Mundo 2022-03-02 08:47 GMT
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Una encuesta reciente en los Estados Unidos mostró que más de la mitad de los estadounidenses creen que 2021 fue el "peor año de sus vidas". Esta es la voz del pueblo estadounidense, que refleja el mayor deterioro de la situación de los derechos humanos en los Estados Unidos.
Desde el repunte de muertes provocado por la manipulación política en la neumonía del nuevo coronavirus, hasta la falsa democracia pisoteando los derechos políticos del pueblo; desde la intensificación de los ataques de discriminación contra las minorías étnicas, especialmente asiáticas, hasta los actos unilaterales que provocan desastres humanitarios en todo el mundo, las autoridades de China dieron a conocer el día 28 El Informe de 2021 sobre violaciones de los derechos humanos en los Estados Unidos, con datos detallados y una gran cantidad de casos, muestra que los Estados Unidos no solo no han logrado eliminar los abusos de los derechos humanos en el último año, sino que acumula más deudas con respecto a los derechos humanos.
Entre ellos, el fracaso en la lucha contra la pandemia es una gran ironía para los "derechos humanos al estilo estadounidense". En 2021, el número de casos confirmados de neumonía del nuevo coronavirus en Estados Unidos alcanzó los 34,51 millones, y el número de muertes llegó a 480.000, superando con creces a 2020. Ambas cifras ocupan los primeros lugares a nivel mundial. La esperanza de vida cayó 1,13 años, la mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial. Este es el resultado de la constante politización de la pandemia por parte de los políticos estadounidenses, sin tener en cuenta la vida y la salud de las personas. El columnista de Los Angeles Times, Michael Hiltzik, lamenta que 2021 sea el año más estúpido en la historia de Estados Unidos.
En 2021, el número de casos confirmados de neumonía del nuevo coronavirus en Estados Unidos alcanzó los 34,51 millones, y el número de muertes llegó a 480.000, superando con creces a 2020.
Además de la pandemia, hay muchas otras evidencias. Según el informe, hubo 693 tiroteos masivos en Estados Unidos en 2021, un aumento del 10,1 por ciento desde 2020. Los tiroteos se llevaron las vidas de más de 44.000 personas. Además, la discriminación racial se ha intensificado. ¡Los crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático en la ciudad de Nueva York se dispararon un 361 por ciento en 2020! Fernand de Varennes, relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, enfatiza que el sistema legal de protección de los derechos humanos en los Estados Unidos no es completo y está desmoronándose, conduciendo a una creciente desigualdad.
Al mismo tiempo, en 2021, Estados Unidos también quedó desacreditado en el campo de su llamada "democracia". Quién puede imaginar que 49 estados en el autoproclamado "faro de la democracia" de los Estados Unidos han propuesto más de 420 proyectos de ley para restringir el derecho de los votantes, y solo el 7 por ciento de los jóvenes estadounidenses creen que el sistema democrático estadounidense todavía es "saludable". La confianza del pueblo estadounidense en el gobierno cae a los mínimos históricos desde 1958. No es de extrañar que los medios estadounidenses como USA Today y The New York Times hayan comentado: “La democracia en los Estados Unidos se está desmoronando y sus propios fracasos democráticos deben resolverse primero”. La gente se pregunta si Estados Unidos puede actuar como un vocero calificado de la democracia".
El 2021 es también el año en que la fachada estadounidense de "defensor de los derechos humanos" se cayó por completo a nivel internacional. Desde el estallido de los disturbios en el Capitolio en enero, pasando por la precipitada retirada de las tropas de Afganistán en agosto, hasta la farsa de manipular la llamada "cumbre de líderes por la democracia" en diciembre, Estados Unidos ha demostrado al mundo cómo la reputación de los "derechos humanos al estilo estadounidense" se ha desplomado.
Aconsejamos a los políticos estadounidenses que dejen de lado el pretexto de los "derechos humanos" y tomen el espejo y se miren bien. Como ha señalado Stephen Walter, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Harvard, Estados Unidos “primero debe resolver los problemas que surgen en casa y repensar cómo tratar con el resto del mundo”.
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