lunes, 30 de julio de 2018

EE.UU. ASUSTADO POR EL PODERÍO DE CHINA EN AMÉRICA LATINA. SPUTNIK MUNDO.

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Una base de investigación espacial china ubicada en plena Patagonia argentina suscitó el interés de The New York Times, que la catalogó como "uno de los símbolos más impactantes" de la transformación que busca Pekín en la región. Sputnik te cuenta cuáles son los intereses detrás de esta movida del gigante asiático y por qué preocupa a EEUU.
El periódico estadounidense ubicó el tema en un lugar destacado en su portada del 29 de julio, y dedicó un extenso reportaje en el que analiza los motivos detrás de la gigantesca instalación en la provincia de Neuquén. El recinto, bajo control militar chino, es parte del ambicioso proyecto que emprendió Pekín para poder llegar a la cara oculta de la Luna.
Según The New York Times, esta instalación es apenas una de tantas evidencias de la creciente influencia china no solo sobre Argentina, sino sobre otras naciones de la región, en las que ha invertido en obra pública o a las que ha concedido préstamos a cambio de participaciones en reservas de hidrocarburos.
"La base tiene un posicionamiento geográfico muy cercano a la plataforma submarina argentina de cara al Atlántico y a un monitoreo estratégico sobre la Antártida, continente en el que China tiene la base científica y militar más grande del mundo", explicó a Sputnik Gustavo Cardozo, analista del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI).
La construcción del complejo espacial chino en suelo argentino, de unas 200 hectáreas, fue fruto de la negociación del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) con la administración de Xi Jinping, como un espacio de "investigación astronómica".
A criterio de Cardozo, "tiene un fin de monitoreo militar" en un espacio privilegiado. En los últimos años, con proyectos como este China ha demostrado tener una política de "carrera espacial", con una inversión muy fuerte y un perfeccionamiento de tecnología proveniente de la Rusia y la antigua Unión Soviética para consolidarse como un actor importante en el sector.
De hecho, la base en cuestión es parte de la Red de Espacio Profundo, un conjunto de establecimientos de comunicación para dar soporte a las operaciones chinas más allá de la Tierra.
"China tiene una intención muy marcada de salir al espacio y competir estratégicamente con EEUU. Esta base militar no solo le permite monitorear el espacio, porque la Patagonia Argentina y el sur de Chile son regiones geográficamente muy buenas por la visual que ofrecen. Desde mi punto de vista, el interés fundamental de China tiene que ver con la Antártida", dijo el experto.
El continente blanco es una zona "muy estratégica" a los ojos de Pekín, dada su abundancia de recursos naturales, más allá de los hidrocarburos y la minería. En los últimos tiempos, EEUU "ha dejado de prestar atención" no solo a la Antártida, sino también a América del Sur, y China está sabiendo sacar partido del tema.
"Con Donald Trump, esta brecha que hay entre Washington y el resto de los países latinoamericanos se incrementó. China está cubriendo ese espacio que EEUU le está dejando, con una fuerte inversión", precisó Cardozo.
En este panorama, "a través de aspectos científicos y tecnológicos", la presencia militar de China se va consolidando, pues en establecimientos como el de Neuquén "es mínimo el trabajo de científicos argentinos". Los efectivos que controlan el perímetro son chinos y "la gente que habita en la zona no puede ingresar en el perímetro".
En todo caso, la Estación del Espacio Lejano de Neuquén es símbolo del poderío del gigante asiático en América Latina. A criterio del experto de CAEI "en una década China va a tener un rol extremadamente protagónico en la región". Un lugar preponderante que ya se percibe, acotó, a raíz de la importancia estratégica de América Latina, abastecedora de alimentos, materias primas e hidrocarburos.
Ejemplos citados por el analista son el control del Canal de Panamá y su inversión para ampliarlo, así como el incentivo para la creación de nuevos corredores biocéanicos que permitan mejorar el comercio. Esto se encuadra en el proyecto chino de incluir a América Latina en la Nueva Ruta de la Seda, el ambicioso proyecto de inversión en infraestructura en el corredor que va del Sur de Asia a Europa del Este y África.
El New York Times apunta a esta estrategia del gigante asiático y menciona que el vínculo que se estrechó en la era de los Gobiernos progresistas en América Latina (2005-2015) perduró aún luego del viraje a la derecha en varias naciones, como en el caso de la misma Argentina.
"China está teniendo un rol protagónico. Esto se va a incrementar en el futuro porque tiene fondos soberanos para invertir y porque tiene un interés sobre América Latina que no manifiesta ninguna otra potencia extra continental. Creo que en muy pocos años, en una década, ya va a ser algo totalmente visible", consideró Gustavo Cardozo.
Sin embargo, hay una diferencia entre China y las demás potencias que en algún momento han puesto la mirada en América Latina y es la política de ver a los países como socios a la par, pues para Pekín "la autodeterminación de los pueblos tiene un gran sentido", al igual que "el respeto a la soberanía interna". Esto se explica debido a su pasado como un país "que sufrió los tratados desiguales" de parte de las potencias coloniales.
Así como en algún momento el llamado 'Consenso de Washington' dictó un paquete de normas que debían seguir los países que recibían ayuda de instituciones bajo la égida de los EEUU, para Cardozo "hoy podríamos decir que hay un 'Consenso de Pekín'", basado en la no injerencia sobre los asuntos internos que sostiene China.
"Se manifiesta en regiones como África y América Latina, donde hay países muy jóvenes, que tienen en la retina de nuestros países un sentido de cuidar la soberanía y la autodeterminación", dijo el experto.
A modo de ejemplo, citó el caso de Venezuela, país con el que China ha mantenido lazos estrechos incluso mientras otros Estados establecían sanciones económicas y diplomáticas. Pekín ha reiterado que la crisis de la nación caribeña "es algo que tiene que resolver su pueblo".
"China quiere que se la respete como país a ella misma, entonces lo va a sostener en su política exterior", concluyó.

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