Publicado: 24 feb 2019 05:01 GMT
Entre los temas abordados por el canciller ruso en una entrevista para la televisión china y vietnamita, figura el actual estado de las relaciones con EE.UU. y Japón.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha concedido una entrevista para la televisión de Vietnam VTV y los canales chinos Phoenix y CTV, en la que ha detallado cómo se desarrollan las relaciones de Moscú con Vietnam, China, Estados Unidos y Japón, qué opina sobre el papel de alianzas como el BRICS, la situación en Siria, y otros asuntos de la política mundial.
"EE.UU. crea problemas de manera artificial"
Mientras Rusia y Estados Unidos mantienen contactos y colaboran en los temas relacionados con Siria, la situación en la península de Corea y Afganistán, todavía no se ha establecido un diálogo sobre las relaciones bilaterales en su integridad, ha lamentado Lavrov.
El responsable de la diplomacia rusa ha culpado a Washington de crear muchos problemas "de manera artificial" y por la ausencia de intenciones de resolverlos, adoptando una postura unilateral ―"Rusia ha empeorado las relaciones por sí misma, por eso debe cambiar su forma de actuar"― en vez de buscar un diálogo constructivo y la solución de los problemas "sobre la base del balance de los intereses y no de ultimátums", para lo que el Gobierno ruso está abierto.
"Cuando hablan así desde la tribuna del Congreso, todavía puedo entenderlo, porque tienen una lucha política interna en la que, según se ve, todos los medios valen. Pero cuando la misma figura de lenguaje predomina en las consultas cerradas, no queda nada más que concluir que los socios estadounidenses aún no quieren trabajar de manera constructiva", sostiene Lavrov.
La esfera que más sufre por el estado actual de las relaciones de EE.UU. y Rusia desde el punto de vista de la seguridad global es la estabilidad estratégica, ha detallado el ministro.
En ese sentido, el canciller ruso ha recordado que el proyecto ruso-chino del acuerdo encaminado a impedir el despliegue de armas en el espacio lleva más de diez años 'encarpetado' en la Conferencia de desarme en Ginebra, aunque cuenta con el apoyo de muchos países. "EE.UU. no quiere atarse de pies y manos. Ahora ya han anunciado su intención de desplegar armas en el espacio. Queda claro por qué se negaban a apoyar el proyecto del acuerdo presentado por Rusia y China", ha explicado.
Al anunciar su retirada del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés), EE.UU. adoptó "una postura destructiva" que "no encaja en ninguna norma del propio acuerdo ni en la cultura diplomática básica, la cultura de negociaciones" que los diplomáticos de ambos países sabían utilizar en tiempos de la Guerra Fría, ha indicado Lavrov.
El ministro de Exteriores de Rusia ha precisado que en el caso del Tratado INF, de cuya violación ambos países se acusan mutuamente, a EE.UU. le generaba preocupaciones solo un misil ruso, pero se negó a compartir sus datos durante varios años. Al revelarse qué misil era, Washington se negó a hablar con Moscú sobre los detalles a pesar de la insistencia del Gobierno ruso, que explicó que no se trataba de algo secreto y se mostró dispuesto a compartir los datos.
Siria: "Hay que diferenciar a la oposición armada de los terroristas"
En lo que concierne a Siria, Rusia no planea emprender ninguna acción militar conjunta con Turquía ni Irán en territorio del país árabe y actúa allí únicamente bajo pedido del Gobierno legítimo de Bashar al Assad, al igual que Irán, ha recordado Lavrov.
"Se mantiene el problema en Idlib, donde es preciso diferenciar entre la oposición armada, que se muestra constructiva, y los terroristas, y también en el noreste, donde EE.UU. creó muchos problemas al apostar por los kurdos a los que empezaron a alojar en tierras de los árabes, generando con ello su irritación y la preocupación de Turquía", comentó el diplomático ruso. "Tal vez la idea de Washington consiste en crear muchos problemas con el fin de dirigir luego el proceso, como les gusta", ha sugerido.
Lavrov ha detallado que no hay un entendimiento común sobre quiénes de los kurdos deberían ser considerados como terroristas. "Turquía tiene una postura especial. Comprendemos su preocupación, pero es necesario separar el trigo y la mala hierba, y ver qué grupo de kurdos realmente es extremista y crea una amenaza para la seguridad de Turquía", ha señalado.
De momento, sigue en curso el trabajo sobre la creación de la zona tapón entre Siria y Turquía que, por su parte, apoyó el formato de Astaná, donde en la mesa del diálogo se sentaron "directamente los que se oponen en el campo de batalla con armas en las manos", logrando el cese del fuego en la mayor parte del territorio sirio, y el inicio de un diálogo directo entre el Gobierno y la oposición armada, a la que antes no se dirigía "ni la ONU ni otras estructuras ni los países occidentales", ha destacado el canciller ruso.
"Japón se unió a las sanciones contra Rusia, apenas puede considerarse una postura amistosa"
Durante la entrevista concedida a la televisión de China y Vietnam, Lavrov ha aclarado también el desarrollo de las relaciones con Japón. En vísperas de la visita del primer ministro nipón Shinzo Abe a Moscú para reunirse con Vladímir Putin, en los medios circuló información de que Tokio estudia la posibilidad de firmar un acuerdo de paz con Moscú a cambio de la devolución de la isla de Shikotan y las pequeñas islas de Habomai, de las cuatro islas Kuriles del Sur —incluidas Kunashir e Iturup— que considera como "territorios ocupados".
Lavrov ha subrayado que ni el presidente ruso ni él ni cualquier otro diplomático que participó en las consultas bilaterales no dio motivos para que Shinzo Abe asegurara al Parlamento que planea resolver el problema con la firma del acuerdo de paz bajo condiciones de Japón.
Lavrov ha recordado que "Japón se unió no a todos, pero sí a una serie de las sanciones contra la Federación Rusa" y eso "apenas puede considerarse una postura amistosa": Tokio apoya a EE.UU. en todas las resoluciones dirigidas contra Rusia, se manifiesta en contra o se abstiene de apoyar proyectos propuestos por Moscú. "No estamos en contra de que Japón coopere con otros países, pero EE.UU. declaró a Rusia su enemigo principal, obviamente junto a China", ha señalado.
El ministro de Exteriores también ha indicado que uno de los temas de las negociaciones durante la visita de Donald Trump a Japón a finales de mayo de este año será la cuestión del acuerdo de paz con Rusia: "Si la dependencia de Japón se demuestra hasta tal grado, no tengo nada que añadir. El hecho de que los japoneses tienen una alianza militar con Japón tampoco es un factor poco importante".
"Vamos a continuar el trabajo minucioso en busca de los acuerdos que permitan crear condiciones para tal solución del acuerdo de paz que será aceptable para los pueblos de ambos países. Por ahora vemos que estas condiciones están totalmente ausentes", ha concluido Lavrov.
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