Resumen Latinoamericano, 30 de agosto 2022.
En diciembre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas expresó su preocupación “por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, como los arrestos, las detenciones y los secuestros” y por el creciente número de denuncias de “actos de hostigamiento, maltrato e intimidación padecidos por testigos de desapariciones o familiares de personas que han desaparecido”.
Es así que la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas (firmada por 96 países y ratificada por 57), declara el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzó a celebrarse en 2011.
Desaparición Forzada: impunidad a lo largo de todos los gobiernos
La desaparición forzada es la privación de la libertad de una o más personas, cometido por un funcionario público que utiliza el ejercicio de su cargo para llevar a cabo la privación ilegal de la libertad o que utilizan a otros (no necesariamente funcionarios públicos) para cometer la privación ilegal de la libertad. La desaparición forzada no requiere necesariamente la privación de la vida.
En Argentina, el caso de Jorge Julio López es uno de los más emblemáticos. Este 18 de septiembre se cumplen 16 años de su segunda desaparición. En 2006, el testigo clave contra el recientemente fallecido, Miguel Etchecolatz, desapareció forzadamente a horas de conocerse la sentencia contra este genocida de la Bonaerense.
La primera desaparición de López había tenido lugar durante la última dictadura genocida, en 1976. Los gobiernos kirchneristas y macristas fueron centrales para garantizar la impunidad durante todos estos años. Pero además, como continuidad de esa misma impunidad por la que el Estado sigue sin decirle a la sociedad dónde está López, a lo largo de todos los gobiernos constitucionales se sucedieron muchos casos de desapariciones forzadas.
De la misma manera seguimos sin saber dónde está Miguel Bru, joven estudiante de periodismo de La Plata que desapareció en 1993. En plena década neoliberal, una patota de la Policía Bonaerense lo secuestró, torturó, mató e hizo desaparecer. Tres décadas después la “maldita Bonaerense” sigue actuando impune con el aval y encubrimiento del Poder Judicial y los gobiernos de turno.
Durante el macrismo, el caso de Santiago Maldonado, generó enormes movilizaciones para exigir su aparición primero, y justicia después del hallazgo de su cuerpo. El 1° de agosto de 2017 una represión de Gendarmería derivó en la desaparición durante 78 días del joven de 28 años, cuyo cadáver fue hallado en circunstancias nada claras. La autopsia no pudo determinar cuándo, dónde ni cómo murió. La causa está abierta, pero paralizada y sin resolución de la Corte. El juez Rafecas acaba de salvar al macrismo en otra causa por espionaje. El Gobierno peronista asumido en 2019 mantiene impune a la Gendarmería.
Sergio Maldonado, hermano de la víctima, ha expresado su rechazo a la actitud del gobierno de Alberto Fernández desde que asumió respecto al caso de Santiago. Vale recordar que el kirchnerismo en 2017 fue muy activo en las marchas en Plaza de Mayo en reclamo de verdad y justicia. Pero ahora que gobiernan parece que se olvidaron del tema.
En plena pandemia, tuvieron lugar las desapariciones forzadas seguidas de muerte de Luis Espinosa, Francisco Cruz y Facundo Astudillo Castro. En el anochecer del sábado 15 de agosto de 2020 el país se conmovió con la noticia de que el cuerpo esqueletizado del joven había sido encontrado por un pescador en un cangrejal de Villarino Viejo, a pocos kilómetros de Bahía Blanca. Tras 107 días desaparecido, su autopsia no pudo determinar dónde y cuándo murió. El Poder Judicial y el Estado en general siguen sin dar respuestas a demasiados interrogantes sobre el caso.
El relato de la Policía Bonaerense al mando de Sergio Berni, del gobierno de Axel Kicillof y de ciertos periodistas, intentó dar por cerrado el caso afirmando que Facundo “se ahogó” solo en el lugar donde lo encontraron (mismo argumento usado en el caso de Santiago Maldonado). Pero las querellas y la Fiscalía reunieron gran cantidad de evidencias que refuerzan la hipótesis de la desaparición forzada seguida de muerte.
“Para los estándares probatorios que maneja la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con todo lo que ya tenemos probado deberían estar presos hace rato al menos los cuatro policías más complicados”, dice a este diario Leandro Aparicio, uno de los abogados de Cristina Castro, mamá de la víctima.
¿Para qué sirven los días internacionales?
Según la Asamblea General de Naciones Unidas (UN por sus siglas en inglés) los días internacionales son creados para “sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver (…) para que los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.”
También se usan para destacar las mayores preocupaciones de los Estados miembros sobre algún asunto en específico y que UN pueda marcar un camino hacia la resolución de estos problemas, a través de medidas que los Estados deberían adoptar.
Además, sirven para medir el interés que un asunto despierta en cada región. Por ejemplo en América Latina los que más atraen la atención son el Día Internacional de la Mujer (8 marzo), del Agua (22 marzo) y de los Derechos Humanos (10 diciembre).
En buena hora las organizaciones populares y los movimientos de lucha convierten estas fechas en jornadas de movilizaciones callejeras y protestas para pelear por derechos. Viniendo de parte de representantes de gobiernos capitalistas, son verdaderos actos de hipocresía para mejorar su imagen.
Desapariciones forzadas, opresión sobre las mujeres, crisis del agua, hay todos los días gracias a las políticas represivas, patriarcales y destructoras del medio ambiente que despliegan estos mismos gobiernos.
Fuente: Izquierda diario
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