domingo, 1 de julio de 2018

HISTÓRICAS ELECCIONES EN MÉXICO.


Última actualización: 1 julio 2018 00:10 GMT.
Durante las elecciones de este domingo 1 de julio, 87 millones de mexicanos podrán salir a votar para elegir al próximo presidente de México, renovar al Congreso y definir 9 gubernaturas en disputa, dentro de una votación histórica.
No en balde, el Instituto Nacional Electoral de México ha calificado el proceso que culmina este domingo como las "elecciones más complicadas de la historia", las cuales han sido marcadas por una crisis de violencia y una epidemia de asesinatos a niveles inéditos.
En este sentido se desarrollarán las votaciones que podrían representar incluso un cambio de régimen político debido a las altas posibilidades de que un político de izquierda logre alcanzar la Presidencia de México por primera vez en lo que va de la llamada transición a la democracia, misma que, de acuerdo con algunos expertos en el tema, comenzó con la reforma política de 1977.
De ahí que México se juega su futuro tras una historia reciente marcada por acusaciones de fraude electoral, desencanto y un creciente enojo contra el actual sistema político.
Las alianzas de López Obrador con políticos del PRI y PAN, han generado desconfianza incluso entre las mismas bases sociales que apoyan al candidato de Morena, quienes han observado con reservas la llegada de personajes como los panistas Germán Martínez, Gabriela Cuevas y Manuel Espino. Esto, sin contar con los espacios que Morena abrió a políticos del PRI para contender a cargos de elección popular.
En contraparte, Obrador también supo atraer para su causa a liderazgos sociales como el sacerdote y defensor de derechos humanos, Alejandro Solalinde; el exlíder de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, la expolicía comunitaria Néstora Salgado y al líder del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia, entre otros.
Otro factor determinante fue la manera en que López Obrador apenas criticó al presidente Peña Nieto durante las campañas. Un asunto que, aunado a la propuesta del candidato de conceder una amnistía a criminales con el fin de pacificar el país, ha sido interpretado como un mensaje de que no buscará encarcelar a Peña en caso de llegar a la Presidencia. Una situación que, en buena medida, podría explicar el por qué López Obrador tampoco fue golpeado políticamente desde Los Pinos a lo largo de las campañas presidenciales.
Un hecho que genera dudas de si, efectivamente, López Obrador cumplirá con su promesa de acabar con la corrupción y la impunidad, así como resolver el caso Ayotzinapa, al mismo tiempo que ofrece "borrón y cuenta nueva" al gobierno de Peña Nieto.
Sin embargo, López Obrador ha reafirmado su posición como un candidato antineoliberal que buscará crecimiento económico a través de una mayor inversión pública, así como combatir la pobreza mediante programas sociales.
"Va a ser una transformación pacífica, ordenada, pero profunda y radical. Y que nadie se asuste. La palabra radical, viene de raíz y que el propósito es arrancar de raíz el régimen corrupto de injusticias y de privilegios", exclamó Obrador durante su cierre de campaña en el Estadio Azteca.
  • Los candidatos a la Presidencia 


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