11 de diciembre de 2015
Crédito: LaIguanaTv
Este
viernes, el portal "Cuba Debate" hizo pública una carta
que dedicara el Comandante cubano, Fidel Castro al presidente
venezolano, Nicolás Maduro con un pertinente análisis del panorama
geopolítico que enfrenta Venezuela.
Fidel
felicita el discurso de Maduro al conocerse los resultados de las
elecciones parlamentarias en la Patria de Bolívar en la que la
derecha venezolana se hizo con la mayoría calificada de la Asamblea
Nacional, atentando contra los logros en materia legislativa de más
de quince años de revolución y poder popular.
Ante
el poder de la derecha en un espacio que debe atender las necesidades
concretas de la ciudadanía Fidel plantea algunas interrogantes sobre
el conocimiento de la dirigencia opositora acerca de las mismas.
Fidel
con líneas sutiles alerta sobre la amenaza latente de guerra armada
en el mundo: "La seguridad no existe hoy ya para nadie. Son
nueve los Estados que cuentan con armas nucleares, uno de ellos,
Estados Unidos, lanzó dos bombas que mataron a cientos de miles de
personas en solo tres días, y causaron daños físicos y psíquicos
a millones de personas indefensas".
Y
también alienta: "La República Popular China y Rusia conocen
mucho mejor que Estados Unidos los problemas del mundo, porque
tuvieron que soportar las terribles guerras que les impuso el egoísmo
ciego del fascismo. No albergo dudas que por su tradición histórica
y su propia experiencia revolucionaria harán el máximo esfuerzo por
evitar una guerra y contribuir al desarrollo pacífico de Venezuela,
América Latina, Asia y África".
A
continuación lea la carta de manera íntegra:
Querido
Nicolás:
Me
uno a la opinión unánime de los que te han felicitado por tu
brillante y valiente discurso la noche del 6 de diciembre, apenas se
conoció el veredicto de las urnas.
En
la historia del mundo, el más alto nivel de gloria política que
podía alcanzar un revolucionario correspondió al ilustre
combatiente venezolano y Libertador de América, Simón Bolívar,
cuyo nombre no pertenece ya solo a ese hermano país, sino a todos
los pueblos de América Latina.
Otro
oficial venezolano de pura estirpe, Hugo Chávez, lo comprendió,
admiró y luchó por sus ideas hasta el último minuto de su vida.
Desde niño, cuando asistía a la escuela primaria, en la patria
donde los herederos pobres de Bolívar tenían también que trabajar
para ayudar al sustento familiar, desarrolló el espíritu en que se
forjó el Libertador de América.
Los
millones de niños y jóvenes que hoy asisten a la mayor y más
moderna cadena de escuelas públicas en el mundo son los de
Venezuela. Otro tanto puede decirse de su red de centros de
asistencia médica y atención a la salud de un pueblo valiente, pero
empobrecido a causa de siglos de saqueo por parte de la metrópoli
española, y más tarde por las grandes transnacionales que
extrajeron de sus entrañas, durante más de cien años, lo mejor del
inmenso caudal de petróleo con que la naturaleza dotó a ese país.
La
historia debe dejar también constancia de que los trabajadores
existen y son los que hacen posible el disfrute de los alimentos más
nutritivos, las medicinas, la educación, la seguridad, la vivienda y
la solidaridad del mundo. Pueden también, si lo desean, preguntarle
a la oligarquía: ¿saben todo eso?
Los
revolucionarios cubanos —a pocas millas de Estados Unidos, que
siempre soñó con apoderarse de Cuba para convertirla en un híbrido
de casino con prostíbulo, como modo de vida para los hijos de José
Martí— no renunciarán jamás a su plena independencia y al
respeto total de su dignidad. Estoy seguro de que solo con la paz
para todos los pueblos de la Tierra y el derecho a convertir en
propiedad común los recursos naturales del planeta, así como las
ciencias y tecnologías creadas por el ser humano para beneficio de
todos sus habitantes, se podrá preservar la vida humana en la
Tierra. Si la humanidad prosigue su camino por los senderos de la
explotación y continúa el saqueo de sus recursos por las
transnacionales y los bancos imperialistas, los representantes de los
Estados que se reunieron en París, sacarán las conclusiones
pertinentes.
La
seguridad no existe hoy ya para nadie. Son nueve los Estados que
cuentan con armas nucleares, uno de ellos, Estados Unidos, lanzó dos
bombas que mataron a cientos de miles de personas en solo tres días,
y causaron daños físicos y psíquicos a millones de personas
indefensas.
La
República Popular China y Rusia conocen mucho mejor que Estados
Unidos los problemas del mundo, porque tuvieron que soportar las
terribles guerras que les impuso el egoísmo ciego del fascismo. No
albergo dudas que por su tradición histórica y su propia
experiencia revolucionaria harán el máximo esfuerzo por evitar una
guerra y contribuir al desarrollo pacífico de Venezuela, América
Latina, Asia y África.
Fraternalmente,
Fidel
Castro Ruz
Diciembre
10 de 2015
6
y 42 p.m.
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