Ya es suficiente: estudiante contra la violencia armada en los EE. UU.
Todos los días, hay una persona que es víctima de la violencia armada. Cada día se dispara a 321 personas, 111 de ellas mueren y, de alguna manera, seguimos eligiendo proteger las armas por encima de las vidas. Los niños tienen miedo, y yo soy uno de esos adolescentes asustados. Como estudiante, al leer las noticias sobre cómo otro colegio fue atacado, o cuántas víctimas mortales hubo a causa de un tiroteo, reacciono con terror. En 2022 ha habido más tiroteos masivos que días. No hemos pasado un solo día en todo este año sin una pérdida.
Mis temores se sienten más reales cuando mi escuela nos hace practicar simulacros para eventos que probablemente sucedan. Mientras estoy empacado en un armario con mis compañeros, pienso para mí mismo, ¿quién permitió que esto sucediera? Quién es responsable de enseñarme cómo sobrevivir a un ataque con tirador activo. La escuela me ha enseñado a leer, escribir y matemáticas… pero parece ser más importante aprender a esconderme.
Cuando entro en una nueva habitación, mi respuesta natural es idear un plan de evacuación. Este no soy solo yo, al hablar con mis amigos hemos discutido varias veces qué haríamos en este escenario, o qué aula sería la más segura en caso de un tiroteo. Debatimos dónde estaríamos más seguros, “Banda y Coro son los mejores, con paredes gruesas y puertas pesadas”. "Ciencia, es fácil escabullirse por la ventana y correr hacia la calle". Nuestras conversaciones en la mesa del almuerzo giran en torno a la supervivencia, no a los chismes ni a los enamoramientos, sino a la supervivencia. Lo más triste es que vemos esto como algo completamente normal.
Los estudiantes en los Estados Unidos están sujetos a violencia masiva todos los meses. Es por eso que líderes como Emma González han inspirado movimientos como March for Our Lives. Es necesario un cambio. Este movimiento se ha extendido por todo el país por una razón. La juventud de América sabe lo que quiere; un ambiente seguro donde pueden aprender y sentirse estimulados y desafiados en cambio, tenemos un espacio inseguro. En lugar de concentrarse en estudiar, los estudiantes también deben aprender un plan de evacuación para cada posible escenario de tirador armado. Las escuelas son para aprender, no para cerrar. Después del tiroteo en Columbine, dijimos: "No más". Más de 311,000 estudiantes han sufrido violencia con armas de fuego en la escuela. Necesitamos dejar de dar pensamientos y oraciones porque la dura realidad es que eso no salvará a los niños de un rifle de asalto.
¿Cómo es posible que, como ciudadano de los Estados Unidos, alguien pueda comprar un arma homicida sin hacer preguntas? Esto parece absolutamente indignante. Las verificaciones de antecedentes son escasas, lo que permite que cualquiera pueda comprar un arma mortal. Solidificar las verificaciones de antecedentes no será suficiente; lo que realmente funcionará es la licencia de armas. Los estudios muestran que los estados que adoptan políticas de armas han disminuido los asesinatos y suicidios. Es solo una verificación exhaustiva de antecedentes y un proceso confiable que mantendrá las armas alejadas de aquellos que tienen la intención de causar daño. Los estudiantes iniciaron el movimiento, pero ahora, los legisladores tienen que escucharnos. Ya hemos tenido suficientes condolencias; Comencemos con la política y el cambio.
Comprensiblemente, es un derecho poseer un arma, pero la Constitución se escribió cuando nuestros padres fundadores resolvieron sus problemas con un duelo. Thomas Jefferson afirmó que la Constitución debe ser reescrita cada 19 años, pero se ha mantenido igual desde 1787. 235 años sin reforma, priorizando la enmienda sobre las vidas. Los tiempos han cambiado, hoy en día estamos en crisis y necesitamos derogar la Segunda Enmienda. Debe hacerse.
Solo pregúntese, ¿quién tiene que ser asesinado por un arma de fuego, por lo que apoya el control de armas? ¿Cuántas vidas más hasta un cambio? Ningún niño debería tener que temer una bala. Protégenos, protege a los niños, deja de proteger las armas.
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