Lunes, 29/09/2014
El presidente Obama reconoció en su discurso ante el Congreso el día 24/01/2014 que EE UU se encuentra en una grave crisis y le planteo los enormes sacrificios al que será sometido el pueblo estadounidense para superarla. Hago una síntesis del discurso con lo más importante de su exposición, para evaluar los riesgos que corre la economía de EE UU y la economía mundial. El presidente empezó: “Todos sabemos que nuestra economía se encuentra en crisis, porque la viven todos los días.
“Insistió en la urgencia de renovar los subsidios a los desempleados de larga duración, que expiraron a finales de diciembre, y propuso extender un beneficio fiscal del que disfrutan las familias de bajos ingresos, una idea bien vista por algunos republicanos y economistas conservadores”
“Es el empleo que pensaron que tendrían los desempleados, el negocio con el que soñaron y que ahora pende de un hilo; la carta de aceptación a la universidad que su hijo tuvo que volver a guardar en el sobre. El impacto de esta recesión es real y está por todas partes”.
“El hecho es que nuestra economía no comenzó a deteriorarse de un día para otro. Tampoco comenzó cuando el mercado de la vivienda colapsó o nuestra bolsa de valores se desplomó. Sabemos desde hace décadas que nuestra supervivencia depende de encontrar nuevas fuentes de energía. Sin embargo, importamos más petróleo ahora que nunca antes. El costo del cuidado de salud devora más y más de nuestros ahorros todos los años, sin embargo continuamos retrasando las reformas”.
“Nuestros niños competirán por empleos en una economía mundial para la cual demasiadas de nuestras escuelas no los prepararon. Y aunque todos estos desafíos continúan sin una solución, logramos gastar más dinero y acumular más deudas, tanto como personas y como gobierno, que nunca antes”
“En otras palabras, hemos vivido una era en la que demasiado a menudo, las ganancias a corto plazo eran apreciadas más que la prosperidad a largo plazo; en la que no miramos más allá del próximo pago, el próximo trimestre o las próximas elecciones. Un superávit se convirtió en excusa para transferir riqueza a los acaudalados en vez de una oportunidad de invertir en nuestro futuro”
“Bueno, ha llegado el día del ajuste de cuentas, y éste es el momento de hacernos cargo de nuestro futuro. Éste es el momento de actuar de forma audaz y sensata, no sólo para reactivar esta economía, sino para sentar nuevas bases para una prosperidad perdurable. Éste es el momento de impulsar la generación de empleo, reactivar los préstamos e invertir en sectores como el de energía, cuidado de salud y educación, que harán que nuestra economía crezca, incluso a la vez que tomamos las difíciles decisiones de reducir nuestro déficit”
“También quiero que sepan que el dinero que han depositado en los bancos de todo el país está a salvo, que su seguro no está en peligro y que pueden confiar en que nuestro sistema financiero continuará funcionando. Esto no debe ser causa de preocupación alguna. Lo que nos preocupa es que si no reanudamos los préstamos en este país, nuestra recuperación estará destinado a fallar sin siquiera haber empezado”.
“Vean, el flujo de crédito es lo que le da vida a nuestra economía. La capacidad de conseguir un préstamo determina la posibilidad de financiar todo, desde una casa hasta un auto y los estudios universitarios; es la manera en que las tiendas renuevan su inventario, las granjas compran equipo y las empresas pagan sus planillas. Pero ese crédito ya no fluye como debería. Demasiados préstamos impagos resultantes de la crisis hipotecaria han afectado los balances contables de demasiados bancos. Con tanta deuda y tan poca confianza, ahora estos bancos temen prestar mas dinero a las personas, empresas y a otros bancos. Cuando no hay préstamos, las familias no pueden comprar casas ni autos. Entonces las empresas se ven obligadas hacer los despidos. Luego nuestra economía sufre aun más, y hay menos crédito disponible”.
“Por eso, este gobierno está actuando rápida y enérgicamente para romper este ciclo destructivo, restaurar la confianza y reanudar los préstamos. Lo haremos de varias maneras. Primero, crearemos un nuevo fondo de préstamos que representa un esfuerzo jamás creado a fin de promover el financiamiento para los vehículos, estudios universitarios, préstamos a pequeñas empresas para los consumidores y empresarios que hacen que esta economía funcione. Segundo, he propuesto un plan de vivienda que ayudará a las familias responsables pero en peligro de una ejecución hipotecaria a cumplir sus pagos mensuales y refinanciar sus préstamos hipotecarios. Tercero, actuaremos con toda la fuerza del gobierno federal para asegurar que los bancos, de los que dependen los estadounidenses tengan suficiente confianza y suficiente dinero para otorgar préstamos incluso en tiempos más difíciles”.
Cuando nos enteremos de que uno de los principales bancos tiene serios problemas, les pediremos cuentas a los responsables, los obligaremos a hacer los ajustes necesarios, les proporcionaremos apoyo para sanear sus balances contables y aseguraremos la continuidad de una institución sólida y viable para beneficiar a nuestra gente y a nuestra economía”.
“Comprendo bien que Wall Street preferiría que les diera a los bancos dinero para rescatarlos sin imponerles condiciones. Pero un enfoque así no resolvería el problema. Y nuestro objetivo es hacer que pronto llegue el día en que volvamos a otorgar préstamos al pueblo estadounidense y a las empresas estadounidenses, lo cual acabará con esta crisis de una vez por todas. Tengo la intención de pedirles a estos bancos que rindan cuentas de toda la ayuda que reciban, y esta vez, deberán demostrar claramente cómo se usan los dólares de los contribuyentes a fin de generar más préstamos para el contribuyente estadounidense. Esta vez, los directores generales no podrán usar el dinero de los contribuyentes para engrosar sus talones de pago ni comprar costosas cortinas o desaparecer en un avión privado. Eso no volverá a suceder”.
“Este plan requerirá recursos significativos del gobierno federal, y sí, probablemente más de lo que ya hemos destinado para esto. Pero aunque el costo va a ser alto, les puedo asegurar que el costo de la inacción sería mucho mayor, porque podría tener como consecuencia una economía débil no sólo por meses o años, sino tal vez por una década. Eso sería peor que nuestro déficit, peor para las empresas, peor para el pueblo y peor para la siguiente generación. Y me resisto a permitir que eso pase”.
“Junto con las medidas ejecutivas anunciadas, el presidente volvió a pedir al Congreso, al igual que hizo en su discurso de 2013, que apruebe un aumento del salario mínimo (actualmente en 7,25 dólares la hora) para los trabajadores, así como un programa para expandir los programas y la financiación de la educación preescolar”. Asimismo, el Presidente Obama urgió al Congreso a aprobar la reforma migratoria "este año".
En conclusión, el gobierno estadounidense continuará fabricando dólares sin respaldo de ningún tipo, inorgánicos como dicen los economistas y exportándolo su inflación al resto de todos los países del planeta. ¿Hasta cuando los países del mundo seguiremos subsidiando a los Estados Unidos? ¿Dejándonos chantajear por ellos, con la amenaza de una guerra nuclear? Ese es el dilema a resolver por todos los gobernantes y pueblos del mundo. Por estas razones, continúan cayendo las bolsas mundiales.
Germán Saltrón Negretti
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