Miércoles, 04/03/2015
Crédito: La Radio del Sur
El embajador de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton Matos realizó declaraciones donde asegura que “la CIDH no se cansa de prestar sus servicios al Imperio del Mal”.
Chaderton aseguró que la Comisión interamericana ha apoyado inveteradamente en los medios fascistas venezolanos para difamar al Gobierno Bolivariano sin el menor apego a la realidad de los hechos.
A continuación sus declaraciones:
Declaración del Embajador Roy Chaderton Matos,
Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela
ante la Organización de los Estados Americanos
La Habana, 4 de marzo de 2015
LA CIDH: EL ECTOPLASMA DE PINOCHET
No se cansa la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de prestar sus servicios al Imperio del Mal. Esta vez, como si se tratase de una sesión espiritista que revive viejos fantasmas, el cripto pinochetista Felipe González, Relator para Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, apoyado por la mayoría cómplice y pusilánime de la Comisión, emite una declaración donde con desparpajo y sin rubor salta en defensa de dos jóvenes terroristas venezolanos entregados por las Fuerzas de Seguridad de Colombia a la justicia venezolana debido a su alta peligrosidad.
Unos “angelitos”, cuyos comentarios sobre actos terroristas a cometer con explosivos C-4, incluyendo asesinatos de personalidades políticas a quienes identifican como “muñecos”, son de muy fácil acceso en los medios de comunicación venezolanos e internacionales; situación inexplicable cuando desde hace muchos años una tras otra directiva de la CIDH, en una sucesión perversa y cómplice, se ha apoyado inveteradamente en los medios fascistas venezolanos para difamar al Gobierno Bolivariano sin el menor apego a la realidad de los hechos.
Esta última Resolución de la CIDH, disfrazada de elaboración jurídica, solicitando protección para los terroristas, exhibe por contraste el compromiso antiprogresista de este prostituido órgano de la OEA que oculta o trata con guantes de seda las ininterrumpidas y monstruosas violaciones de los derechos humanos cometidas por la dictadura imperial o en otros espacios regionales caros a las sensibilidades personales de algunos personajes relevantes del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
¡Vergüenza eterna para los “expertos” en derechos humanos, vasallos del Imperio del Mal!
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