18 de noviembre de 2015
Crédito: LaIguanaTv
¿Desde
dónde?
El
hackeo del sistema informático de PDVSA inició desde Washington, en
el edificio central de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
Luego
de que, con cooperación de la embajada de EE.UU. en Venezuela
comprobaran que estaban dentro del verdadero sistema de la estatal
petrolera, la propia NSA y la CIA usaron a agentes dentro de la
delegación diplomática, ubicada a pocos kilómetros.
¿Quiénes
espiaron?
La
Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés), en
cooperación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la
embajada de Estados Unidos en Caracas.
¿Quién
redacta el informe?
El
informe lo redacta un agente de la NSA en Washington que operó con
el grupo F6 en Caracas.
¿Qué
es el grupo F6?
F6
es el código para una operación conjunta entre la NSA con la CIA
conocido como el Servicio de Colección Especial, con sede en
Beltsville, Maryland (noreste) - los agentes se hacen pasar por
diplomáticos en decenas de embajadas estadounidenses en todo el
mundo, incluyendo Caracas, Bogotá y Brasilia.
900
empleados espiados, 10.000 perfiles levantados
De
acuerdo al documento, la Agencia Nacional de Seguridad espió a 900
empleados, a los que se les vulneraron datos personales como
contraseñas, números telefónicos, nombres de usuario y buzones de
correo electrónico.
En
total la inteligencia estadounidense levantó 10 mil perfiles, entre
ellos los de la alta gerencia de la empresa, incluyendo su
presidente, Rafael Ramírez.
"Mientras
estaba analizando los metadatos", el analista explica: "Hice
clic en el 'De IP ' y noté algo peculiar que todo los perfil de los
empleados, más de 10 mil de ellos, venía de la misma IP !!!".
"Determiné que esto quiere decir que yo había estado dentro de
comunicaciones internas de PDVSA todo este tiempo !!! Yo disparé
algunos e-mails a F6 aquí y en Caracas y me lo confirmaron!",
reza el documento.
"Además,
he descubierto una cadena que lleva los ID's de usuario y sus
contraseñas, y he recuperado más de 900 combinaciones de usuario /
contraseña únicos".
¿Por
qué PDVSA?
En
el cable filtrado y al que tuvo acceso exclusivo teleSUR, el analista
de la inteligencia estadounidense señala cuatro razones por las que
PDVSA es un objetivo de espionaje:
"Desde
la huelga (sabotaje) del sector de petroleo de diciembre 2002 a
febrero 2003, PDVSA se ha puesto al servicio de la Revolución
Bolivariana del presidente (Hugo) Chávez, financiando todo desde los
programas nacionales a los esfuerzos geopolíticos de Chávez"
“Entender
a PDVSA, es entender el corazón económico de Venezuela”.
"Venezuela
tiene una de las mayores reservas de petróleo y gas natural en el
mundo" .
Los
ingresos procedentes del sector petrolero son por "más o menos
un tercio del PIB" y "más de la mitad de los ingresos del
Gobierno".
Información
al más alto nivel
En
una parte del documento, el analista que redacta el informe para la
NSA explica que su superior "quería información de PDVSA en
los más altos niveles posibles de la empresa - especialmente, el
presidente y los miembros de la junta directiva."
"Después
de visitar la página web de PDVSA donde hice clic en 'Liderazgo' y
escribí los nombres de los directores que se convertirían en mi
lista de objetivos", el analista ingresó los nombres en
PINWALE, la base de datos principal de la NSA que consiste en
comunicaciones digitales previamente interceptados.
"Ahora,
incluso mis ojos viejos pudieron ver que estas cosas eran una mina de
oro (...) "
Cuáles
funcionares de alto nivel fueron espiados
El
entonces presidente de la estatal petrolera Rafael Ramírez quien
recientemente ha denunciado ser víctima de interceptaciones, era uno
de los objetivos de la inteligencia estadounidense.
De
igual forma, entre los nombres destaca el de Luis Vierma el entonces
director de exploración y producción de la empresa.
Antecedentes
En
enero de 1997, el Gobierno de Rafael Caldera (antecesor de Hugo
Chávez), inició un proceso de privatización de algunos servicios
de PDVSA. Entre ellos tercerizó la administración de los sistemas
informáticos a una empresa llamada “Información, Negocios y
Tecnología” (Intesa, una empresa mixta con PDVSA), que poseía una
participación del 40 por ciento de la nueva corporación, y los
contratistas de defensa estadounidenses Science Applications
International Corporation (SAIC), que controlaban el 60 por ciento.
SAIC
tiene estrechos lazos con la inteligencia de Estados Unidos. En el
momento de sus relaciones con Venezuela, el director de la compañía
fue el almirante retirado de EE.UU., Bobby Inman. Antes de fundar
SAIC, Inman se desempeñó como Director de Inteligencia Naval y el
Vicedirector de la Agencia de Inteligencia de Defensa.
Inman
también se desempeñó como subdirector de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) y, desde 1977 hasta 1981, como director de la NSA.
En
2002, PDVSA no renovó el contrato de SAIC, una decisión que la
empresa estadounidense protestó ante la Corporación de Inversiones
Privadas en el Extranjero, que asegura los intereses de las
corporaciones estadounidenses fuera del país.
En
2004, la agencia de Estados Unidos resolvió que mediante la
cancelación de su contrato con SAIC el Gobierno venezolano había
"expropiado" la inversión de la empresa.
Antes
del fallo y antes de que sus operaciones fueran reincorporadas por
PDVSA, la compañía controlada por SAIC, Intesa, jugó un papel
clave en un el sabotaje impulsado por la extrema derecha que intentó
paralizar la industria petrolera venezolana.
En
diciembre de 2002, ocho meses después del fallido golpe de Estado y
en el mismo mes en que su contrato iba a expirar, Intesa "ejerció
su capacidad de controlar nuestros computadores mediante la
paralización de la carga, descarga y almacenamiento del crudo en
diferentes terminales dentro de la red nacional", afirmó el
Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela.
De
acuerdo con las autoridades venezolanas, Intesa, que poseía los
códigos necesarios para acceder a los terminales, se negó a
permitir a los empleados que no se sumaron al sabotaje, la entrada a
los sistemas de control de la compañía.
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