viernes, 8 de febrero de 2019

ACTITUD DEL GOBIERNO DE COLOMBIA ES UN DETERIORO DE LA DIPLOMACIA.


Resumen Latinoamericano / 7 de febrero de 2019
Lo ocurrido con el Protocolo pactado con el ELN, la posición del Gobierno colombiano sobre la crisis con Venezuela y el manejo dado al proceso de Santrich, dejan ver que la diplomacia en el país está cambiando su manera de proceder, y parece retomar los modelos realistas (monárquicos) de hace tres siglos; situación que podría afectar la confianza construida durante años con otras naciones.
En análisis del experto en relaciones internacionales y profesor de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Mario Adolfo Forero, el tema de los Protocolos establecidos con el ELN que Duque pidió a Cuba romper tras el atentado a la General Santander es una muestra de ese cambio, en el que se evidencia el manejo de estos compromisos internacionales como pactos de Gobiernos y no de Estados, “actuando como en el siglo XVIII”.
En ese caso, el Profesor cree que Duque intentó ganar acogida y popularidad gracias al atentado, tomando una decisión de carácter demagógica; no obstante, la decisión significó una disputa mediante comunicados de diferentes embajadas que rechazaban la violación del Protocolo, así como pudo resultar en el cierre a toda posibilidad de establecer procesos de diálogo y negociación en el futuro.
En segundo lugar, el reconocimiento a Guaidó como presidente interino de Venezuela, y el papel que ha jugado Duque, apoyando a la oposición del vecino país y reconociendo que tiene intereses económicos más allá de Cúcuta ha significado tomar partido, situación que podría traer problemas a futuro para Colombia. Sobre todo, como señala Forero, si se tiene en cuenta que en Colombia se debería estar hablando de derechos humanos o migración, en lugar de una posible invasión.
Por último, la situación ocurrida con el trámite de la carta sobre Jesús Santrich, en la que se envía un documento oficial por correo corriente y no a través de la embajada, aumenta la desconfianza sobre el manejo de las interacciones con otros países; situación a la que se suma el juicio extrajurídico y completamente político emitido por la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, que pedía a la JEP extraditar a Santrich, incluso sin tener pruebas de sus supuestos delitos.
En el caso Santrich, Forero concluye que puede tratarse de otro ataque a la JEP; sin embargo, uniendo todas las situaciones, el panorama resulta preocupante por el tipo de relación que ha establecido Duque con otras naciones y lo que ello pueda significar para el país.

SI LA DIPLOMACIA DE COLOMBIA NO ES BUENA, LA DEL MUNDO NO ES MEJOR

El experto en relaciones internacionales afirma que los lenguajes de los ministerios y actores exteriores se están volviendo prosaicos, muestra de ello son las comunicaciones sobre Venezuela que han emitido el Ministerio de Chile; Luis Almagro, secretario general de la OEA; y  las posiciones asumidas por España y una parte de la Unión Europea. Reacciones que han llevado a la radicalización de los lenguajes en torno al presidente Maduro, pese a que la idea de la diplomacia es precisamente lo contrario, asumir posiciones de calma y conciliadoras.
Forero añade que otro gran actor también interviene para que la diplomacia actúe de forma contraria a sus propios principios: Estados Unidos. La contradicción radica en las propias tensiones que vive el gobierno de Trump, en el que se lo acusa de ser aliado del Presidente de Rusia; situación que lo obliga a retirar tropas de Afganistán, pero endurecer su discurso contra Venezuela, e incrementar la confrontación en la región.
La salida a este tipo de enfrentamientos ideológicos siempre ha sido la diplomacia, pero dadas las condiciones actuales, el profesor teme que esté pasando con Venezuela algo similar a lo ocurrido con Cuba, cuando se cerraron los canales diplomáticos y la isla fue sometida a un bloqueo económico, mientras el mundo se balanceó al borde de la guerra.
Contagio Radio

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