viernes, 12 de junio de 2020

ESTADOS UNIDOS PONE TODA LA CARNE EN EL ASADOR PARA TRATAR DE EXPULSAR A RUSIA Y CHINA DEL NEGOCIO DE LAS ARMAS. SPUTNIK.

DEFENSA
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El nivel de desarrollo militar en Rusia y China desafía el orden mundial liderado por Occidente, advierten los analistas del Departamento de Estado de EEUU en su nuevo informe. Para preservar sus "valores e intereses", Washington considera que debería obstaculizar su desarrollo militar.
Los analistas del Departamento de Estado urgen a que Washington "encuentre respuestas sólidas y creativas a los innumerables desafíos competitivos que representa el comportamiento de Pekín y Moscú". 
A su juicio, Rusia busca entablar relaciones estratégicas con sus socios extranjeros mediante la venta de armas y el suministro de energía, tecnología nuclear civil y servicios de mantenimiento de reactores.
Estas relaciones proporcionan a Moscú ingresos que le ayudan a sufragar los costos del desarrollo y las adquisiciones del Ejército ruso. 
"Debemos construir y liderar rigurosamente las coaliciones y asegurarnos de que nuestros aliados y socios contribuyen de una manera efectiva a que podamos afrontar con éxito estos desafíos", destacan los autores del informe.

Los obstáculos ya presentes en el camino de Rusia y China

No es la primera vez que EEUU intenta poner trabas a Rusia y China en el mercado de armas, destaca el periodista Andréi Kots en su artículo para la versión rusa de Sputnik. Basta con recordar cómo, bajo la presión de Washington, París se negó en el último momento a transferir a Rusia dos portahelicópteros de la clase Mistral por los que el país euroasiático ya había pagado. 
Desde 2014 Estados Unidos hace todo lo posible para que Moscú no reciba tecnologías de defensa y productos de doble uso. Por ejemplo, desde 2011 la empresa alemana Rheinmetall había estado construyendo cerca de la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod un moderno centro de formación militar, y tres años después frenó todos los trabajos bajo la presión del Gobierno. A pesar de ello, las compañías rusas finalizaron los trabajos por su cuenta. 
Las sanciones, por supuesto, afectaron a las cadenas de producción en la industria de la defensa rusa, pero también impulsaron la producción nacional de tecnologías análogas y obligaron a que las empresas de Rusia buscasen a socios alternativos en el este, destaca el periodista ruso.
En lo que se refiere a China, Washington consiguió frustrar la compra de una participación de control en la compañía ucraniana de motores aéreos Motor Sich por parte de la china Beijing Skyrizon Aviation. A cambio, el gigante asiático prometía invertir unos 250 millones de dólares en su desarrollo. Además, Motor Sich y Beijing Skyrizon Aviation se pusieron de acuerdo para construir una planta de motores de aviones en la ciudad china de Chongqing.
Para impedir estos planes la Casa Blanca congeló el programa de asistencia militar a Ucrania, estimado en 391 millones de dólares. A su vez, el entonces asesor del presidente de Estados Unidos para la seguridad nacional, John Bolton, arribó a Kiev en visita oficial y declaró que Motor Sich representaba "un tema importante no solo para Ucrania, sino también para EEUU, Europa, Japón, Australia, Canadá y otros países".  
Como resultado de estos tejemanejes el Servicio de Seguridad de Ucrania lanzó una investigación contra Motor Sich, sospechando que se preparaba "un posible sabotaje y una alta traición en la empresa". En marzo, el Comité Antimonopolio de Ucrania anunció haber prohibido oficialmente su acuerdo alcanzado con Beijing Skyrizon Aviation, teniendo en cuenta las "posibles violaciones de la ley" ucraniana  por parte de la empresa china y los supuestos "problemas geopolíticos".

Los fracasos y los nuevos frentes de Washington en su lucha contra Rusia

El acuerdo alcanzado con Turquía sobre la venta de los sistemas de defensa antiaérea S-400 provocó una oleada de críticas en la Casa Blanca. Se puede entender a qué se debió el descontento de Washington: Turquía es uno de sus aliados clave en la OTAN, recuerda Kots.
"Las autoridades estadounidenses advirtieron que en caso de comprar los S-400, Turquía sería excluida del programa del caza F-35 de quinta generación. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan no cedió ante el chantaje y llevó hasta el final este asunto. Es posible que Washington guarde rencor y ciertamente le recuerde a Ankara su "desobediencia" en el futuro, sugiere el autor del artículo.
Recientemente EEUU también amenazó a la India con imponer sanciones por comprar a Rusia los mismos sistemas de defensa aérea. Ya en octubre de 2018 Moscú acordó suministrar a Nueva Delhi los cinco S-400 por más de 5.000 millones de dólares. La subsecretaria adjunta principal del Departamento de Estado para los Asuntos de Asia Central y Asia del Sur, Alice Wells, insinuó que si la India llegaba a importar finalmente estas armas rusas, podía olvidarse de los sistemas de defensa aérea producidos por EEUU, recuerda Kots.
Por si fuera poco Washington todavía espera evitar la entrega de 11 cazas Su-35E a Indonesia. El acuerdo respectivo, por un valor de 1.100 millones de dólares, fue firmado en febrero de 2018. 
Un mes antes de que las partes firmasen este documento el entonces secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, arribó en visita oficial a Yakarta y recordó a las autoridades indonesias la ley CAATSA, que prevé la imposición de sanciones para proteger los intereses del país norteamericano. Además, amenazó con dejar de suministrar las piezas de repuesto para los aviones estadounidenses utilizados por la Fuerza Aérea de Indonesia y financiar a la oposición política del país. A cambio Mattis prometió proporcionar a Indonesia los F-16 estadounidenses de segunda mano.
El miembro de la Academia de Ciencias Militares de Rusia Serguéi Sudakov destacó a Sputnik que Corea del Sur puede ser el siguiente país al que Washington someta a presión para liquidar o debilitar considerablemente su cooperación con el país euroasiático. Hoy en día Moscú mantiene un buen volumen de comercio con Seúl.  
"Nos venden las tecnologías de defensa o las de doble uso. En Estados Unidos, esto provoca celos. Washington está exprimiendo de Corea del Sur todos sus desarrollos militares de alta tecnología. Las innovaciones coreanas constituyen entre el 7% y el 10% de todas las tecnologías utilizadas en la industria de defensa estadounidense", explicó. 
Además, Washington continuará cortando los pocos lazos tecnológicos que quedan entre Rusia y la UE, advirtió el experto en materia militar. 
"Todos los que desobedecen a EEUU serán castigados con sanciones, ya que la Casa Blanca no está acostumbrada a tratar a sus aliados como jugadores independientes en el escenario mundial", concluyó el interlocutor de la agencia rusa.

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