18 de octubre de 2015
Crédito: Jeferson Díaz
Los Reportes del Lichi
Los Reportes del Lichi
Millones
de canadienses están votando para elegir a los 338 diputados del
Parlamento en unas reñidas elecciones generales que, si las
encuestas aciertan, supondrá un giro a la izquierda tras casi diez
años de Gobierno conservador.
Elecciones
Canadá, el organismo público encargado de organizar las elecciones
en el país, dijo hoy que 26,4 millones de canadienses tienen derecho
a votar y que unos 3,6 millones ya lo hicieron de forma anticipada en
las últimas semanas, lo que supone un aumento del 71 % con respecto
de las elecciones de 2011. En un país con seis husos horarios, los
centros de votación han ido abriendo en cuatro oleadas y
permanecerán en funcionamiento 12 horas para acomodar al elevado
número de votantes que las autoridades esperan que participen en las
42 elecciones generales de Canadá.
Los
primeros en abrir fueron los centros de la provincia de Terranova y
Labrador, en la costa del Atlántico de Canadá, que empezaron a
recibir votantes. Los últimos fueron los de la provincia de Columbia
Británica, en el oeste del país.
Pero
donde se dirimirá el resultado de las elecciones canadienses será
en las provincias de Quebec, Ontario, Manitoba, Saskatchewan y
Alberta, cuyos colegios electorales abrieron a la misma hora, y en
donde están en juego 261 de los 338 escaños de la Cámara Baja del
Parlamento canadiense. Los últimos sondeos dados a conocer horas
antes de la apertura de los centros de votación, indican que el
opositor Partido Liberal ganará las elecciones, aunque no conseguirá
la mayoría absoluta en la Cámara Baja.
En
segundo lugar quedaría el Partido Conservador del actual primer
ministro, Stephen Harper, y la tercera posición podría ser para el
socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), de Thomas Mulcair.
Pero la campaña electoral ha sido tan reñida, con los tres
principales partidos empatados en intención de voto durante gran
parte de los 78 días que ha durado, que los analistas advertían que
es posible una victoria por la mínima de los conservadores e incluso
una sorpresa del NPD.
Parte
de la incertidumbre sobre el resultado final es el sistema de
votación canadiense, el llamado sufragio directo o escrutinio
nominal mayoritario, en el que cada una de las 338 circunscripciones
en las que está dividido el país solo puede elegir un ganador, el
candidato que obtiene una mayoría simple de los votos. Con el voto
del centro izquierda dividido entre liberales y el NPD, el sufragio
directo hace que en muchas circunscripciones, especialmente en
Quebec, donde hay en juego 78 escaños, y en menor medida Ontario,
que hoy elige 121 diputados, el resultado final sea incierto.
En
lo que los analistas si están de acuerdo es que hay pocas
posibilidades de que Harper y los conservadores vuelvan al poder,
dado que es prácticamente imposible que consiga la mayoría absoluta
y tanto liberales como socialdemócratas han anunciado que bajo
ninguna circunstancia apoyarán a los conservadores. Aunque
Elecciones Canadá indicó que la jornada electoral estaba
discurriendo sin grandes problemas, tanto liberales como
socialdemócratas están vigilando con especial atención cualquier
irregularidad ante lo sucedido en 2011.
En
las pasadas elecciones, que el Partido Conservador ganó con mayoría
absoluta, militantes conservadores montaron campañas para evitar que
personas identificadas como partidarios de la oposición votasen, lo
que supuso la pérdida de miles de votos. A finales de 2014, un
destacado militante del Partido Conservador de Harper, Michael Sona,
fue condenado a nueve meses de prisión por su participación en el
fraude electoral. Por ello, la Organización para la Seguridad y
Cooperación en Europa (OSCE) ha enviado a Canadá una misión de
observadores internacionales para vigilar la votación y los efectos
de los controvertidos cambios de las leyes electorales puestos en
vigor en los últimos meses por Harper.
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