El sistema de misiles antiaéreos S-500, que entrará en servicio de las Fuerzas Armadas de Rusia este año, es capaz de interceptar dispositivos enemigos ubicados a distancias extremas de nuestro planeta.
"La intercepción en las capas superiores de la atmósfera, a cientos de kilómetros de la Tierra, es una realidad. Este es un sistema que resuelve una amplia gama de tareas de defensa aérea y defensa antimisiles", apuntó Pavel Sozinov, diseñador de Almaz-Antey, empresa responsable del desarrollo del S-500.
Sozinov agregó que, al crear el sistema de misiles antiaéreos con capacidades balísticas, los expertos tuvieron en cuenta los posibles desarrollos en el área de las armas aeroespaciales en las próximas dos décadas y media.
© SPUTNIK / RUSSIAN MINISTRY OF DEFENCE
"Nuestro sistema debe ser capaz de combatir a equipos que todavía no existen, pero que pueden aparecer en cinco, siete o 10 años", agregó Sozinov.
A principios de febrero, el viceministro de Defensa de Rusia, Alexéi Krivoruchko, afirmó que el sistema S-500 estará listo para suministrar a las Fuerzas Armadas a lo largo del 2020.
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