El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó el 20 de diciembre en los términos más enérgicos los ataques terroristas lanzados recientemente por el grupo Estado Islámico en Irak, que se han cobrado la vida de 9 policías y 8 civiles en ese país.
En un comunicado, los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su más sentido pésame y condolencias a las familias de los fallecidos y al Gobierno de Irak, esperando una pronta y completa recuperación a los heridos.
Destacaron la necesidad de hacer rendir cuentas a los que hayan perpetrado, organizado, financiado y patrocinado estos censurables actos de terrorismo y llevarlos ante la justicia, e instaron a todos los Estados a cooperar activamente con el Gobierno de Irak y todas las otras autoridades pertinentes a este respecto.
Reafirmaron que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más serias a la paz y la seguridad internacionales y, en este sentido, subrayaron la necesidad de que todos los Estados combatan, por todos los medios posibles, a las amenazas causadas por actos terroristas a la paz y la seguridad del mundo.
Los miembros del Consejo de Seguridad reiteraron su apoyo a la independencia, la soberanía, la unidad, la integridad territorial, el proceso democrático y la prosperidad de Irak, así como a la seguridad del país y a su continua lucha contra el terrorismo, el Estado Islámico incluido.
8 personas murieron y 7 más resultaron heridas el lunes cuando milicianos del Estado Islámico atacaron un automóvil civil a las afueras del pueblo de Albu Bali, cerca de la ciudad de Khalis, en la provincia oriental iraquí de Diyala, a unos 70 kilómetros al noreste de Bagdad.
El domingo último, al menos 9 oficiales de la Policía federal perdieron la vida en un atentado con bombas perpetrado en los alrededores de la ciudad de Kirkuk, rica en petróleo y ubicada a aproximadamente 240 kilómetros al norte de la capital iraquí.
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