El 2 de febrero de 1999, Hugo Chávez se juramentó por primera vez como presidente de Venezuela, e inició una era de grandes transformaciones sociales y políticas en la nación suramericana.
“Juro ante Dios, ante la patria y ante mi pueblo, sobre esta moribunda Constitución", así se juramentó como presidente constitucional de Venezuela por primera vez, hace veinte años, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, dando el puntapié inicial a una era de grandes transformaciones sociales y políticas en la nación suramericana.
Iniciaba así, aquel 2 de febrero de 1999, la Revolución Bolivariana, en el marco de la naciente V República de Venezuela. Atrás quedaba el periodo signado por el Pacto de Puntofijo que impuso el bipartidismo a lo largo de cuatro décadas turnando sucesivamente en el poder a los partidos Acción Democrática y Copei.
"Haré cumplir e impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los tiempos”, completó su juramento el expresidente. El impulso de una nueva Constitución nacional había sido una de sus principales banderas políticas durante la campaña electoral de 1998. Y cumplió.
Luego de asumir formalmente como presidente ante el extinto Congreso bicameral, juramentó a su gabinete en el Palacio de Miraflores (sede de Gobierno) y rubricó de una vez el decreto que convocaba a un referéndum para la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente.
La consulta popular arrojó un abrumador 87 por ciento de votos por la opción de convocar a la redacción de la nueva Carta Magna.
Constitución Bolivariana de 1999
El nuevo texto constitucional fue aprobado el 15 de diciembre de 1999 por el 71 por ciento del electorado, dando lugar a un gran cambio de paradigma democrático donde el sistema de Gobierno pasó de ser representativo a protagónico, ampliando los mecanismos de participación ciudadana a través de múltiples formas de organización colectiva.
Signada en su preámbulo por el ideario histórico del Libertador Simón Bolívar, es reconocida como uno de los instrumentos jurídicos más avanzados de la región y del mundo al incorporar la ampliación de derechos de los pueblos indígenas, reconocer derechos ambientales, y otras legislaciones de vanguardia en el marco de un sistema de igualdad y justicia social.
Transformaciones sociales
Con la premisa de dignificar y reivindicar a la población que había sido socialmente excluida durante la IV República, el Comandante Chávez atacó rápidamente la herencia neoliberal de los pasados Gobiernos.
A través de la distribución igualitaria de la renta petrolera y la activación de diferentes empresas estatales recuperadas, consiguió pronto grandes avances en materia social.
La fundación de grandes Misiones Socialistas que llevaron salud, alimentación, educación y vivienda a todos los rincones de Venezuela, logró el despertar de las esperanzas de los sectores más desfavorecidos.
Así se avanzó considerablemente en la reducción de la pobreza que pasó de 43 por ciento en 1998 a 24 por ciento en 2012; se alcanzó la tasa cero de analfabetismo; aumentó tres años la esperanza de vida; mejoró el Índice de Desarrollo Humano y el Coeficiente de Gini; se llevó atención médica a través de la amplia cobertura territorial de Barrio Adentro; y se construyeron y refaccionaron cientos de miles de viviendas con el Plan Barrio Nuevo, Barrio Tricolor y la Gran Misión Vivienda Venezuela; entre otros grandes avances reconocidos por los organismos que integran el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Continuidad del legado histórico
Con la ratificación del presidente Nicolás Maduro al frente de la primera magistratura y en la continuación del liderazgo de la Revolución Bolivariana, el pueblo venezolano sigue protagonizando la construcción de la Patria socialista en el marco de nuevos retos y desafíos.
Con el acento puesto en la inversión social, que supera los 70 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), el Gobierno revolucionario prioriza la protección de los sectores más humildes ante los embates económicos que buscan desestabilizar el país.
Frente a sanciones, embargos y bloqueos a la economía venezolana impulsados principalmente desde el Gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.), el presidente Nicolás Maduro ha renovado y reinventado el sistema de protección social a través del novedoso mecanismo del Carnet de la Patria que identifica y asiste necesidades del pueblo en todo el territorio nacional.
Esta plataforma fue el soporte fundamental para lograr las pensiones para el cien por ciento de las personas en edad de jubilación; el apoyo a las mujeres embarazadas y lactantes; personas con algún tipo de discapacidad; trabajadores de la economía informal; jóvenes desempleados; y hogares humildes; entre otros sujetos de derecho.
Tampoco el asedio de la guerra económica ha logrado detener los avances en la Gran Misión Vivienda Venezuela que en diciembre del año pasado alcanzó el hito de 2.500.000 hogares construidos.
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