Pocas son las personas en el mundo que se pueden vanagloriar de haber terminado una licenciatura a los 13 años. Dafne Almazán, una chica mexicana, es una de ellas. Ahora, con 17 años, se perfila como la alumna mexicana más joven en la Universidad de Harvard, uno de los centros de estudios más prestigiosos del mundo. Sputnik habló con ella.
Con una sonrisa infantil y un andar serio, la niña de 17 años camina entre los pasillos del Centro de Atención al Talento (Cedat), el sitio donde trabaja, fundado por sus padres y el mayor de sus hermanos, para dar respuesta a las necesidades de niños superdotados.
Dafne es una de estos infantes con un coeficiente intelectual mayor a 130. En 2012, fue la primera niña en terminar sus estudios de grado de Psicología en la universidad Tec Milenio, y logró consagrarse como la persona más joven en ejercer su profesión a nivel mundial.
"Ahora acabo de iniciar una maestría en la Universidad de Harvard", cuenta a Sputnik. Su admisión con menos de 18 años es una excepción que la prestigiosa casa de estudios de Boston no realiza hace más de 100 años.
"Mi familia me apoyó mucho desde pequeña, me ayudaron a encontrar escuelas y seguir mis estudios. Aunque una de las complicaciones son los estereotipos de ser mujer y menor de edad, no creen que una niña de 8 años esté cursando la prepa [secundaria superior] y sea capaz de terminarla", dice.
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Los esquemas por romper también los encontró dentro de la burocracia. Un escollo, asegura, fue "convencer al Gobierno que sí era una niña que iba a poder terminar la escuela con el apoyo" de la familia.
Como en otros ámbitos de la sociedad, las niñas genio como Dafne tienen un camino más arduo que los varones con las mismas capacidades, señala la adolescente psicóloga, que cuenta también con una primera maestría en Educación en la universidad Tec Milenio.
"Piensan que las mujeres tienen que estar calladas, sentadas y tranquilas y ellas se adaptan a eso. Los niños son los que dan más problemas y los traen a lugares como el Cedat. Pero como las niñas no dan esos problemas, es más complicado identificarlas", sostiene.
Asdrúbal Almazán Hernández —padre de Dafne, Andrew y Dylan— identificó la inteligencia de todos sus hijos. Es presidente de la Alianza Mexicana por la Sobredotación, organismo Latinoamericano y es también fundador del Cedat.
El centro está fuertemente custodiado por un guardia privado, puertas metálicas y una decena de cámaras vigilantes. Dentro, un grupo de niños sin uniforme baja por las escaleras, algunos corren y otros charlan entre ellos. La maestra los apura para que entren y hasta ahí todo parece muy normal. El salón, en cambio, no tiene bancos ni escritorios, el piso es de madera.
El último en entrar cierra la puerta de cristal y el pasillo vuelve a quedar en silencio de nuevo. Asdrúbal Almazán explica a Sputnik que el centro se creó "por la necesidad de atender a niños sobredotados en 2010", aunque el trabajo con familias se remonta al 2007.
Ese año, su hijo mayor ingresó a la Universidad a los 12 y se tituló como psicólogo a los 16. Es la profesión de todos los hijos de Asdrúbal Almazán.
"Cuando nuestro hijo se titula, inicia el Cedat. Iniciamos con mi esposa que es filósofa. Yo soy médico. Con Andrew psicólogo, empezamos de manera formal los trabajos", dijo. La base de este instituto, dice, es la atención psicológica, de seguimiento cognitivo y académico con especialistas en diferentes áreas.
"Somos una institución privada, no tenemos relación con la Secretaría de Educación Pública", subraya. Su labor consiste en facilitar que las autoridades entreguen los certificados a los jóvenes para que puedan seguir avanzando.
"Nosotros sólo los preparamos, no somos una escuela, somos un apoyo para que los niños obtengan un certificado de las autoridades y de esa manera puedan entrar en ambientes más competitivos", asevera el padre de los Almazán.
© SPUTNIK / ELIANA GILET
Dafne Almazán, la psicóloga más joven del mundo, admitida para una maestría en Harvard, en una foto junto a su padre Asdrúbal, fundador del Cedat
Para lograr el ingreso de Dafne a Harvard —relata su padre— tuvieron que presentar su solicitud como cualquier otro estudiante.
"Dafne era una menor de edad buscando una maestría. No había forma que ella pudiera aplicar porque el sistema se lo negaba. Hubo que sacar casos de los archivos y encontramos uno de hace cien años en esta maestría. El consejo directivo lo apoyó y le dieron la oportunidad", comenta el doctor Almazán a Sputnik.
Dafne cuenta a Sputnik que sus investigaciones "están enfocadas en las niñas superdotadas y las matemáticas", temas que le interesan por demás.
Explica que hicieron un estudio de género entre niños superdotados en México y vieron que ocho de cada diez son varones.
"Eso me pareció un dato alarmante. No es que no haya mujeres, sino que por los estereotipos del país, estas niñas se adaptan al sistema y por eso se pierden. Me gustaría encontrar un método en donde las niñas puedan romper esos obstáculos y poderlas detectar para estimularles la inteligencia", describe la adolescente.
En tanto, México puede estar tranquilo de que contará con esta mente brillante para aportar a su desarrollo. El paso de Dafne por EEUU es apenas por estudios y no está en sus planes mudarse definitivamente.
"Estoy muy feliz, pero también sé que es una gran responsabilidad con mi país no ser otro caso de la fuga de cerebros. Yo quiero ir, regresar y aplicar lo que aprendí. Voy a terminar en mayo del 2020 la maestría que inicié en enero de 2019", concluye Dafne.
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