Lunes, 10/11/2014
La economía de las grandes potencias mundiales se sostiene con el recurso petrolero. Como sabemos los grandes países imperiales, con el sistema capitalista depredador han logrado acabar con sus reservas petroleras y han esquilmado permanente a sus colonias. Actualmente, el consumo petrolero es superior a los nuevos pozos descubiertos. Por esto, se produce el golpe de Estado el 11 de Abril de 2002, contra el Presidente Hugo Chávez, la invasión a Irak, el derrocamiento de Gadafi en Libia y la invasión a Siria.
El Presidente Chávez reestructuró la OPEP en 1999, y organizó la II Cumbre de jefes de Estados en Caracas, en septiembre de 2000 y logró el aumento de los precios petroleros. Por tal motivo, la desestabilización contra la economía venezolana que permanentemente viene organizada por los Estados Unidos y en contra de la Revolución. Debemos recordar al profesor Maza Zavala, cuando decía: “nuestra economía era una economía satélite de la economía norteamericana, ni siquiera podíamos aspirar a ser un país subdesarrollado, porque presupondría que íbamos a un desarrollo, era un esquema satelital donde nuestro trabajo era proveer de abundantes recursos naturales para sostener el crecimiento y el aparato político militar de los Estados Unidos”. Los precios del barril petróleo cuando llegó Chávez al poder era de 10 y 12 $ el barril y últimamente llegó a 80 $.
Antes la crisis económica y militar de los EE.UU ese precio es insostenible, por ello han recurrido al petróleo de esquisto atrapado en la roca. Este petróleo solo puede liberarse mediante la aplicación de fuerzas concentradas en un proceso conocido como fractura hidráulica, conocido en inglés como fracking que requiere millones de litros de agua unidos con varios productos químicos y por fractura, más la sucesiva eliminación de grandes cantidades de aguas residuales tóxicas una vez que se completa la fractura.
Por tal razón, sumamente costoso su procedimiento y sumamente dañino para el medio ambiente. Ejemplo el desastre ambiental en Dakota del Norte. Lo mismo sucede con la obtención del petróleo en aguas profundas, requiriendo de grandes plataformas costosas y peligrosas. EE.UU produce un promedio de un millón de petróleo de esquisto que junto con la superproducción de Arabia Saudita ha inundado el mercado y ha logrado bajar los precios.
Esto no implica una amenaza para Venezuela, como lo expuso el Canciller Rafael Ramírez en la entrevista con José Vicente Rangel (JVR). ¿Por qué? “nosotros somos grandes productores de crudos pesados y extra pesados y crudos medianos y no hemos tenido ningún problema con el petróleo de esquisto”. JVR preguntó: En este contexto. ¿Cuál es la situación de Venezuela? ¿Una situación estable, amenazada? Contestó “Venezuela es el cuarto país petrolero, muy estable. Siempre hemos discutido en PDVSA, que lo importante no es vender volúmenes de petróleo, sino defender el precio.
Algunos descubrimientos en los Estados Unidos, pero la realidad es que el recurso natural petróleo, se agota en el mundo. De manera tal que lo deseable para bien de todos, es un cambio en el modelo de consumo de las grandes economías industrializadas”. JVR ¿El exceso de producción es contraproducente entonces? “Por supuesto, por eso es que una parte fundamental de nuestra política petrolera es mantener un control sobre la explotación racional de nuestros recursos naturales. Lo que existía en la IV república era una política volumétrica, era colocar todo el petróleo, así se agotara, obteniendo un precio de 11 y 10 dólares el barril. Pero te decía que nosotros, como país petrolero, estamos en una posición bien estable, primero que hemos restablecido todo nuestro régimen fiscal, nuestro régimen legal, lo cual nos permite tener un equilibrio social para muchos años”
José Vicente Rangel: ¿Más que cualquier otro país del mundo? Rafael Ramírez más que cualquier otro país”. Conclusión: Confiemos en el Presidente Nicolás Maduro Moros y en la mayoría de las venezolanas y venezolanos que creemos en la Revolución Bolivariana y Socialista. Además, mantenernos alerta y no dejarnos engañar por la dirigencia opositora apátrida que se alegra con la caída de precio de nuestro barril de petróleo.
Germán Saltrón Negretti
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