jueves, 29 de julio de 2021

 Mundo 2021-07-29 10:59 GMT.

"Los nuevos planes de la OMS tienen una gran motivación política"

CGTN en Español

La Organización Mundial de la Salud (OMS) distribuyó recientemente entre sus estados miembros planes propuestos para la próxima fase de estudios sobre el origen del SARS-CoV-2 que causa la COVID-19. Después de enterarse de los planes, Wilson Edwards, biólogo de Berna, Suiza, comentó en su página de Facebook que se sentía bastante preocupado ante el retroceso de la OMS sobre su conclusión previa de que una fuga de laboratorio es "extremadamente improbable" de acuerdo con la fase que él estudia en China.

Como biólogo, a Edwards le preocupaba la falta de independencia en el criterio científico de la OMS. "He visto con consternación durante los últimos meses cómo se ha politizado el rastreo del origen de la COVID-19". "Tengo la impresión de que los nuevos planes de la OMS, que incluyen auditorías de laboratorio, tienen una gran motivación política. En los últimos seis meses, especialmente después del estudio de la fase I, fuentes de la OMS y varios colegas de investigadores se quejaron de que habían soportado una enorme presión e, incluso, intimidación por parte de Estados Unidos, así como de ciertos medios de comunicación, siempre que expresaban su apoyo a conclusiones de la fase I". Afirmó el científico.

Ahora, los científicos están preocupados de que se produzca un mayor debilitamiento de la independencia de la OMS, si los planes propuestos para la trazabilidad del origen van dirigidos a un determinado país. "Las fuentes de la OMS me comentaron que Estados Unidos está tan obsesionado con atacar a China por el tema del rastreo del origen que se muestra reacio a abrir los ojos a los datos y hallazgos."

Señaló que EE. UU. aseguró que el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) estaba recolectando muestras de murciélagos mientras realizaba investigaciones sobre coronavirus. Argumentan que el genoma del RaTG13, un coronavirus descubierto en un murciélago Rhinolophus por el WIV en 2013, es 96.2 % idéntico al del SARS-CoV-2 y, por lo tanto, Estados Unidos sostenía la hipótesis de que el SARS-CoV-2 había evolucionado a partir del RaTG13. Sin embargo, los científicos de bioinformática coinciden en que es poco probable que la RaTG13 sea el antepasado directo del SARS-CoV-2, porque las disparidades del 3,8 % tardan décadas en evolucionar.

"La comunidad científica espera que el regreso de Estados Unidos a la OMS fortalezca los esfuerzos para combatir la pandemia de COVID-19 y salvar más vidas. Pero, desafortunadamente, el reingreso de Washington ha traído competencia geopolítica al organismo mundial encabezado por la ciencia", dijo Edwards.

Una fuente de la OMS señaló a Edwards que la administración Biden no ha escatimado esfuerzos para reconstruir la influencia de Estados Unidos en la organización y ha buscado dominar temas clave. Estados Unidos criticó al equipo de la OMS que realizó el estudio de fase I por carecer de representación y acusó al gobierno chino de interferir en la investigación. Sin embargo, Edwards cree que es Estados Unidos el que está aumentando la presión sobre la OMS, con el objetivo de incluir a expertos de sus aliados y de su propio país en la lista del equipo de estudio de fase II.

"La OMS propone establecer un grupo asesor permanente sobre el origen de nuevos patógenos. Esto, aparentemente, es el resultado de la presión de Estados Unidos. Si las cuestiones científicas continúan politizándose, no tengo ninguna duda de que este grupo asesor sucumbirá a una herramienta política", concluyó Edward.

Ahora, los científicos están preocupados de que se produzca un mayor debilitamiento de la independencia de la OMS, si los planes propuestos para la trazabilidad del origen van dirigidos a un determinado país.

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