En el 2018 los bancos centrales compraron más oro que en cualquier otro año desde 1971, cuando EEUU abandonó el patrón oro. Rusia fue el principal comprador de este metal precioso al adquirir unas 274 toneladas.
Rusia ha venido incrementando sus reservas de oro durante 13 años consecutivos. Sus volúmenes han crecido como resultado de la política dirigida a desdolarizar la economía. Pero en el 2018 Rusia no fue el único país que apostó fuerte por este metal. La India, Polonia, Hungría, Irak y Kazajistán también aumentaron sus reservas, según informa el Consejo Mundial del Oro.
A finales del 2018 la agencia japonesa Nikkei comunicó que China reanudó las adquisiciones de este metal precioso a la vez que redujo el número de bonos estadounidenses en su cartera de inversiones.
El periodista Iván Danílov señala en su artículo para la edición rusa de Sputnik que hoy en día el oro provoca "un tipo de alergia en los financistas" que crecieron en la época del dominio total de dólar. Invertir en este metal precioso no les gusta porque no permite recibir el rendimiento de intereses que generan las inversiones en bonos nominados en dólares, euros u otras monedas.
No obstante, el oro tiene una "característica importantísima" de la que no disponen otras herramientas de inversión. Los riegos, regulatorio y de sanciones, son impropios del oro y por eso este instrumento financiero es tan seguro, asegura el autor del artículo.
Según Danílov, es imposible imponer sanciones estadounidenses al oro depositado en el banco central de Rusia. Asimismo es imposible utilizar la desconexión del sistema bancario SWIFT para bloquear un acuerdo en el que se utilice este metal.
"La demanda activa de oro frecuentemente señala a la inestabilidad geopolítica y económica (…) Oro (y armas nucleares) representan, tal vez, las inversiones ideales para el periodo en que el sistema mundial (caracterizado por la hegemonía del dólar) está resquebrajándose por los cuatro costados", escribe el autor del artículo.
El periodista vaticina que muy pronto veremos en los distintos medios de comunicación una deliberada filtración de materiales, cuyo objetivo será provocar pánico entre los inversores en oro. Sin embargo, afirma que no vale la pena preocuparse por estas noticias porque las reservas de oro y divisas son elementos de una estrategia de inversión a largo plazo. La eficacia de esta estrategia debe estimarse tomando en consideración largos periodos de tiempo. El autor cita como ejemplo la estrategia de Rusia.
"Hace 13 años, cuando Rusia empezó a incrementar sus reservas de oro, este metal precioso valía 650 dólares por onza, ahora su precio superó los 1318 dólares. Si miramos la tendencia a largo plazo se hace evidente que el precio sube con las correcciones temporales y los estancamientos", recalca.
Danílov opina que es muy importante el hecho de que los dos países de la OTAN, Polonia y Hungría, entraron por primera vez en muchos años en la lista de compradores de oro.
"Estos hechos dan solo una explicación lógica: incluso los aliados más favoritos y más cercanos de Washington, como Polonia, tratan de asegurar sus activos de la crisis del sistema mundial basado en el dólar ya que las reservas de la moneda estadounidense podrían convertirse en un inútil papel verde", enfatiza.
El expresidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, declaró en el 2018: "Me pregunto: si el oro es una reliquia de la larga historia, por qué los bancos centrales mantienen reservas por valor de un billón de dólares además del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones financieras (…)".
Danílov considera que la respuesta a esta pregunta es más bien evidente.
"Las mantienen para el día en que la época del dólar llegue a su fin", concluye.
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