El espectro de elecciones anticipadas acecha a Italia sumida en la crisis política
ROMA (Sputnik) — Giuseppe Conte busca desesperadamente el apoyo suficiente en el Parlamento para formar un nuevo Gabinete y evitar las elecciones anticipadas, en medio de la pandemia del coronavirus, que en Italia aún no se ha vencido.
Este 26 de enero Giuseppe Conte convocó la última reunión del Consejo de ministros bajo su presidencia para agradecer a los ministros por su trabajo, después de que fue al Palacio del presidente de la República Sergio Mattarella para presentar su dimisión. La crisis política italiana entró en una nueva fase, en la cual son posibles varios escenarios.
Conte ter
El mismo Conte espera poder formar un nuevo Gabinete bajo su liderazgo. Si lograse hacerlo sin recurrir al apoyo del partido Italia Viva, cuya salida de la coalición gobernante provocó la crisis actual, podría reforzar su posición, creando una coalición más compacta y sin tener que contar con el ambicioso líder de Italia Viva Matteo Renzi.
El Sistema político italiano requiere que el Gobierno goce del apoyo de la mayoría absoluta en ambas Cámaras del Parlamento: esto en parte explica la crónica inestabilidad política del Ejecutivo.
La semana pasada, 321 de 630 diputados dieron el voto de confianza a Conte, pero en el Senado le faltaron 5 votos para obtener la mayoría, por lo tanto, el voto definitivo de los senadores fue positivo para Conte únicamente gracias a la abstención de los representantes de Italia viva.
Esta fue la razón por la que el jefe del Ejecutivo prefirió pedir la dimisión y buscar el apoyo de los senadores, a los que define de "responsables", para no depender de ninguna manera de Renzi y su partido.
Sin embargo, las consultas con diferentes formaciones políticas centristas en el Senado aún no han producido el resultado deseado. Por mucho que se esfuerce, Conte todavía no logra obtener el apoyo de los 161 senadores necesarios para llegar a la mayoría.
Mayoría Úrsula
Esto abre el camino a otra solución. Una nueva coalición gobernante podría incluir no solo las fuerzas políticas presentes en la coalición gobernante, sino también el partido Forza Italia de tendencia centroderechista. Esta composición política reproduciría la alianza táctica creada por los representantes de algunos partidos italianos en el Parlamento Europeo en julio de 2019 para apoyar la candidatura de Úrsula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, por lo cual que los medios italianos la tildaron de "mayoría Úrsula".
Elecciones anticipadas
Si todo este complicado juego político no produce ningún resultado, Italia se enfrentará a la necesidad de convocar las elecciones anticipadas, que podrían celebrarse en junio. Es una opción muy poco deseable para las fuerzas políticas de centroizquierda que gobiernan ahora, porque no tienen ninguna probabilidad de ganar, pero parece que ni siquiera los partidos de derecha estarían muy contentos con ir a las urnas.
La Forza Italia de Silvio Berlusconi sigue perdiendo el apoyo de los electores y, según los sondeos, apenas llega al 7,5% de votos, lo que la condena a la posición de un socio menor dentro de la coalición de derecha. A su vez, el partido Fratelli d'Italia, considerado el más radical de todos, logró ampliar su base electoral en los últimos dos años (a expensas de la Liga en primer lugar), pero, con un 16% de los italianos dispuestos a apoyarlo, aún se encuentra muy por detrás del partido de Salvini.
Por lo tanto, ninguna de estas fuerzas políticas puede pretender a la supremacía en el campo de la derecha, lo que causaría tensión y luchas por el poder si la coalición de derecha ganase las elecciones.
Ambiciones políticas vs. intereses nacionales
Para el país, la crisis política actual no podía llegar en un peor momento. La pandemia del coronavirus retrocede muy lentamente, dejando cada día miles de infectados y centenares de muertos, mientras la campaña de vacunación se estanca a causa de los retrasos en el suministro de fármacos. Además, las autoridades tienen que cumplir las condiciones necesarias para que Italia pueda acceder a las ayudas financieras europeas, acordadas el pasado julio en el marco del fondo para la recuperación.
Organizar las elecciones anticipadas en estas condiciones no solo retrasaría el cumplimiento de los requisitos necesarios para obtener los fondos europeos, que la economía italiana necesita desesperadamente para recuperarse del impacto de la pandemia, sino también pondría en peligro la salud pública. Desafortunadamente, en un momento tan difícil los políticos italianos no parecen estar a la altura de los desafíos con los cuales se enfrenta el país, y ponen sus ambiciones personales por delante de los intereses de la nación.
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