miércoles, 21 de julio de 2021

 Mundo 2021-07-20 03:34 GMT

La estrategia Nixon de Joe Biden
Actualizado 2021-07-20 03:49 GMT
CGTN en Español

Melvyn B. Krauss

El imperativo estratégico detrás de la reciente gira por Europa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue forjar una respuesta de Occidente a China. En las tres semanas transcurridas desde esas reuniones, ha quedado claro que Biden ha logrado su objetivo.

Estados Unidos, Francia y Alemania están, a día de hoy, en sintonía. Cada uno de estos países reconoce que es necesario alcanzar un acuerdo internacional para convencer a China de que reduzca su comportamiento agresivo. La actitud china quedó patente en el discurso que el presidente chino, Xi Jinping, pronunció durante las conmemoraciones del centenario del Partido Comunista de China. Cualquier intento de interferir en el ascenso de China, alertó, "colisionará con una Gran Muralla de acero".

Pese a que Biden ha cosechado progresos materiales a la hora de forjar un consenso sobre China, tan solo ha empezado a abordar la pieza más compleja de esta estrategia: convencer al presidente ruso, Vladímir Putin, de que distanciarse de China supone un interés de seguridad nacional para Rusia. No en vano, desde sus reuniones con Biden, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, han llamado a la UE a reiniciar sus relaciones con Rusia, un gesto recibido con agitadas -y predecibles- protestas en Países Bajos, los Estados bálticos y Polonia.

Los cambios repentinos de política estratégica rara vez se entienden en el momento de su formulación. Cuando el presidente estadounidense Richard Nixon inauguró relaciones con la República Popular China hace 50 años, provocó una tormenta de fuego entre sus aliados. Hoy, sin embargo, analistas y expertos recuerdan la iniciativa de Nixon como uno de los mayores hitos estratégicos de la era de posguerra. La apertura de China se inició gracias a que tanto Nixon como Mao Zedong veían la Unión Soviética como la mayor amenaza para sus países. Al establecer relaciones diplomáticas, podían forzar a los soviéticos a reconsiderar sus políticas agresivas.

La estrategia Nixon de Joe Biden

Funcionó. En los años siguientes, la Unión Soviética redujo drásticamente el despliegue de tropas a lo largo de su frontera con China y accedió a grandes tratados antinucleares con Estados Unidos.

Hoy, Putin tiene razones tan convincentes como aquellas que motivaron a Mao y a Zhou Enlai a dar la bienvenida a la apertura de Nixon. Para empezar, debido a que Rusia está hoy más aislada de lo que jamás estuvo la Unión Soviética, depende en demasía de China. Sacando a Rusia del aislamiento al que ha sido sometida, Putin podría revertir el descenso del país hacia la esclerosis y el estancamiento económico.

Putin reconoce que su país ha recibido escasos beneficios de su relación con la China de Xi. A pesar de que China ha invertido de forma masiva en firmas e infraestructura a lo largo del planeta (la mayoría mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta), solo una minúscula parte del dinero chino ha llegado a Rusia. Al mismo tiempo, si bien es cierto que nunca lo mencionan, a los líderes chinos les indigna la ocupación rusa de territorio chino en el siglo XIX tanto como la depredación imperialista de Occidente. Por ejemplo, la ciudad rusa de Vladivostok, con su vasta base naval, solo forma parte de Rusia desde 1860. Antes, la ciudad era conocida con el nombre manchú de Haishenwai.

La estrategia de Biden, Macron y Merkel no pretende convertir a Rusia en una sociedad libre de la noche a la mañana. Los líderes occidentales no albergan esperanzas. Pese a todo lo que puede ganar si mejora sus relaciones con Occidente, Putin no se alejará de China si ello supone una amenaza para su poder o su seguridad personal.

Si Occidente desea que Rusia se distancie de China, deberá aceptar a Putin tal y com es. El líder ruso podría, al menos, dejarse convencer para reconocer internacionalmente normas relativas al ciberespacio y dejar de amenazar a sus vecinos. Este regateo es más que posible.

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