Publicado: 20 feb 2019 05:21 GMT
Un experto escribe en The New York Times que el prolongado conflicto ruso-estadounidense se remonta a la decisión de Barack Obama al instalar el sistema Aegis en Europa oriental.
La decisión de EE.UU. de retirarse del histórico Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés), suscrito con Moscú en 1987, "pese a las advertencias y sin considerar las consecuencias", puede afectar a la humanidad de un modo tan destructivo como la apertura de la caja de Pandora en la mitología griega, advierte un columnista de The New York Times.
Según Theodore Postol, profesor del Instituto de tecnología de Massachusetts y experto en defensa antimisiles, el prolongado conflicto entre Moscú y Washington se remonta la decisión equivocada de la Administración Obama de desplegar en Polonia y Rumanía el así denominado Sistema de Defensa de Misiles Balísticos Aegis.
Bajo el pretexto de garantizar cobertura defensiva frente a Irán, Obama no tuvo en cuenta que, en realidad, las nuevas instalaciones no eran eficaces contra los misiles iraníes de largo alcance, debido a la incapacidad de los radares de Aegis de detectarlos con bastante anticipación para reaccionar adecuadamente con aviones interceptores, opina el experto.
Mientras tanto, Rusia se encuentra lo suficientemente cerca de Rumania y Polonia, como para que el Aegis —pudiendo ser rápidamente armado con misiles de medio y corto alcance— represente un peligro de ataque inmediato con aviso solo a corto plazo. Según el experto, esta "escandalosa torpeza" fue percibida como una amenaza directa por el Kremlin, que acusó a Washington de violar el Tratado INF.
A partir de entonces y a lo largo de los últimos años, Rusia y EE.UU. se han mirado con suspicacia y se han acusado mutuamente de la presunta violación de los términos del acuerdo. Postol señala que los sistemas estadounidenses en Europa del Este —si estuvieran equipados con misiles de crucero— serían una violación de facto. Mientras tanto, Moscú reitera que cumple estrictamente con las obligaciones del acuerdo, cuya firma en 1987 dio luz verde al proceso de desarme nuclear de las dos superpotencias.
Desde que el tratado fue rubricado por el entonces presidente de EE.UU, Ronald Reagan, y el último mandatario soviético, Mijaíl Gorbachov, las armas nucleares se modernizado. Las nuevas características de los arsenales, sostiene el autor, aumentan significativamente la posibilidad de "un uso catastrófico no intencionado de las armas nucleares durante una crisis aún imprevista", por lo que si Rusia y EE.UU. no transigen y el acuerdo nuclear se disuelve, ambas partes se encontrarán en peligro.
- El Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto, suscrito en 1987 entre EE.UU. y la entonces URSS, ha sido pieza fundamental del moderno régimen de supervisión y control sobre la no proliferación de armas nucleares.
- El pasado 20 de octubre el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció su intención de retirarse del tratado. Más tarde Washington declaró que EE.UU. comenzará el proceso de su salida unilateral el 2 de febrero. Según el Kremlin, la salida estadounidense del pacto es una posibilidad preocupante que convertiría al mundo en un lugar más peligroso.
- En respuesta, Moscú también suspendió su participación en el tratado y exigió pruebas por parte de Washington de la presunta violación rusa del acuerdo.
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