lunes, 2 de diciembre de 2019

Chile, cuando el acceso a la salud depende del nivel económico del enfermo

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Una de las principales reivindicaciones de los manifestantes chilenos se centra en la necesidad de una reestructuración y mejora de la sanidad pública que esté al alcance de todos.


La Policía chilena dispersó en la tarde de este domingo un enfrentamiento registrado en las inmediaciones de la vivienda del presidente Sebastián Piñera.
Al parecer, los incidentes se produjeron cuando un grupo de activistas intentó aproximarse al domicilio del mandatario, momento en el que fueron abordados por los residentes de la zona. A su llegada, los carabineros emplearon gases lacrimógenos y agua a presión para evitar que el conflicto aumentase. El incidente terminó con cuatro detenidos y un policía herido.
El incidente se enmarca en el clima conflictivo derivado de las protestas sociales que continúan en las calles de Chile, cuyo presidente ha sufrido una fuerte pérdida de popularidad, que alcanza estos días un mínimo histórico del 10 %, según una reciente encuesta. Una de las principales reivindicaciones de los manifestantes se centra en la necesidad de una reestructuración y mejora del actual sistema sanitario público.

Enfermedades graves y costos excluyentes

María José Beltrán es la madre del pequeño Baltazar. Ella misma explica que "en una ecografía de rutina a las 32 semanas" fue informada de que su hijo "tenía una malformación de carácter bascular que se llama linfangioma". "Los médicos tienen mucho desconocimiento en cuanto a esta enfermedad", explica Beltrán, señalando que "en Chile existen varios especialistas, pero los costos son excluyentes totalmente".
El padecimiento de Baltazar deprime su sistema inmunológico a causa de un tumor ubicado en su sistema linfático, situación que se agudiza al no recibir el tratamiento adecuado. "Siento culpa por no tener los recursos para poder brindarle una salud digna porque aquí en Chile se reduce a tener plata, a tener dinero", lamenta su madre, que denuncia que "en Chile mueres por ser pobre y no por estar enfermo".

Cuando la asistencia llega demasiado tarde

El servicio de urgencias es, según denuncian muchos pacientes, uno de los puntos débiles de la salud pública en Chile, según denuncian muchos pacientes. Desde el pasado mes de octubre, cuando estallaron las protestas populares en todo el país, las entradas de los hospitales se convirtieron en un mural donde las personas expresaban, con carteles y todo tipo de mensajes escritos, sus protestas hacia las autoridades a cargo del sistema sanitario.
La médico internista Lissete Gramusset reconoce que el sistema público de salud en Chile está "jugando con los tiempos para sanarse, sobre todo en lo que tiene que ver con enfermedades del aspecto oncológico". "Es muy duro saber que quizás voy a tener un tratamiento tardío en el sistema público versus un tratamiento en los tiempos correctos a nivel de cualquier país desarrollado, en el sistema privado", explica esta facultativa, que señala que hay, incluso, "mucha gente que se suicida por eso", y también "mucha gente que fallece en su casa porque estaba esperando que llamaran al especialista y no llegó a tiempo".
Esto es precisamente lo que le ocurrió al padre de Marcela Zúñiga, que falleció mientras formaba parte de una de las largas listas de espera existentes en el sistema de salud pública en su país. "La interconsulta se había pedido cuatro años atrás", recuerda Marcela, denunciando que "llamaron después que él había fallecido". "Le respondí que tenían que llamarlo al cementerio porque él ya estaba en otra vida", añade.
Este tipo de disfunciones del sistema sanitario, que causan estragos en los sectores más desfavorecidos de la desigual sociedad chilena, están en el origen de las protestas que agitan el país desde hace más de un mes.

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