Mucho se habla de la presunta crisis humanitaria y de las filas que las personas deben hacer en Venezuela, pero hay escenas en el resto del continente que muestran una situación de emergencia y a las que no se les presta la misma atención. En Argentina, durante una manifestación social, hubo filas de hasta dos cuadras para recibir verduras gratis.
Inflación, sueldos que no alcanzan, personas que no pueden comprar medicamentos, hambre. No estamos hablando de Venezuela, sino de Argentina, uno de los países que se ha puesto a la vanguardia del Grupo de Lima al momento de señalar la delicada situación que atraviesa el país caribeño.
© REUTERS / AGUSTÍN MARCARIAN
El "verdurazo", la protesta de la Unión de Trabajadores de la Tierra en Buenos Aires
En Buenos Aires, una manifestación en Plaza de Mayo, a escasos metros de la Casa de Gobierno, congregó a miles de personas para alzar su voz ante los precios que suben y los bolsillos que no dan abasto. Solo que en esta protesta hubo un protagonista principal más allá de las pancartas y los altavoces: las verduras.
De hecho, la manifestación se convocó como un 'Verdurazo' desde la Unión de Trabajadores de la Tierra, que repartió de manera gratuita verduras a una fila de 200 metros de personas, según un vídeo del canal Todo Noticias.
No es el primer verdurazo: el 15 de febrero hubo otra protesta similiar convocada por la misma entidad en la Plaza Constitución, frente a una de las estaciones de tren más transitadas de la ciudad y que conecta a la capital argentina con su periferia sur, una zona obrera por excelencia.
En esa ocasión, los productores de la UTT se proponían vender la verdura a 10 pesos la bolsa (0,25 dólares, un precio irrisorio en la actualidad), el evento fue duramente reprimido por las fuerzas policiales. Con balas de goma, bastones y gases lacrimógenos, los efectivos locales evacuaron el predio donde los agrícolas reclamaban mejores condiciones para producir de manera sustentable.
La Ciudad de Buenos Aires prohibió de un tiempo a esta parte los 'feriazos', las ventas populares que la UTT solía realizar. En el marco de una acción repetida contra vendedores ambulantes, la Policía de la Ciudad arremetió contra los vendedores so pretexto de que realizaban su venta de manera irregular.
Se viralizó en esa ocasión la imagen de una mujer recogiendo berenjenas de los pies de policías, una escena que podría representar cuál es la situación que preocupa a miles de argentinos. La mujer retratada fue buscada en redes y varios medios la entrevistaron. Sin quererlo se volvió ícono de la protesta social. "Nadie me gobierna. ¿Como voy a dejar que la policía nos intimide para comer? Fui a buscar berenjenas y rúcula porque no puedo pagar los precios del Coto [cadena de supermercados]", dijo la señora, una jubilada de nombre Ángela.
Ahora, bajo la sombra de este pesado antecedente, la UTT redobló la apuesta. En lugar de vender la verdura al costo, la regalaron. Esta vez bajo la consigna 'Lechugas versus palos', en clara referencia al operativo que criminalizó el accionar de la entidad, que nuclea a miles de productores agrícolas familiares sin tierra propia.
No extraña este panorama en un país que mostró una inflación interanual de casi un 48% en 2018. Sin embargo, los sueldos, jubilaciones y prestaciones crecieron en menor proporción, con una caída sustantiva del poder adquisitivo de los ciudadanos de a pie, muchas veces ahorcados por la soga de las facturas de servicios, cuyo precio se multiplicó varias veces en cuestión de unos años.
En mayo de 2018, Macri dijo que al elegirlo a él en 2015 y obtener apoyo legislativo considerable en 2017, sus connacionales optaron por una vía opuesta a la del país caribeño. "Los argentinos dijeron: nosotros no queremos ir a Venezuela", dijo. Al final, terminaron pareciéndose.
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