Mundo 2021-07-31 08:05 GMT
500332-Este es el número de casos recién confirmados de nuevo coronavirus en los Estados Unidos la semana pasada anunciada por la Organización Mundial de la Salud, que es un aumento del 131,17 % con respecto a la semana anterior. Como resultado, Estados Unidos ha sido el país con más casos confirmados esa semana, y sus casos confirmados y muertes acumulados fueron los más altos del mundo. Ahora es aún más irónico ver que Estados Unidos ha sido calificado como "el país anti-epidémico número uno del mundo" por sus propios medios de comunicación.
En la actualidad, la cepa delta mutante se está extendiendo peligrosamente por todo el mundo, y la batalla entre los humanos y el nuevo coronavirus aún continúa. Pero lo que Estados Unidos, que dice "liderar" en la lucha mundial contra la epidemia, equivale a actuar como "cómplice" del virus.
En los Estados Unidos, el gobierno actual no ha establecido una red de protección sólida para los estadounidenses como prometió. El líder estadounidense afirmó una vez que el 70 % de los adultos estadounidenses recibirían al menos una dosis de la vacuna antes del 4 de julio, pero este objetivo no se llevó a cabo. Estados Unidos ha almacenado más vacunas de las que necesita, pero la tasa de vacunación reciente se ha estancado. Además de la poca conciencia de algunos estadounidenses sobre la epidemia y la limitada infraestructura médica en algunos estados del sur, la "corriente política oculta" entre los dos partidos también ha jugado un papel negativo. En la actualidad, el aumento de infecciones y hospitalizaciones en los 50 estados de los Estados Unidos está en aumento, y la situación es aún más grave en áreas con bajas tasas de vacunación como Florida, Texas y Missouri.
La situación epidémica interna de los Estados Unidos no está controlada ¿Cómo se pueden aliviar las quejas de la gente? El actual gobierno de Estados Unidos ha optado por heredar la intriga de la administración anterior, continuar echando culpa a otros y avivar las llamas por todas partes. Recientemente, Estados Unidos ha continuado politizando el tema de la trazabilidad del virus, ha presionado constantemente a la OMS para que manipule el trabajo de trazabilidad del virus y ha seguido haciendo jugadas en las reuniones de las Naciones Unidas y en otras ocasiones. El propósito de Estados Unidos es transferir la responsabilidad de su propia lucha ineficaz contra la epidemia y convertir a China en un chivo expiatorio. Evidentemente, el poder de Estados Unidos no ha sacado lección del fracaso de la administración anterior y todavía va por el camino equivocado.
La manipulación política no puede detener el virus, al contrario, obstaculiza la cooperación global en la lucha contra la epidemia y pone a los pueblos del mundo, incluido el pueblo estadounidense, en una situación más peligrosa. Los expertos pronostican que el repunte de la epidemia provocada por la cepa mutante delta se acelerará en los próximos meses. A mediados de octubre, el número de muertes en un solo día en los Estados Unidos puede ser tres veces que el número actual. El continuo deterioro de la situación epidémica en los Estados Unidos es esencialmente una advertencia para los políticos estadounidenses: en lugar de tratar de culpar, mentir y difundir rumores, es mejor dedicar tiempo a cómo salvar la vida de las personas. Ésta es la máxima prioridad.
Para el mundo entero, se enfrenta a la ardua tarea de "prevenir los dos virus juntos". Es decir, no solo debemos luchar contra el nuevo coronavirus, sino también eliminar el "virus político", es necesario rastrear la fuente del nuevo coronavirus así como la fuente del virus político.
Estados Unidos ha sido el país con más casos confirmados esa semana.
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