CARACAS (Sputnik) — El canciller, Jorge Arreaza, dijo que es "grave" la denuncia del Gobierno de Rusia en la que asegura que Estados Unidos comenzó el traslado de fuerzas especiales a la frontera de Venezuela.
"Grave denuncia que hace la Cancillería rusa, ante el fracaso del Golpe de Estado, la Comunidad Internacional debe estar atenta y vigilante ante la persistencia del Gobierno de EEUU y factores extremistas nacionales, para generar violencia en Venezuela", escribió Arreaza en la red social Twitter.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, indicó que EEUU está trasladando fuerzas especiales y equipamiento a la frontera de Venezuela y busca junto con sus aliados en la OTAN (Organización de Tratado Atlántico) entregar armas y municiones a la oposición en el país suramericano.
"Esta provocación se lleva a cabo por Washington conforme con todas las reglas del arte militar (…) hay indicios de que fuerzas especiales y material bélico de EEUU se traslada hacia el territorio de Venezuela", dijo la diplomática.
La funcionaria detalló que la entrega del cargamento a Venezuela está programada para principios de marzo de este año en varios lotes a través del territorio de un país vecino.
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Además, Jorge Arreaza acusó a Colombia de permitir que EEUU use su territorio para impulsar una "peligrosa operación" contra el país caribeño.
"Las autoridades colombianas prestan su territorio para una peligrosa operación injerencista liderada por EEUU y se lavan las manos adelantando actos de violencia, la comunidad internacional debe recordar que Colombia tiene el récord en producción de cocaína y de falsos positivos (ejecuciones extrajudiciales)", dijo el canciller en la red social Twitter.
De esta forma, Arreaza desmintió a su homólogo colombiano, Carlos Holmes Trujillo, quien el 21 de febrero aseguró que Bogotá no "alienta" ni "propicia" una provocación a Venezuela, sino que el Gobierno de Iván Duque facilitó el acopio de la asistencia humanitaria internacional para ese país.
Por su parte, el mandatario venezolano anunció que evalúa el cierre completo de la frontera con Colombia, con miras al anunciado ingreso este sábado de ayuda humanitaria internacional desde ese país.
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Actualmente por los puentes fronterizos se puede cruzar a pie, pero está prohibida la circulación vehicular.
Además, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, responsabilizó a su homólogo Duque de cualquier brote de violencia que pueda ocurrir el 23 de febrero en la frontera de los dos países.
El Gobierno venezolano ha denunciado en reiteradas ocasiones que Estados Unidos busca invasión militar y propiciar un golpe de Estado en contra del presidente Nicolás Maduro.
Entre tanto, el 21 de febrero el mandatario Maduro anunció el cierre total de la frontera terrestre con Brasil para evitar "provocaciones" y dijo que evalúa tomar la misma medida con Colombia.
Un día antes, el Ejecutivo venezolano había anunciado el cierre indefinido de toda comunicación con las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire, territorios autónomos del reino de Holanda.
El Gobierno aseguró que la medida obedece a que Curazao es uno de los tres puntos acopio de la ayuda humanitaria que impulsa la oposición con apoyo de Estados Unidos y otros países que han desconocido al presidente Maduro.
© REUTERS / CARLOS EDUARDO RAMIREZ
El 5 de enero el diputado Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.
El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, Guaidó se autoproclamó"presidente encargado" de Venezuela, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura.
El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.
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