Miércoles 03/06/2015
Son las víctimas de las guerras organizadas por los EE.UU y la OTAN en África, por el complot para derrocar al Coronel Gadafi en Libia, en 03/2011, donde existía un país con el desarrollo humano más avanzado del continente Africano. Con el objeto de apoderarse de sus recursos petroleros y acuíferos. Destruyeron la infraestructura de ese país y actualmente existen millones de libios desprovistos de trabajo y sin comidas. Los libios tenían medicina universal y gratuita; enseñanza gratuita a todos los niveles, incluidas becas, luz y agua gratis. La esperanza de vida era 78 años, igual que los alemanes. Libia era un muro de contención contra la inmigración africana, que encontraba en ese país puestos de trabajo para vivir dignamente.
Hoy Libia no existe como Estado, ha sido invadida por bandas terroristas y tres millones de libios, de más de cinco millones que eran han huido del país. No hay seguridad, no hay orden, las torturas, las desapariciones, las muertes son frecuentes. Los libios huyen en barcazas y barcos de pesca escapando al terror y a la muerte. El representante de la ONU para Libia Bernardino León, persona detestadas por los libios, utiliza como interlocutores las bandas armadas de Lybia Dawn y al terrorista Abdelhakim Beljadj. Es evidente que EE.UU. y la UE no desean una solución para Libia que no pase por apoderarse de su petróleo.
Lo mismo ha sucedido en Siria, en el 2003, una empresa noruega descubrió en Siria importantes yacimientos de petróleo y de gas, y se convirtió en objetivo de los imperialistas, porque el objetivo de occidente es la sustitución del gas ruso por el de Siria. Los medios de comunicación al unísono comenzaron a denunciar supuestas matanzas del gobierno Sirio, un gobierno independiente que había proporcionado a sus ciudadanos grandes logros en educación y salud, no siendo el menor el de la convivencia intercultural y el respeto a las distintas religiones y creencias, que hicieron de ese país un crisol de culturas. Siria fue asediada por EE.UU y la Otan, invadida de mercenarios, bloqueada económicamente, lo último ha sido lanzar contra ese país al estado islámico, Isis o Daesh, un invento de la CIA, el Mossad. Hoy también los sirios escapan en barcos huyendo del terror, del hambre y la muerte.
Los mismos países que atacaron a Libia y Siria están invadiendo otros lugares de África con bandas armadas, como Boko-Haram, Al-Qaeda o Al Shabab, como pretexto para justificar intervenciones que les permitan apoderarse de sus recursos. En el mismo proceso de desestabilización se encuentra Argelia, Malí, Níger, Chad, Kenia, Somalia, Nigeria, República Centroafricana y bombardean a Yemen. La UE se rasga las vestiduras por las miles de muertes que se vienen produciendo en el Mediterráneo. Pero no se hacen un análisis de conciencia, ni entona un mea culpa, y señalan los casos como "inmigración ilegal". La verdad es que no son inmigrantes sino refugiados. Los países europeos después que fueron cómplices de esos genocidios, ahora no se ponen de acuerdo para ayudar a estas personas, y dicen respetar los derechos humanos.
Germán Saltrón Negretti
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