Mundo 2022-04-27 12:51 GMT.
El mundo está esperando la respuesta del "defensor de derechos humanos".
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"Instamos a las autoridades estadounidenses a tomar todas las medidas apropiadas, cumplir con las obligaciones internacionales de derechos humanos, cambiar las acciones unilaterales y corresponder con los esfuerzos internacionales ante la crisis humanitaria en Afganistán". Recientemente, 14 expertos independientes en derechos humanos de la ONU emitieron una declaración conjunta, pidiendo al gobierno de EE. UU. que descongele los miles de millones de dólares del Banco Central de Afganistán en activos estadounidenses. Esta condena y llamamiento del sistema de las Naciones Unidas es una denuncia hacia Estados Unidos por pisotear las normas internacionales y violar los derechos humanos de otros países.
Miles de millones de dólares no es una gran suma para Washington, pero son un salvavidas para Afganistán, que ha sido devastado por la guerra y se embarca en la reconstrucción nacional, pero no tiene recursos financieros. Según la evaluación de agencias internacionales, más de 23 millones de personas en Afganistán necesitan urgentemente ayuda alimentaria, y alrededor del 95% de la población no tiene suficientes alimentos. Además, más de 4 millones de afganos han perdido sus hogares.
En agosto del año pasado, debido a la consideración del ajuste estratégico global, Estados Unidos retiró apresuradamente sus tropas de Afganistán, pero su mano manchada con la sangre de los afganos no se ha aflojado por completo. En febrero de este año, el líder estadounidense firmó una orden ejecutiva, planeando dividir en dos partes los congelados $7 mil millones del Banco Central de Afganistán en activos estadounidenses para compensar a las víctimas del incidente del 11 de septiembre.
Lo que EE.UU. ha hecho en Afganistán es solo un microcosmo de su violación de la soberanía y los derechos humanos de otros países. De Irak a Siria, de Cuba a Irán, en pos de la hegemonía extrema, Estados Unidos exporta guerras o abusa de las sanciones en nombre de la llamada "democracia", los "derechos humanos" y la "libertad", creando escenarios de terribles tragedias en todo el mundo, lo que provoca una fuerte crítica de la comunidad internacional. En junio del año pasado, la 75ª Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por abrumadora mayoría la resolución presentada por Cuba de que “debe terminarse el embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba”, lo que constituye una contundente respuesta a la hegemonía estadounidense.
La cuenta anterior no ha sido pagada y se ha agregado una nueva cuenta. Como el mayor impulsor de la crisis de Ucrania, Estados Unidos ha aprobado ocho lotes de armas para Ucrania desde que estalló el conflicto durante más de dos meses. El monto total de la asistencia militar es de aproximadamente 3.700 millones de dólares estadounidenses, lo que ha agregado combustible continuamente a la situación de Ucrania. A los ojos de los políticos estadounidenses, cuanto más se prolongue el conflicto ruso-ucraniano, más rentable será Estados Unidos para exprimir a Ucrania, debilitar a Rusia, arruinar a Europa y hacer que su propio complejo militar-industrial haga una fortuna... Todo esto es exactamente lo que Estados Unidos quiere.
Nursultan Nazarki, representante de organizaciones de la sociedad civil afgana, criticó que desde la crisis afgana hasta la crisis ucraniana, Estados Unidos ha creado con frecuencia problemas en todo el mundo y es el iniciador de muchos problemas globales.
Los hechos han demostrado repetidamente que un Estados Unidos que persigue la seguridad absoluta y la hegemonía absoluta es la fuente de la agitación y el caos mundiales. Esos políticos estadounidenses que socavan el orden internacional y pisotean las normas internacionales no tienen derecho a hablar de "democracia" y "derechos humanos". ¡El mundo está esperando que el "defensor de los derechos humanos" responda!
Miles de millones de dólares no es una gran suma para Washington, pero son un salvavidas para Afganistán, que ha sido devastado por la guerra y se embarca en la reconstrucción nacional, pero no tiene recursos financieros.
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