tropas estadounidenses había dejado el aeropuerto de Kabul y que su país había logrado la independencia total.
El final de la evacuación marcó un final embarazoso a dos décadas de guerra en Afganistán. Los estadounidenses abordaron el avión, dejando atrás todos los problemas, dejando sólo devastación en Afganistán y un dolor sin fin a la población local.
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2021-08-31 08:40 GMT
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