Miércoles, 03/06/15
Crédito: RT
EE.UU. refuerza su presencia militar en América Latina y el Caribe con un mismo conjunto de falsos pretextos: ayuda humanitaria, cooperación militar, lucha contra el narcotráfico y asistencia en caso de catástrofes naturales. Sin embargo, los protagonistas del desembarco son marines, cuyo lema es que "cada hombre es un fusilero": no hay dudas de que están preparados para la guerra.
Durante los últimos meses, EE.UU. viene reforzando su presencia militar en América Latina y el Caribe, con unos movimientos que han encendido todas las alarmas en la región. "Es un peligro, porque cuando los marines van a un lugar, no buscan lo mejor para los pueblos afectados. Normalmente, van para entrenar a los militares locales en la contrainsurgencia y en la represión de los movimientos populares y, en ocasiones, también se ven involucrados en esa violencia contrainsurgente", afirma el sociólogo James Petras.
En estos momentos, hay instaladas bases militares estadounidenses en 13 países de América Latina y el Caribe. La base de Soto Cano, en Honduras, se ha convertido nuevamente en la punto de lanza de un nuevo despliegue de infantes de marina de EE.UU. Oficialmente, Washington ha reconocido el envío de unos 200 soldados a esta base militar y otros 90 a Guatemala, El Salvador y Belice. Para este año,Perú también reforzará la presencia de marines: de aquí a septiembre se ampliará el contingente de 125 a 3.200 soldados.
Diversos analistas advierten que esta presencia militar de EE.UU. no será temporal, sino que se trata de una táctica paramantener una presencia constante en el continente. El académico colombiano Renán Vega Cantor precisa la necesidad que tiene EE.UU. de controlar los recursos naturales y energéticos que tanto necesita para mantener su forma de vida y hegemonía: América Latina le suministra el 25% de los recursos naturales y energéticos.
Venezuela, que cuenta con las mayores reservas petrolíferas del mundo, se encuentra, según los analistas, en el punto de mira. A juicio de los especialistas, este despliegue militar busca rodear y vigilar a Venezuela ante el escenario electoral que se avecina, al tiempo que desarrollar campañas mediáticas de desprestigio acusando al Gobierno de violar los derechos humanos, corrupción, mantener nexos con el narcotráfico y de provocar la desestabilización de la economía.
Para los pueblos latinoamericanos estos nuevos movimientos militares de EE.UU. traen amargos recuerdos, ya que en el último siglo EE.UU. ha protagonizado una veintena de intervenciones militares que han propiciado golpes de estado, asesinatos a dirigentes políticos, masacres y ocupaciones territoriales. Según alertan diversos movimientos sociales y analistas, el interés de EE.UU. sigue siendo el mismo: mantener el control sobre la región.
A esto se suma su actual interés de frenar las relaciones que han establecido Rusia y China con los países de Latinoamérica: unas alianzas estratégicas que han permitido el nacimiento de un mundo multipolar que pone en riesgo la hegemonía estadounidense.
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