Miércoles 05/11/2014
Por: Bernardo Kliksberg
Crece la preocupación mundial sobre las desigualdades. En una reciente disertación la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen (18/10/14), en lugar de referirse a los múltiples problemas monetarios se concentró en la distribución desigual de los activos y los ingresos. También destacó las brechas en cobertura y calidad de la educación, y la caída en la creación de nuevas pequeñas y medianas empresas. Un estudio del FMI concluyó que las desigualdades hacen al crecimiento volátil. En cambio la equidad le da sostenibilidad en el mediano y largo plazo. El Foro de Davos 2014, consideró las grandes desigualdades como la mayor amenaza para la economía mundial en los próximos años.
De acuerdo al Banco Credit Suisse (2014), el 1% de la población del mundo tiene el 50% de la riqueza total. El Foro de Davos 2014 estimó que el 53% de la riqueza generada en el mundo en los últimos 20 años ha ido a ese 1%. La Universidad de Stanford (2014) que el coeficiente Gini de desigualdad, es actualmente el más elevado de los últimos 30 años. Un estudio de la OCDE y la Universidad de Utrech (2014) que la desigualdad es peor que en 1820, la época del Zar Nicolás, y de la Compañía Británica de las Indias Orientales.
En un libro que atrajo el interés mundial, "El capital en el siglo XXI", Tomas Piketty analiza los últimos 300 años. Desde 1970 las tasas de crecimiento de los retornos al capital han sido muy superiores a las de crecimiento de las economías. En Estados Unidos en 2012 el 1% más rico captó el 22.5% del ingreso nacional. Fue la proporción más alta desde 1928. El coeficiente Gini empeoró en la mayoría de las economías desarrolladas. Otra tendencia adicional. En Francia, el valor anual de las herencias pasó de significar el 5% del producto bruto en 1950 al 15% hoy. Ello implica que la herencia es un factor creciente de la creación de las grandes fortunas. Ello se asemeja a la transmisión de los títulos de nobleza muchos siglos atrás.
Por otra parte bajó la porción de los asalariados en el PB mundial. El Premio Nobel de Economía, Solow lo adjudica a causas como: "la erosión del salario mínimo, la minimización de los sindicatos, y la legislación antitrabajadores". América Latina, con progresos significativos en algunos países sigue presentando el más alto índice de desigualdad de todas las regiones. Llega en Honduras a 0.57, y en Guatemala a 0.55 (Cepal 2013) frente al 0.44 de Asia, o 0.25 de Noruega.
La voz del papa Francisco se ha hecho sentir continuamente sobre este tema fundamental del futuro de la humanidad, ha afirmado (2/10/2014) que "en los estados más ricos la globalización aumentó el abismo entre los grupos sociales creando más desigualdad y nueva pobreza". Ha advertido "el crecimiento de la desigualdad y la pobreza ponen en peligro la misma democracia". Presidente de la Red Latinoamericana de Universidades por el Emprendedurismo Social.
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