lunes, 26 de octubre de 2015

Roy Chaderton Matos: La OEA tiene una deuda con la Historia y con Simón Bolívar

21 de octubre de 2015
Crédito: Aporrea.org



El embajador saliente de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton Matos, manifestó que este organismo internacional tiene una deuda con la historia porque no ha cumplido con las ideas de integración del Libertador Simón Bolívar, y contrario a eso ha promovido injerencias en los países.

"¿Cómo pagar la deuda al gran inspirador de mucha gente en el mundo como Simón Bolívar? Nosotros los venezolanos habríamos querido que la OEA hubiera sido y hubiera rendido como Bolívar podría verlo. Es parte de la deuda de la OEA con la historia y con Simón Bolívar", señaló Chaderton, en referencia a los errores cometidos por este organismo en su historia.

Resaltó la necesidad de que la OEA restablezca la verdadera lucha y defensa de derechos humanos, un labor -explicó- ha sido convertida en negocio político controlado por mafias que le confieren al tema un tratamiento que estimula al golpismo "pero también a la descalificación de las autoridades que imponen la ley y hacen justicia para penar a los factores desestabilizadores", apuntó.

En su reflexión, Chaderton lamentó que, durante su trabajo como diplomático, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no presentara excusas por mantener silencio durante siete años por la violación de DDHH ocurrida en el Caracazo de 1989, estallido social del pueblo venezolano contra el paquete neoliberal propuesto por el Fondo Monetario Internacional y ejecutado por el ex presidente Carlos Andrés Pérez.

Es durante el 2002, tras la llegada del entonces presidente de la República, Hugo Chávez; que la CIDH condena al estado venezolano por estos hechos, luego de que el Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero y marzo 1989 (Cofavic), organización no gubernamental, elevara una denuncia en el año de 1995 a esta instancia internacional.

"Silencio, descuido, negligencia, desdén de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Luego vino el golpe del 2002 y el Secretario Ejecutivo de la CIDH reconoce el gobierno golpista, no hubo en Venezuela ninguna institución de derechos humanos que protestase por el derrocamiento de ese gobierno, que inclusive contó con el apoyo de amnistía internacional con los representantes en Venezuela", recordó.

Chaderton en su discurso reivindicó a la justicia social y a la democracia participativa como motores para servir a los pueblos, y no como la acción desestabilizadora que imponen algunos sectores de derecha para derrocar gobiernos elegidos democráticamente.

Sobre este particular, señaló que las acciones violentas ocurridas en Venezuela en el primer semestre de 2014, denominada como La Salida, que dejó un saldo de 43 venezolanos muertos, fueron provocadas por un grupo de terroristas que pretendieron derrocar al presidente Nicolás Maduro.

"Llamamos a la reflexión sobre esta situación, porque no es lo mismo un opositor que un terrorista y si fuese el caso de ser igualitarios, yo quiero informarles que nosotros tenemos 43 muertos, y nuestros 43, por eso está este señor (Leopoldo López) en la cárcel, fueron generados por La Salida", dijo.

Tras su dicurso se despidió de los presentes que participaron en el reconocimiento que le hicieron en el organismo.

"Al verlos a ustedes estoy viendo los rostros de sus antecesores, de los amigos que se fueron y ahora veo en ustedes, en sus rostros a los amigos que se quedan y con dolor pero con alegría al mismo tiempo quiero decirles que yo soy el amigo que se va", añadió.

Chaderton será el encargado del área de trabajo internacional del Comando de Campaña Bolívar-Chávez para las elecciones parlamentarias de Venezuela, programadas para el próximo 6 de diciembre, designado por el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Nicolás Maduro.

Tras la salida de Chaderton, la ministra para Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, informó que Bernardo Álvarez será el nuevo embajador de Venezuela ante la OEA.




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